Cuando abrí este blog en 2006, el mundo declinaba hacia la incertidumbre. Después de lo que parecía un esperanzador triunfo de las líneas trasversales que constituían la postmodernidad a finales de los años ochenta del pasado siglo, todo se ensombreció. Se agrandaron las fuerzas más oscuras del neocapitalismo, del neoconservadurismo, de los nacionalismos y de los integrismos religiosos, como si se hubiera abierto la tapa de la caja de Pandora. Como en todas las épocas de grandes y dolorosas trasformaciones, lo viejo ya no sirve y lo nuevo aún no llega. Lo que nos domina es la sensación de inestabilidad, como la que sentían los viejos marineros al desembarcar en tierra firme tras una larga travesía.
Cuando me senté al borde de esta acequia, también yo sentía la incertidumbre en mi vida como una constante aunque, desde entonces, haya gozado algún espejismo de estabilidad que una u otra circunstancia destruye. El agua que pasa va camino de los campos que riega, ¿pero es suficiente?
A veces, mi incertidumbre adquiere el gesto de la perplejidad. Cuantos más años tengo y más previsible me resulta el comportamiento de los seres humanos, menos comprendo lo que ocurre.
Mientras tanto, sigamos.
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Breve historia de La Acequia (pincha sobre los enlaces para acceder):
Primera entrada (11 de octubre de 2006).
Razón del título del blog (12 de octubre de 2006).
Primer año.
Segundo.
Tercero.
Cuarto.
Quinto.
Sexto.
Séptimo.
Octavo.
Noveno.
Décimo.
Undécimo.
Duodécimo.
Decimotercero.
14 comentarios:
Un blog muy variado, pero que normalmente toca la piel que a todos nos cubre y nos hidrata un poquito más para seguir la andadura.
¡Por muchos años!
Con incertidumbre, con perplejidad, con lo que ha caído y sigue cayendo, aquí seguimos. Que no se seque el agua de acequia, Pedro Ojeda.
Son muchos años, es un blog más que veterano, sera por eso que cada vez publicas menos, los blog son una red social venida a menos, aquí hay que pensar lo que se pone.
Saludos y felicidades.
Mientras estén las palabras y la buena disposición para usarlas, se puede intentar entender el mundo. Pero claro, con la crisis de salud 2020-2022 (gracias por La Metáfora del Mirlo) todo ya es, definitivamente, incomprensible.
Felicidades y gracias por seguir ahí, Pedro.
Nacimos a la vez pero, sin duda, muy lejos mi saloncito de este gran espacio que has creado. Acogedor y pleno de filosofía y belleza en las letras. Invitas a pensar, a detenerse, a admirar la belleza de lo que pasa tantas veces desapercibido. Injustamente desapercibido.
Tras tu acequia, se deja ver una persona especial y generosa.
No lo dejes nunca, Pedro.
"Cuantos más años tengo y más previsible me resulta el comportamiento de los seres humanos, menos comprendo lo que ocurre." Acaso no es tan previsible, o solo nos guiamos por características generales que ya existían en la prehistoria. O que las categorías y calificaciones etablecidas nos generaron esperanza e ilusión y creímos que el mundo iba siempre en dirección progreso. Y nos creímos de paso muchos cuentos, tanto religiosos como laicos. Recomiendo calma, distancia relativa y búsqueda de información sensata y no dejar que el pensamiento entre en la nebulosa del desentendimiento. Casualmente ese tema lo he tratado esta mañana con un amigo al que hace tiempo que no veía, pero cada u no con nuestro criterio, él más desazonado aún que yo.
Me ganas por cuatro meses la edad del blog.
Tenho o privilégio de ser tua seguidora há muitos anos e agradeço-te a oferta da tua cultura e da tuas abordagens sempre reflectidas ao que se passa em teu redor.
Fuerte abrazo, Pedro, querido amigo .
La incertidumbre nos acompaña, va cambiando de disfraz pero su cuerpo de duda y desasosiego siempre es el mismo. Nosotros trampeamos, ya sea sentados a la orilla de la acequia o en lo alto de la roca de Sigfrid.
Te felicito por esos diecisiete años de blog.
Salud
Francesc Cornadó
He leído en tu primera entrada del 2006:
“Vivir es no saber”
Magnífica frase.
Cuando referimos eso de “la aventura de vivir”, supongo que será por bregar en cada despertar con la incertidumbre inherente a la vida. Nadie al levantarse cada mañana sabe si lo hará al día siguiente.
Sí, transitamos sin apenas saber, ignorando casi todo, eso será vivir…
Enhorabuena por tu perseverancia, Pedro.
Felicidades, Pedro.
Sólo agradecerte por todos estos años de intercambios y lecturas de calidad.
Gracias por haber logrado mantener el listón tan alto como del primer día que por suerte te encontré y di contigo.
Besos, Pedroche
El otro día te leí pero no pude dejarte un comentario, Pedro, así que te lo dejo ahora.
Muchas felicidades por estos 17 años con La Acequia. Un blog enriquecedor. Y que no he dejado de leer desde que lo descubrí hace muchos años. Gracias por seguir escribiendo.
Un abrazo.
Sigamos mi querido Pedro porque leerte siempre es un remanso de paz.
Felicidades por esos diecisiete años y gracias por seguir al pie del cañón como el primer día.
Un fuerte abrazo.
Muchas Felicidades de nuevo en este decimoséptimo cumpleaños y espero seguir en este Club de Lectura del que tanto he aprendido en el leer y en el escribir, porque ambos verbos son complementarios.
Lo pasé muy bien inventando al "Sanchico" y aunque era un poco revoltoso,
tenía un buen fondo.Tampoco olvido aquella olla podrida que coompartimos en Ibeas de Juarros, las visitas de Valladolid...La Mancha..Aranjuez..
Seguiremos navegando en estas aguas de La Acequia.
Besos
Luz
Zorionak, profe!
Me ganas por 5 meses, y fíjate que al leerte me ha parecido que 17 años eran demasiados...
Incertidumbre. ¡Ay, qué sería de nosotr@s sin esa incertidumbre que nos mantiene alerta!
Y qué suerte la nuestra de poder seguir contando con esta Acequia.
¡Pues seguimos, querido amigo!
Besos.
;)
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