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jueves, 21 de diciembre de 2017

La noche que no paró de llover de Laura Castañón y noticias de nuestras lecturas.


Este Club de lectura vuelve a encontrarse con la escritura de Laura Castañón. En el año 2014 leímos su primera novela, Dejar las cosas en sus díasy mantuvimos un encuentro con la autora asturiana el martes 25 de febrero de aquel año que dejó tan buen sabor de boca que exigía una segunda parte.

La noche que no paró de llover tiene algunos puntos en común con aquella primera novela: la poderosa forma de plantear el relato, el buen manejo de la oralidad, el universo asturiano y el mundo femenino, así como algunos espacios y símbolos. De la primera se rescata también la referencia a dos de los personajes, Paloma Montañés y Aida. Pero no se trata de una continuidad al uso -no busque el lector una continuidad argumental de forma tradicional- sino de elementos personales de la narrativa de la autora, un mundo personal en el que sus lectores se encuentran también reconfortados al saber de antiguos personajes. La continuidad está en el tratamiento de las emociones, de las vivencias y de la forma de afrontar la vida.

El inicio del relato atrapa al lector. Nos encontramos ante tres formas de llevarnos a la historia. Por una parte, los capítulos en cursiva escritos en una primera persona misteriosa (se nos desvelará más adelante) de forma condensada y breve, de extraordinaria calidad literaria, muy rítmica, microrrelatos que pueden funcionar exentos pero que tienen una misión concreta en la historia larga que poco a poco comprenderemos. El primero de ellos nos introduce en el universo del sueño, pesadilla y muerte presidido por la lluvia que da título a la novela: sé que es esa noche porque oigo la lluvia, no para de llover. El lector percibe el misterio que encierra y aunque no sabe resolverlo aún queda atrapado por él y obligado a seguir leyendo: tanto por resolver el enigma como por identificar las claves narrativas con las que está construido. Sigue una historia contada por un narrador externo omnisciente tradicional pero muy pegado a los pensamientos de los personajes, hasta el punto de que en muchas ocasiones lo que escuchamos es la traslación de los mismos, especialmente Laia, una de las protagonistas. Se trata de una psicóloga catalana que se ha trasladado a vivir a Gijón con su pareja, Emma. Finalmente, se nos trascribe el diario en el que Emma da cuenta de lo que le ocurre y piensa. Tres formas de introducirnos en la historia, cada una con su funcionalidad y su intención, que analizaremos en próximas entradas. Y en pocas páginas se nos instala en un universo femenino lleno de matices: Laia, Emma, Feli y Valeriana Santaclara, personajes bien delimitados.

Llama la atención la poderosa forma de narrar de Laura Castañón pegándose a los personajes femeninos y su trabajo con la oralidad, algo que no es nuevo en esta escritora. Leemos como si escucháramos hablar a estos personajes, a veces hasta en sus derivas menos importantes pero que construyen su personalidad, su forma de ser y enfocar la vida. Es un trabajo interesante: a partir de las voces -directas o indirectas- de cada una de estas mujeres podremos construir el relato desde diferentes perspectivas, no de una única forma de ver la historia, incluso podemos reconstruir los huecos que dejan con nuestra opinión.

A partir de estos ingredientes se nos cuenta una historia de cruce de vidas y sentimientos que van ganando el interés de los lectores en cada página. Veremos cómo.


Noticias de nuestras lecturas

Mª del Carmen Ugarte comienza su comentario de la novela de Laura Castañón analizando uno de los rasgos de estilo esenciales: el tratamiento del lenguaje y la oralidad para la narración de la historia. Y termina como Pancho... En su segundo comentario analiza la obra a partir de sus voces femeninas, como novela de mujeres, con algunos desencuentros interesantes que os invito a ver.

A Mª Ángeles Merino le echa una mano su amiga Austri para lanzarse a todo pulmón con la novela de Laura Castañón, comenzando por el recuerdo del encuentro que tuvimos los lectores con ella a raíz de su primera novela. En su entrada, el lector curioso tiene todos los resortes para abrir La noche que no paró de llover... No os la perdáis.

Paco Cuesta abre la novela de Laura Castañón reconociendo autora y espacios y subrayando frases que definen la forma en la que está escrita. Una buena manera de abrir el apetito...




Cuarenta entradas lleva ya dedicadas Pancho a La saga / fuga de J.B., la novela de Torrente Ballester que leímos aquí hace tiempo y que él ha decidido degustarla a sorbitos, acertadamente y mezcla en su última entrada con todo el gracejo del gallego el Santo Oficio, las poluciones nocturnas y Juana de Arco... y no os perdáis el juego de las imágenes y sus pie de foto.

Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos.
Entrada del Club de lectura cada jueves, en este blog, aunque en las últimas semanas no haya podido cumplir esta promesa por diferentes cuestiones que espero se vayan remansando en las próximas.
Información sobre el presente curso en el club en este enlace.

jueves, 23 de noviembre de 2017

Que ya no valemos para nada o cómo Juan Torca comprende la realidad, homenaje del Club de lectura a José Zorrilla y noticias de nuestras lecturas.


Juan Torca, el protagonista de La sirena de Gibraltar de Leandro Pérez es un hombre maduro que está a un paso de dejar de serlo. Todavía puede correr por el Retiro como entrenamiento físico, se encuentra en una forma aceptable y resulta atractivo para las mujeres. Pero es un hombre que ya ha dejado de ser joven y que no tiene la agilidad ni la energía de unos años antes. Sucede lo mismo en todos los aspectos psicológicos, morales y de juicio sobre el mundo. Tanto él como su grupo de camaradas pertenece a un tiempo que ya comienza a no ser el presente. Nunca fueron protagonistas de la historia, tampoco. Todos ellos son secundarios que a veces estuvieron en los grandes campos de acción que relatan los libros históricos pero que tuvieron que protegerse en grupo más como camaradas que como héroes. Esta perspectiva es frecuente en la novela negra (solo hay que recordar a Pepe Carvalho) y Leandro Pérez sabe explotarla con inteligencia y eficacia como recurso. A diferencia de Rodrigo, su hijo policía, honesto y cumplidor, Juan Torca ve el mundo como quien sabe que tiene poco arreglo en general y cada uno debe actuar como puede en las circunstancias que le rodean. Como dice Jandro resumiendo las razones para que su amigo se encuentre recuperándose en la cama tras haber sido herido y perder a la mujer a la que custodiaba: Que a Juan le cayeron tres tiros y que se llevaron a la chica. Que ya no valemos para nada.

Este es un aspecto de la novela que me interesa mucho. Este cruce de tiempos y de mundos que se expresa incluso en la necesidad de correr cuatro o cinco días a la semana (Correr no era sólo correr. (...) Olvidarse, a veces, de uno mismo. Y, en otras ocasiones, en cambio, viajar al pasado y revivir desde los sucesos más nimios hasta los más extraordinarios.), explica en buena manera los relatos publicados de Torca. La sirena de Gibraltar -como antes Las cuatro torres (2014)- nos sitúan ante un mundo que cambia y que debemos comprender. Torca ya no es joven pero puede ayudarnos porque conoce la verdadera forma de actuar de quienes controlan de verdad la vida de la gente. Viene de un pasado reciente -no necesariamente mejor- y puede comprender que debajo de todas las novedades rigen las grandes pasiones de siempre. Se encuentra con personas honestas y criminales -en potencia o no- en un tiempo que ya comienza a no ser el suyo y su carga de experiencia ante las actitudes humanas le ayudan a resolver sus casos pero también a aceptar que nunca se alcanza ni la felicidad completa ni una sociedad perfecta. Lo importante, en todo caso, es darse cuenta y comenzar a actuar en consecuencia con el resto de moralidad que a uno le quede tras el paso del tiempo.

(El jueves de la semana que viene terminamos con la serie de comentarios sobre La sirena de Gibraltar.)


Homenaje del Club de lectura a José Zorrilla 
con motivo de su bicentenario


El pasado sábado, día 18 de noviembre, los miembros del Club de lectura que pudieron acercarse, nos vimos en Valladolid con motivo de homenajear la memoria de José Zorrilla cuando se conmemora el bicentenario de su nacimiento en esa ciudad. Los actos fueron sencillos pero emotivos y para nosotros fue un honor contar con la presencia de la responsable de la Casa de Zorrilla, Paz Altés, y de  Arsenio Tejedor Nieto, el concejal de cultura de Torquemada, pueblo natal del padre de Zorrilla y en donde el escritor aspirara un día a tener casa solariega en donde retirarse. Quiero agradecer el cariño y las facilidades dadas y a los guías del Archivo Municipal y de la Casa de Zorrilla. Especialmente a Javier Calaveras, que nos acompañó también en la comida.

Los actos comenzaron a primera hora de la mañana ante la tumba de José Zorrilla en el Panteón de Vallisoletanos ilustres del Cementerio del Carmen, con la lectura del poema que compusiera para el entierro de Larra. Intervino también Luz del Olmo leyendo un poema original en homenaje a la memoria del romántico. Después, se celebró la visita a la exposición conmemorativa que se muestra en el Archivo municipal gracias a las gestiones de su director, Eduardo Pedruelo, mi exclusivo nombre de poeta. El título es un verso del autor y alude a a lo que siempre quiso considerarse. La muestra presenta un sustancioso recorrido por la biografía y la obra de Zorrilla a través de la exposición de paneles y objetos, así como una colección de las ediciones de sus textos. Como hablaré de ella en otro momento, me limitaré aquí a recomendar la visita. Hubo también, como es lógico, visita a la estatua de Zorrilla en la plaza que lleva su nombre y un breve recorrido por Valladolid, seguido de comida necesaria y festiva.

Por la tarde, visitamos la Casa Museo Zorrilla. Además de su mucho interés como museo, pudimos disfrutar de la muestra temporal de moda romántica, de la diseñadora Inmaculada Cedeño, que sirve como excelente contextualización a lo que pudo ocurrir en aquellas dependencias en vida de Zorrilla. Y en la sala Narciso Alonso Cortés de la Casa celebramos la sesión académica con el comentario de la lectura del drama Don Juan Tenorio que nos ha ocupado los pasados días.

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Una jornada para el recuerdo. Podéis ver la crónica y las fotografías en la entrada que ha publicado María Ángeles Merino con todo ello y que me ahorra una descripción más detallada.

Paco Cuesta echa su cuarto a espadas sobre el aparente conflicto entre teología y teatralidad del Tenorio. Y bien echado, claro.

Pancho sigue con el Tenorio y en esta entrada da cuenta de las claves esenciales del éxito en la recepción del drama.


Otras lecturas



Como sabéis, hace tiempo leímos La saga / fuga de J.B. de Gonzalo Torrente Ballester y Pancho decidió bebérsela a buchitos. Aquí va desde los que mean en los muros hasta don Asterisco, alborotador nocturno... no digo más.


Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos.
Entrada del Club de lectura cada jueves, en este blog, aunque en las últimas semanas no haya podido cumplir esta promesa por diferentes cuestiones que espero se vayan remansando en las próximas.
Información sobre el presente curso en el club en este enlace.

lunes, 2 de octubre de 2017

Una mujer que escribe y publica, María de Zayas, y noticias de nuestras lecturas.


¿Quién duda, lector mío, que te causará admiración que una mujer tenga despejo, no solo para escribir un libro, sino para darle a la estampa (...)?

De esta manera se abre el prólogo Al que leyere que María de Zayas pone al frente de sus Novelas amorosas y ejemplares: siendo mujer, continúa, que en opinión de algunos necios es lo mismo que cosa incapaz. Sigue con una defensa de la igualdad que existe entre ambos géneros en actitudes y un ataque a la desigualdad tiránica con que tratan a las mujeres los hombres para impedir su educación.

Este prólogo debe incluirse en la querella sobre la mujer que se había desatado desde la Edad Media pero también como la puerta de entrada a esta colección de novelas. Desde el principio, al lector se le sitúa ante una obra escrita con una mujer con una apuesta ideológica clara en defender su condición de igualdad ante otros escritores pero también a la hora de perfilar la temática de sus obras y las relaciones que en ella se encuentran entre hombres y mujeres.

La vida y la obra de María de Zayas está llena de lagunas e interrogaciones que despiertan el interés de los estudiosos. Algunas de ellas nos remiten a cuestiones esenciales para comprender la historia de la narrativa de aquellos tiempos, por una parte, y la escritura femenina, por otra.

Poco sabemos de la vida de María de Zayas, pero lo poco que sabemos nos hace preguntarnos los motivos de que su nombre no haya tenido más resonancia. En su tiempo fue conocida e incluso alabada por Lope de Vega (a cuyo círculo de admiradores pertenecía), Pérez de Montalbán o Castillo Solórzano. Por una parte, llegó a la escritura en un tiempo de tal auge de la literatura española que son muchos los autores que no han pasado de ser una mera cita en los manuales, lo que hacía difícil abrirse un hueco en ellos para cualquiera pero, sobre todo, para una mujer. La construcción posterior de la historia de la literatura española canónica en el siglo XIX tampoco favorecía la inclusión de una mujer como ella, tan reivindicativa. No es tampoco que se la apartara del todo, puesto que su nombre era conocido y sus obras contaron con ediciones modernas -todas ellas sin demasiado rigor hasta hace unas décadas-, pero no pasaba de ahí la comprensión de lo que supuso para la historia de la narrativa española y lo que aportó.

En efecto, María de Zayas cultiva la novela corta en una época de auge del género. Tras el éxito de las Novelas ejemplares cervantinas (1613), el gusto por este tipo de narración aumentó en España. Pero en este movimiento editorial, las novelas de María de Zayas encuentran un hueco propio tanto en la perspectiva femenina del asunto como en el estilo. Zayas habla más directamente que sus contemporáneos, no se entretiene demasiado en sutilezas, perfila los argumentos para que sean interesantes y resolutivos y no busca ni ser dogmática ni moralista pero no deja de aportar a través de las tramas sutiles cambios de actitud a la moral pensante, en especial en la denuncia de la violencia cometida sobre las mujeres y en la defensa de una nueva forma de entender el amor.

Las dos partes de su colección de novelas también guardan misterios y complicaciones textuales que han dificultado mucho las tareas de edición filológica. La primera parte posiblemente estaba preparada años antes de la primera edición conocida (Zaragoza, 1637) aunque no con diez textos sino tan solo con ocho, pero no pudo darse a la imprenta por la prohibición durante años de publicar novelas por ser consideradas perjudiciales para la moral, en especial de jóvenes y mujeres. De ahí el título de honesto y entretenido sarao con la que se les conoce, un título que bien puede deberse a un intento de afirmar la inocencia de su lectura pero que no es el que figura al frente de la primera edición (Novelas amorosas y ejemplares), mucho más comercial y atractivo una vez pasada la prohibición. El caso es que no sabemos de forma totalmente cierta si hubo o no hubo una edición anterior. Entre la primera y la segunda partes (1647) hubo varias ediciones que atestiguan su éxito pero complican la labor de los editores modernos puesto que alteran el texto -a veces por ajustarlo a los cambios de formato, pero no siempre-. La autora denunciará en 1647 que alguna de esas ediciones fueron piratas (lo que suma, a su defensa de la mujer escritora, la de la propiedad intelectual y económica de las obras).

En definitiva, en las próximas semanas nos enfrentamos a un caso singular en la literatura española que merece ser más conocido. No solo por su condición de mujer, sino por lo que aporta a la narrativa española del momento: argumentos que atrapan la atención y testimonian que en gran medida el público lector del género eran jóvenes, sobre todo mujeres, que se comportaban como lo que hoy conocemos como club de lectura. Es la única forma de entender la composición de estas novelas y su éxito inmediato no solo en España.

- Hasta la tercera semana de octubre nos dedicaremos a comentar algunas novelas breves de María de Zayas Sotomayor.  Algunos lectores del formato presencial me pidieron continuar con la lectura de Pasos en la piedra, de José Manuel de la Huerga, el último de los títulos leídos en el curso que cerramos. Para darles tiempo a terminarla durante el mes de septiembre propuse esta otra lectura complementaria para iniciarnos ahora. Para quienes no conozcan la obra de María de Zayas (Madrid 1590-¿1661?), su descubrimiento será una auténtica sorpresa. Durante mucho tiempo su nombre fue olvidado en los manuales de la historia de la literatura española y su recuperación desde hace unas décadas ha sido lenta pero imparable. Es de justicia reconocer su importancia en la novela española. 

- Se puede encontrar una breve biografía de la autora en este enlace.

- En el mercado editorial hay varias ediciones de sus novelas. Las mejores de ellas son las publicadas por la editorial Cátedra (Desengaños amorosos al cuidado de Alicia Yllera y Novelas amorosas y ejemplares al de Julián Olivares).

Para facilitar la consulta a todos los lectores recomiendo la descarga gratuita de sus novelas en una más que correcta edición en la revista electrónica Lemir al cuidado de Enrique Suárez Figaredo: aquí las Novelas amorosas y ejemplares y aquí los Desengaños amorosos.


Noticias de nuestras lecturas

Mª Ángeles Merino comienza su colaboración de este curso con el recuerdo de la lectura del Quijote que dio inicio a este club (con la sorpresa de que se aventure a la lectura virtual). Y de ahí salta a comentar la novelita Aventurarse perdiendo, de María de Zayas. Le sirve el recuerdo para hablar de pintura con su amiga Austri y saltar de la Dorotea cervantina a la de Zayas.


Sigue Pancho en su delicioso pasear por la novela de Torrente Ballester (alcanza aquí la entrada número 38 sobre esta lectura que nos ocupó en su día). Y entre curas, comunistas y vaticanadas, nos recuerda que uno de los J.B. soñó alguna vez con un sistema que eliminara el ruido... Y nos hace disfrutar con Van Morrison.

Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos.
Entrada del Club de lectura cada jueves, en este blog.
Información sobre el presente curso en el club en este enlace.

jueves, 28 de septiembre de 2017

Inicio del curso en el Club de lectura de La Acequia y noticias de nuestras lecturas.


Siento mucho haber causado cierta incertidumbre sobre el arranque del club de lectura del presente curso. Un conjunto de circunstancias me han mantenido alejado de esta cuestión en contra de mis deseos, que no eran otros que encontrarme con los que me acompañan en esta aventura que tiene ya unos cuantos años.

Iniciamos la programación del curso manteniendo el plan anunciado a finales del pasado, con algunos ajustes de calendario debido al retraso.


- Hasta la tercera semana de octubre nos dedicaremos a comentar algunas novelas breves de María de Zayas Sotomayor.  Algunos lectores del formato presencial me pidieron continuar con la lectura de Pasos en la piedra, de José Manuel de la Huerga, el último de los títulos leídos en el curso que cerramos. Para darles tiempo a terminarla durante el mes de septiembre propuse esta otra lectura complementaria para iniciarnos ahora. Para quienes no conozcan la obra de María de Zayas (Madrid 1590-¿1661?), su descubrimiento será una auténtica sorpresa. Durante mucho tiempo su nombre fue olvidado en los manuales de la historia de la literatura española y su recuperación desde hace unas décadas ha sido lenta pero imparable. Es de justicia reconocer su importancia en la novela española. 

- Se puede encontrar una breve biografía de la autora en este enlace.

- En el mercado editorial hay varias ediciones de sus novelas. Las mejores de ellas son las publicadas por la editorial Cátedra (Desengaños amorosos al cuidado de Alicia Yllera y Novelas amorosas y ejemplares al de Julián Olivares).

- Para facilitar la consulta a todos los lectores recomiendo la descarga gratuita de sus novelas en una más que correcta edición en la revista electrónica Lemir al cuidado de Enrique Suárez Figaredo: aquí las Novelas amorosas y ejemplares aquí los Desengaños amorosos.

Os pido que os dejéis sorprender por esta autora y elijáis las novelitas que más os gusten de estas colecciones. Para compensar el retraso en arrancar el curso, el domingo publicaré una entrada con cuestiones generales sobre esta autora, la razones para que se la haya apartado durante mucho tiempo de las recomendaciones de lectura de la época y su importancia para la historia de la narrativa española y occidental. Centraré mis siguientes entradas en los comentarios de Aventurarse perdiendo y El jardín engañoso (de Las novelas amorosas y ejemplares) y La esclava de su amante, La inocencia castigada y Estragos que causa el vicio (de los Desengaños amorosos). Junto a las que vosotros comentéis, será un puñadito de lecturas actuales de una escritora que merece ser más conocida. En ella están muchas de las claves de lo que hoy llamamos éxitos de ventas. Sus libros se publicaron en un formato especial, tocaban temas que importaban a los jóvenes y, especialmente, a las mujeres y fueron traducidos a varios idiomas.


Resto de lecturas del inicio del curso

- En el resto de octubre y parte de noviembre leeremos La sirena de Gibraltar de Leandro Pérez (Planeta, 2017), una novela negra  ambientada en la España contemporánea que consolida al autor burgalés en su carrera literaria.

-Noviembre.  En el presente año se conmemora el bicentenario del nacimiento de José Zorrilla, en cuyas labores de asesoramiento y organización estoy implicado. Con este motivo, haremos un breve paréntesis en noviembre para leer su drama Don Juan Tenorio, la obra más representada de la historia del teatro español, pero lo haremos de una forma especial, como anunciaré al regreso de vacaciones. El Club de lectura visitará la Casa Museo de Zorrilla de Valladolid y participará en alguna de las actividades del bicentenario.

-Diciembre. La noche que no paró de llover, de Laura Castañón (Planeta, 2017). La autora es vieja conocida de este blog y volverá a encontrarse con los lectores.

-EneroPedro Páramo de Juan Rulfo. Un clásico que no puede faltar en ningún club de lectura. Hay varias buenas ediciones en el mercado.

-FebreroEl hombre pez de José Antonio Abella (Valnera, 2017). Abella es también un viejo conocido de este club y regresa con una historia tan bien escrita como apasionante.

El resto de títulos del curso lo anunciaré más adelante, dejando algún hueco para leer las novedades de interés que aparezcan en los próximos meses y la lectura final, que motivará un viaje más que interesante.

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El Club de lectura de La Acequia comenzó el jueves 24 de abril de 2008 con la primera lectura colectiva del Quijote realizada en el mundo con los medios de la web 2.0. Esta iniciativa de lectura de la novela cervantina permanece abierta para aquellos que quieran sumarse a ella en cualquier momento en este enlace y puede usarse como la única guía de lectura completa del Quijote disponible hoy en Internet, con licencia Creative Commons 4.0.


El éxito del proyecto impulsó el lanzamiento de uno de los clubs de lectura más antiguos en Internet en español, gratis y en abierto. Durante el curso académico se propone la lectura de un título al mes, de todos los géneros: narrativa, poesía, teatro y ensayo. Se alternan autores clásicos con autores vivos y por él han pasado títulos de Miguel de Cervantes, Óscar Esquivias, Gustavo Adolfo Bécquer, Eduardo Mendoza, Valle-Inclán, Lope de Vega, Juan Cavestany, Almudena Grandes, Pío Baroja, Lorenzo Silva, Antonio Machado, Miguel Delibes, Jesús Carrasco, Benito Pérez Galdós, Antonio Muñoz Molina, Pablo Neruda y Laura Castañón, Gonzalo Torrente Ballester, María Teresa León, Leandro Fernández de Moratín y José Luis Sampedro, Avellaneda, Carmen Laforet, José Antonio Abella, Carmen Martín Gaite, Mario Vargas Llosa, Antonio Muñoz Molina, Fermín Herrero, Núñez de Arce, Diego Fernández Magdaleno, José Jiménez Lozano, Pedro Calderón de la Barca, Emilia Pardo Bazán, José Cadalso, Sara Mesa, Mariano José de Larra... El listado completo de obras puede consultarse en la columna derecha de este blog.

La ventaja de este club de lectura es que absolutamente voluntario. Nadie tiene más pretensión que el de la lectura en común de las obras y el encuentro con los autores que quieren acompañarnos. No depende de ningún interés editorial y, por lo tanto, aquí no leemos bajo presiones comerciales o modas. Quien quiere sumarse a la lectura y a las actividades que programamos a lo largo del curso es bienvenido y puede hacerlo en parte del listado anual o en su totalidad, compartiendo con todos sus opiniones -que no tienen por qué ser siempre positivas- o en silencio, como guía de lectura personal. Y, además, al leer un libro al mes puede hacerse compatible con cualquier plan de lectura personal o con los propuestos por otros clubs de lectura.

Desde el año 2011 cuenta con dos formatos:
 
  • El club de lectura virtual, al que pueden sumarse libremente todos los aficionados a la literatura. En La Acequia se publican todos los jueves entradas correspondientes al libro del mes, más un resumen de las noticias de las lecturas en las que se enlazan los blogs del resto de los participantes. También puede seguirse el club de lectura a través de comentarios en las entradas correspondientes o como meros lectores.  Súmate a la página del Club en Facebook en este enlace.  Si decides seguir la lectura publicando aportaciones en tu blog, te agradecería que me lo comunicaras para incorporarlas en las noticias semanales.
  • El club de lectura presencial, sostenido por Alumni Burgos (antes, Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos), que se reúne una vez al mes para comentar el título correspondiente. Se programan también encuentros con los autores de las obras (hasta ahora hemos celebrado sesiones con Laura Castañón, José Antonio Abella, Fermín Herrero, Diego Fernández Magdaleno, Jaime Covarsí, Miguel Ángel Santamarina o Care Santos y viajes a los espacios de algunas de las obras leídas (El hereje nos llevó a Valladolid, El río que nos lleva a Aranjuez y las Crónicas de la guerra de África a Tánger, con Cervantes y Jaime Covarsí viajamos a Alcázar de San Juan y Campo de Criptana). Este segundo formato tiene plazas limitadas y hay que inscribirse al comienzo de cada curso, siendo necesario asociarse en Alumni Ubu.


ADVERTENCIA: Las entradas de La Acequia tienen licencia Creative Commons 4.0 y están registradas como propiedad intelectual de Pedro Ojeda Escudero. Pueden ser usadas y reproducidas sin alterar, sin copias derivadas, citando la referencia y sin ánimo de lucro.



Noticias de nuestras lecturas

Myriam Goldenberg, cumpliendo el plan inicial de lectura, ha publicado ya dos magníficas entradas sobre la primera prevista para este curso, las novelas de María de Zayas. En sus análisis pone de relieve acertadamente la actualidad de los mensajes de la novelista al poner de relieve la violencia que suele ejercerse sobre la mujer. Se inicia con el comentario de La inocencia castigadaAquí la primera de sus entradas y aquí la segunda.



Como recordáis, en marzo de 2014 leímos La saga/fuga de J.B. de Gonzalo Torrente Ballester. Desde entonces, Pancho ha querido degustarla como merece, a pequeños sorbos y de vez en cuando publica una entrada alusiva a esta novela (ya van 37 y seguro que aún quedan buenas cosas). En esta habla de la introducción de los impuestos como forma de igualdad y un vientre que se mueve, además de llevarnos hasta Serrat... Y en esta podéis comprobar cómo jugaba con la ironía Torrente Ballester para llevarnos de lo épico a lo cotidiano.

Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos.
Entrada del Club de lectura cada jueves, en este blog.

jueves, 6 de julio de 2017

Balance del curso en el club de lectura y noticias


El próximo curso, el club de lectura de este espacio cumplirá diez años. Hasta donde se me alcanza, con este formato es el más antiguo que existe en español en internet.

En abril de 2008 se me ocurrió lanzar la idea de leer juntos El Quijote a razón de un capítulo por semana. Muchos fueron los que se embarcaron en esa locura y la experiencia fue maravillosa gracias a las aportaciones de todos. En este enlace ha quedado como la guía de lectura más completa de la novela cervantina en abierto y gratuita, para aquellos que quieran adentrarse en sus páginas.

Unos años después se sumó al proyecto el formato presencial gracias a Alumni Burgos (anteriormente Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos), que impulsó el club ampliándolo. Hemos disfrutado de lecturas en común, la presencia de autores, la colaboración con otros clubs de lectura y viajes motivados por las lecturas anuales. En abril del próximo año, fecha del aniversario, daré cuenta de todo esto.

El curso que ahora cerramos ha sido un tanto azaroso, con algunos planes que hemos tenido que modificar, pero finalmente también ha sido provechoso y lleno de experiencias. No todas las lecturas han gustado por igual. Con la ampliación del número de lectores que siguen de una manera u otra el club, también, por lógica, han llegado las diferencias de opiniones. Pero esto es bueno. Cualquier proceso de selección de un listado conlleva su riesgo. En este club hemos probado varios. En ocasiones he sido yo el que ha lanzado toda la lista, en otras la lista ha salido por votación entre todos. Últimamente se mezclan ambos criterios.

Mi condición de miembro del Jurado del Premio de la Crítica de Castilla y León me lleva a incorporar al ganador anual a los listados de lectura, siempre con éxito. También se ha producido otra circunstancia que expongo con mucho cariño. Algunos de los autores han generado una simpatía -tanto por su obra como su personalidad- y esperamos sus novedades para incorporarlas lo antes posible. En otras ocasiones -con desigual fortuna- hemos introducido algunos de los títulos más vendidos en la temporada.

Por ahora, este club no renuncia a alguna de sus señas de identidad: leer obras escritas originalmente en español y alternar títulos de autores vivos con otros fallecidos. De esta manera se organizan -con alteraciones provocadas por circunstancias concretas- los nueve o diez títulos que leemos juntos al año, procurando aproximarnos a novela, poesía, teatro y ensayo. El formato presencial cuenta con una organización más convencional en cuanto a lo que representa un club de lectura pero todas las actividades organizadas son en abierto y pueden participar todos los interesados; el formato virtual se establece a través de las entradas de los jueves en este blog -en las que se relacionan las de los blogs amigos- y en la página de Facebook del club y todos los interesados pueden asociar sus propios espacios virtuales, comentar en las entradas o en el muro de Facebook o seguir en silencio las lecturas.

En este curso 2016-2017 hemos leído las Cartas marruecas de José Cadalso, Queremos que vuelvan de Miguel Ángel Santamarina, Niebla de Miguel de Unamuno, Don Quijote en Manhattan de Marina Perezagua, una selección de las Novelas ejemplares de Miguel de Cervantes, Patria de Fernando Aramburu, A sangre y fuego de Manuel Chaves Nogales, Media vida de Care Santos, Brillante de Luis Ángel Lobato y Pasos en la piedra de José Manuel de la Huerga. Una cosecha diversa para gustos diferentes. En la columna de la derecha del formato para web de este blog el curioso puede encontrar el enlace a cada una de ellas.

Como esta entrada ya ha salido muy larga, dejo para la próxima semana la relación de lecturas previstas para el próximo curso y los meses correspondientes. De esta manera, aún admito recomendaciones de lecturas que se pueden dejar como comentario aquí, en Facebook o comunicarme por correo electrónico. Recordad que en este club, a diferencia de lo que ocurre en otros, no nos guía el deseo de estar a la última ni el peso publicitario de las editoriales. Podéis proponer clásicos, títulos por los que ya haya pasado un tiempo. Procuremos siempre que sean fáciles de encontrar incluso en el extranjero, porque algunos de los lectores no residen en España. Por ahora, están en la cartera La sirena de Gibraltar de Leando Pérez, El hombre pez de José Antonio Abella, La noche que no paró de llover de Laura Castañón, Don Juan Tenorio de José Zorrilla (coincide con la celebración del bicentenario del nacimiento del autor, en cuya organización estoy directamente implicado) y una selección de las novelitas amorosas de María de Zayas.

Noticias de nuestras lecturas.



Pancho sigue disfrutando de la novela de Torrente Ballester que leímos aquí hace tiempo, demostrando que quizá lo hicimos muy deprisa porque, de pronto, escribe una deliciosa entrada en la que vemos la variedad de esa narración y lo que puede hacernos disfrutar. Y termina, no sé cómo, con Dire Straits, que le vienen bien y todo.


Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles anterior hayan publicado los blogs amigos asociados a esta lectura.
Entrada del Club de lectura cada jueves, en este blog.

jueves, 29 de junio de 2017

Amor, juventud y esperanza: resolución de los conflictos en Pasos en la piedra y noticias de nuestras lecturas


Pasos en la piedra se cierra en el Domingo de Resurrección del año 1977. El rito de la Semana Santa termina, lo sabemos, con la resurrección de Cristo y en la mañana del Domingo de Pascua se celebran, casi en toda España, procesiones del encuentro entre el Cristo Resucitado y la Virgen de la Alegría. Son especialmente relevantes las de Castilla y León, en donde la costumbre marca carreras y bailes con los pasos procesionales. José Manuel de la Huerga usa este momento final en su narración con la doble función con la que utiliza en toda la novela los momentos más importantes de la Semana Santa. Por una parte, la descripción de la costumbre, de la tradición; por otra parte, el simbolismo que tiene para la trasformación de los personajes y, por lo tanto, del país. No olvidemos que aquel domingo venía después del sábado en el que se legalizó al PCE y, por lo tanto, se pusieron definitivamente las bases para que fuera posible la democracia en España tras la muerte del dictador.

El padre Alas cree imposible la resurrección en un país que celebra el dolor hasta la muestra morbosa de la sangre y el sufrimiento:

Tengo una noticia importante que daros, que espero no os haya pasado desapercibida. Aquí, en Barrio de Piedra, en la Meseta Norte, Jesús está muerto. Y sigue así desde hace dos mil años. Jesús no ha resucitado...todavía. No lo ha conseguido aún, a pesar de seguir intentándolo tozudamente, año tras año, y ya van casi dos mil. Los aquí presentes le acompañamos sinceramente en su prendimiento, en su flagelación, su coronación bufa y su camino de martirio. No nos perdemos el momento de clavarlo en el Árbol de la Muerte, pero...

Sin embargo, algo ocurrirá en Barrio de Piedra: la belleza del amor, con su poder de trasformación, la ternura de lo espontáneo. La personalidad y belleza de la joven musulmana Ashma y su relación con el postulante Juan provocan una conmoción (la chispa que propicia la resolución del conflicto) que se inserta en la propia tradición de la Semana Santa. Inspirado en ella, el imaginero Tapias podrá al fin pensar la realización de un viejo encargo que celebra el encuentro de la resurrección en el que se mezcla la sensualidad de la vida, el vigor de la materia de la naturaleza y la alegría de que sea posible un renacer. Eso sí, el autor deja claro que ese nuevo comienzo nos da la oportunidad pero el resto depende de lo que hagamos con él. Será el monseñor Satrústegui quien mejor resuma todo lo que ha significado la celebración de esa Semana Santa, con el simbolismo histórico político claro:

Quiera Dios que este Domingo de Resurrección sea largo, y dure, y extienda su manto protector sobre los próximos días laborables...

Es casi al final cuando el narrador de la historia toma protagonismo durante unas párrafos. Como narrador omnisciente ha conducido al lector sin inmiscuirse pero en ese momento se hace explícita la propuesta ideológica y la moral de la novela, que espera la verdadera resurrección que lleve a una subversión por la cual tengan voz los "disueltos en el río de la Historia". No sé si era necesaria esta apostilla -suficientemente clara en la novela- o debería haberse dejado en la voz de alguno de los personajes, puesto que no veo necesaria una mayor explicitación de la propuesta de la novela que el lector no necesitaba.

José Manuel de la Huerga ha escrito una excelente novela llena de muchas cosas. El lector sale de ella reconfortado, con una galería de personajes reconocibles que lo acompañarán siempre y que contienen cada uno de ellos una pequeño relato propio; la narración costumbrista de estampas, vidas y personajes impagables en un marco coral, apasionantes siempre, llenos de perspectivas; se sale de la lectura con el agrado de encontrarse ante una novela muy bien escrita, en un estilo que tiene todas las tonalidades (no quiero dejar de reseñar el excelente lirismo de algunos fragmentos). Lo que podría haberse decantado por el drama deviene finalmente en la esperanza de que el mundo no está escrito y es posible cambiarlo. Si en Barrio de Piedra tardó dos mil años en resucitar Cristo, quizá todavía sea posible.

Noticias de nuestras lecturas

En las noticias de la semana pasada olvidé, por error, incluir la primera parte del excelente comentario sobre la presencia del personaje de Judas en la novela de José Manuel de la Huerga que escribiera Myriam Goldenberg en su blog. Os recuerdo que aquí podéis encontrar la primera parte y aquí la segunda de Estereotipos y prejuicios entorno a la figura de Judas (desde el Judas bíblico a Leoncillo Astudillo, el de la lencería).

Aunque no estaba para literaturas, Mª Ángeles Merino publica su entrada apoyándose en los nueve libros leídos en el presente curso del club. Los libros siempre arropan.



Pancho continúa con su infatigable tarea de disfrutar a poquitos de La saga / fuga de J.B., título de Torrente Ballester que leímos aquí hace tiempo. En esta entrada toca una de las cosas más divertidas de la novela: la manera en la que nacen las leyendas y mitos...

Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles anterior hayan publicado los blogs amigos asociados a esta lectura.
Entrada del Club de lectura cada jueves, en este blog.

Con esta lectura, que concluimos hoy, cerramos el curso actual del Club de lectura. En julio anunciaré los primeros títulos del próximo. Admito sugerencias que me podéis hacer llegar a través de comentarios en el Facebook o en esta entrada del blog o por correo electrónico. Recordad que leemos, por turnos, un autor vivo y otro muerto, títulos escritos siempre en español como lengua original. Para el próximo curso ya tenemos en cartera: La sirena de Gibraltar de Leandro Pérez, El hombre pez de José Antonio Abella, La noche que no paró de llover de Laura Castañón, Don Juan Tenorio de José Zorrilla y una selección de novelitas de María de Zayas.

viernes, 9 de junio de 2017

Lunada, el cine, los espacios y los personajes de Pasos en la piedra de José Manuel de la Huerga y noticias de nuestras lecturas.


José Manuel de la Huerga cuida con especial atención la construcción de los personajes que aparecen en las páginas de Pasos en la piedra. Dota a todos, incluidos los más episódicos, de una descripción que consigue instalarlos en la imaginación del lector. Ya vimos en la entrada anterior cómo también ocurría con los espacios hasta conseguir levantar una ciudad y un paisaje por el que todos podríamos haber caminado. Los personajes están dentro de esos espacios, con mayor o menos comodidad -esta adecuación completa o no los define, en gran medida-. El narrador omnisciente nos hace entrar en ellos como en las antiguas películas que comenzaban con una panorámica general para ir ajustándose luego a las circunstancias del relato pero esa panorámica dotaba al conjunto no solo de un marco de entrada sino de una definición. En la novela, ese marco es explícito: Germán se imagina la panorámica que rodaría sobre su ciudad ("Sería un plano general lento, extremadamente lento, un barrido entre dos luces que abarcara desde lo alto del Puente de Hierro ..."; "Germán Ojeda rodaba un documental sin cámara..."), como también imagina rodar en las calles. En gran medida, Pasos en la piedra responde en muchos momentos a una estructura de planos cinematográficos.

También de forma menos explícita se utilizan estas estructuras cinematográficas para presentarnos a los personajes. En su deambular por la ciudad, Germán y su amigo Peter entran en espacios que son completados necesariamente por un personaje característico, a la manera de los secundarios que llenaban la pantalla del cine durante unos minutos. Con eso se consigue, también, la sensación de relato coral. Los dos visitantes son el vínculo de unión necesario para presentárnolos a través de una descripción física pero también a través de sus propias palabras y acciones. Esto sucede, lógicamente, más al inicio de la novela, en donde se completa el conjunto de personajes con los que nos iremos familiarizando a lo largo de la narración de tal manera que hasta los más negativos tengan un punto de ternura nostálgica.

Germán y Peter se acercan al Mirador de Troncoso, un lugar en alto desde el que se observa el valle. Desde allí se nos presentan dos personajes sustanciales para el desarrollo de la novela: la cámara pasa de un plano general a otros más próximos. Uno, el catedrático de Biología del instituto de secundaria, Antonio Lozano, el Pajarero, que hace curiosa pareja con su hermano Mateo, el librero (certero homenaje a la librería Relieve de Valladolid). Se trata de un hombre aficionado a la ornitología desde niño y que solo vive para observar pájaros. Le mantiene la esperanza de describir científicamente al pájaro solitario, que él cree un endemismo de la zona al que ha bautizado como Carduelis lozania y con el nombre común de Lunada. En gran medida, este personaje y sus búsquedas contiene uno de los mensajes más importantes de la novela, entre el costumbrismo y el lirismo, la realidad y el sueño, la vida cotidiana y la esperanza. El segundo de los personajes -al que ya se ha hecho mención en las páginas anteriores de la novela porque marcó en gran medida a Germán y a muchos jóvenes de Barrio de piedra durante varias generaciones-, es el padre Luis Alas, crítico con los excesos religiosos de la semana santa y en sí mismo contradictorio entre la autoridad que le confiere su posición y su mundo interior que iremos conociendo a lo largo de la historia.

Hará bien el lector en pararse en cada una de las descripciones de sus personajes en el momento en el que aparecen. El catálogo final nos propone un cuadro de seres que parecen instalados en un mundo que está a punto de agrietarse, con todas las consecuencias que esto tendrá para ellos.

(Esta entrada, correspondiente el Club de lectura, debería haberse publicado ayer jueves, pero problemas de última hora me lo impidieron.)

Noticias de nuestras lecturas

Mª Ángeles Merino continúa su relato del encuentro que mantuvimos con José Manuel de la Huerga en la pasada Feria del libro de Burgos. Aquí lo termina, con su amiga Austri, hablando de pájaros y amantes...

Myriam Goldenberg retoma sus celebrados trabajos para el club de lectura. En su primera entrada, propone afrontar la lectura a partir de ese cruce de cosas entre la espiritualidad, la religión oficial y la vida común de las personas. Acertado.

A Mª del Carmen Ugarte se le disparan los recuerdos a partir de la lectura de Pasos en la piedra. Da cuenta de ellos -aparte de comentar las primeras páginas de la novela- en una apasionante prosa que no os podéis perder de ninguna de las maneras.



Gracias a Mª Ángeles Merino podemos disfrutar con la lectura que su hermano Agustín hace de Brillante de Luis Ángel Lobato. En esta entrada, sobre uno de los poemas más crípticos del poemario y la posibilidad del encuentro entre la voz poética y la amada.



Sigue Pancho con el comentario de La saga/fuga de J.B. que nos ocupara hace meses y que él decidiera disfrutar a poquitos. Aquí disfruta y nos hace disfrutar enredándose con cosas de obispos y bizqueras y, no me digáis cómo, termina con Van Morrison y hace bien.

Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos.
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Con esta lectura, que nos ocupará todo el mes de junio, cerramos el curso del Club de lectura. En julio anunciaré los primeros títulos del próximo curso. Admito sugerencias que me podéis hacer llegar a través de comentarios en el Facebook o en esta entrada del blog o por correo electrónico. Recordad que leemos, por turnos, un autor vivo y otro muerto, títulos escritos siempre en español como lengua original. Para el próximo curso ya tenemos en cartera: La sirena de Gibraltar de Leandro Pérez, El hombre pez de José Antonio Abella, La noche que no paró de llover de Laura Castañón, Don Juan Tenorio de José Zorrilla y una selección de novelitas de María de Zayas.

jueves, 1 de junio de 2017

El regreso a la provincia en la propuesta inicial de Pasos en la piedra de José Manuel de la Huerga y noticias de nuestras lecturas.


Germán Ojeda regresa a su ciudad natal, Barrio de Piedra, en la semana santa de 1977 (en cuyo sábado santo será legalizado el PCE). Su viaje no tiene motivos de añoranza o de reencuentro familiar sino que se trata de un intento de apartarse de los momentos convulsos y peligrosos que se vivían en aquellos meses en el Madrid de la transición hacia la democracia, con altercados continuos provocados por la ultraderecha. Para su familia, muy significada ideológicamente con el régimen franquista (su padre es gobernador civil), Germán estudia la carrera de Derecho en la capital. Sin embargo, Germán simpatiza con el Partido Comunista -aún en la clandestinidad- y ha abandonado los estudios de leyes para comenzar los de cinematografía. Lo acompaña en el viaje un joven aleman, Peter Gesteine, que realiza una tesis doctoral sobre etnografía. Esta extraña pareja es el punto de arranque de Pasos en la piedra, con la que José Manuel de la Huerga ha obtenido el  último Premio de la crítica de Castilla y León.

El inicio de la narración resume en gran medida la propuesta que desarrollará la novela. De la Huerga opta por contarnos aquellos momentos que significaron una rápida trasformación de la sociedad española desde una ciudad de provincias que no existe pero es verosímil puesto que reúne en su construcción gran parte de lo que era la España de la transición en cualquier capital castellana de aquellos tiempos. Barrio piedra -de la que se acompaña un plano al inicio del volumen- apareció en su novela anterior, Solitarios y está tan bien diseñada, pensada y habitada que ha conseguido que en ella se reconozcan varias ciudades (Valladolid, Zamora, Toro, Medina de Rioseco, etc.), fácilmente detectables en las reseñas que se han hecho de la novela en medios de comunicación. Barrio de piedra no existe pero muchos de los que tenemos una cierta edad hemos caminado por sus calles y conocido a sus personajes. Dentro de los posibles espacios míticos construidos por relatos de ficción modernos - el condado deYoknapatawpha, Macondo, Castroforte del Baralla, Región, Ciudades de Sombra y Celama, etc.-, de la Huerga apuesta por uno verosímil reconocible en tiempo, espacio y relatos.

Contar la historia de unos días tan convulsos desde una ciudad de provincias en la que parece que nada cambia y que todo ha de repetirse año tras año ("todo igual, como mandan los cánones") rompe una conjunción de espacio y tiempo que parecería fabricada para durar eternamente, como simbolizan las tradiciones que se reúnen en la semana santa castellana. Además, contribuye a matizar una tendencia periodística, histórica y literaria que consiste en narrar los grandes acontecimientos desde la centralidad madrileña. Todo ello está resumido ya en esa extraña pareja de jóvenes que viajan en tren -un tren de los de antes, claro- no solo hacia Barrio de Piedra sino hacia otra época. Tanto la panorámica cinematográfica con la que arranca Germán la historia -con la que intenta mirar desde arriba y desde lejos lo que lleva en realidad muy adentro de él- como la mirada de Peter -que no comprende nada pero experimenta todo lo que supone aquel viaje, desde el radical corte de pelo a poco de pisar las calles de la vieja ciudad-, significa el necesario extrañamiento con el que el narrador nos conduce para introducirnos en una novela llena de personajes y hechos sacados del mejor costumbrismo español, de la novela realista, pero tamizado todo por el lirismo de algunos pasajes y el simbolismo de muchos de los episodios. Este reconocernos en nuestro propio pasado ayuda a comprender qué de aquello se trasformó y qué sigue aún dentro de nosotros y en nuestro entorno, lo que añade una interesante perspectiva lectora.

Disfrutemos durante es mes de junio con la lectura de lo que sucedió en Barrio de Piedra aquellos días de la semana santa en la que se legalizó en España el PCE.

Noticias de nuestras lecturas

Dado que Mª del Carmen Ugarte echa mucho de menos personajes de mujeres en la novela de José Manuel de la Huerga, las busca con candil en la relectura y las encuentra, claro. Quizá el autor haya querido subrayar, precisamente, la sensación de que las "cosas grandes" eran de hombres en aquellos tiempos. Por suerte, vamos cambiando.

Sobre cómo leer esta novela desde su inicio opina y bien Paco Cuesta en esta entrada que concluye con todo acierto en un pájaro.

Mª Ángeles Merino levanta acta minuciosa, interesante y cierta de lo que ocurrió durante la presentación de esta novela en la Feria del libro de Burgos. Eso sí, la acompaña su amiga Austri... que no saludó aquel día.



Mª Ángeles Merino nos sigue facilitando el acertadísimo comentario que su hermano Agustín dedica a Brillante, de Luis Ángel Lobato, nuestra lectura del mes de mayo: aquí sobre el fulgor azul del blancoaquí sobre el alejamiento del azul, con todo lo que ello significa.



Sigue Pancho haciéndonos disfrutar a sorbitos con la lectura de La saga/fuga de J.B. que nos ocupó hace meses. Aquí nos lleva a un delirio lírico y amanecido entre sinestesias y becquerianismos para terminar -no sé cómo, pero ahí están bien puestos- con The Smiths.

Con esta lectura, que nos ocupará todo el mes de junio,  terminamos el presente curso del club de lectura, que regresará en septiembre.
Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos.
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Con esta lectura, que nos ocupará todo el mes de junio, cerramos el curso del Club de lectura. En julio anunciaré los primeros títulos del próximo curso. Admito sugerencias que me podéis hacer llegar a través de comentarios en el Facebook o en esta entrada del blog o por correo electrónico. Recordad que leemos por turnos un autor vivo y otro muerto. Para el próximo curso ya tenemos en cartera: La sirena de Gibraltar de Leandro Pérez, El hombre pez de José Antonio Abella, La noche que no paró de llover de Laura Castañón, Don Juan Tenorio de José Zorrilla y una selección de novelitas de María de Zayas.

jueves, 25 de mayo de 2017

ya es el siguiente minuto: la despedida traumática en Brillante de Luis Ángel Lobato y noticias de nuestras lecturas con anuncio de la próxima


No deberíamos olvidar que, aunque no fuera este el orden de publicación, Brillante abre la trilogía del desamor que continúan Lámparas y Dónde estabas el día del fin del mundo. Como tal, es una entrada conceptual en un mundo en el que yo el poético se tambalea víctima de la incertidumbre, el desamor y la contemplación de un mundo hostil ocupado por una ciudad nevada -una ciudad, todas las ciudades- en la que lo nocturno y las luces urbanas evidencian las grietas que separan la realidad de lo onírico. Quizá sea el poemario de más difícil lectura de los tres pero los prepara y reúne en un todo sólido y coherente.

El final de Brillante anticipa todos los finales de mundo que se encuentran en cualquier separación amorosa, más en la que poetiza con tanta fuerza. El yo poético y el tú objeto de la pasión (Perdóname:/ quiero ocuparme de tu vida) se separan y el primero queda en soledad dolorida, anticipada por la amada:

Pero se ondula
un movimiento añil
cuando repites:
ya es el siguiente minuto
no dejes de abrazarme.

El color azul es clave en este poemario -con su singular significado para el poeta- y aquí se torna añil, ese tono de azul oscuro y violeta que penetra directamente en la noche -antiguamente los pintores no usaban el negro para la sombra nocturna, sino tonos de violeta oscuro, morado-. Lo interesante de la expresión usada por Lobato es que dota al color de movimiento a partir de la propia palabra de la amada que anticipa la despedida. La separación se torna violenta y vertiginosa:

Después escupes
el vómito
sobre el retroceso
de todas las cerraduras
y las teclas sin números
de los ascensores.

Es tan doloroso el resultado de la separación, que solo puede expresarse con un intento de alejamiento a partir de la abstracción de las formas geométricas:

En adelante,
sobre la base científica
de otra escena,
el perímetro
de un pómulo que destroza
el ángulo recto
de cualquier pentagrama.

El yo poético queda desarmado y en la incertidumbre más absoluta, que ya no le garantiza ni siquiera la forma en la que la realidad conocida se le ha presentado hasta ese momento:

¿Y si a continuación
de la escalera
me recibe un puente
con un ser gritando?

Y el desamor lo condena casi a vagar por el mundo en el filo de la grieta entre lo conocido y lo que no lo es, lo real y el mundo onírico, cayendo hacia un lado o hacia otro guiándose solo por las luces de una ciudad para siempre nevada y nocturna:

Brillante.
Nada más.

Noticias de nuestras lecturas

Mª Ángeles Merino publica una glosa en verso de su hermano, Agustín, sobre el azul añil, en el poemario de Lobato. No hay que perdérselo, como tampoco esta otra entrada en la que Agustín también -Mª Ángeles aún nos debe entrada personal sobre este poemario- canta el amor constante.



Sigue Pancho disfrutando y haciéndonos disfrutar de La saga/fuga de J.B, la novela de Torrente que nos ocupó hace meses y que él ha decidido disfrutar a poquitos. Aquí nos trae personajes que son porque son una cosa y la contraria...

Próxima lectura:
Pasos en la piedra, de José Manuel de la Huerga



Durante el mes de junio leeremos Pasos en la piedra, de José Manuel de la Huerga. Este título obtuvo el Premio de la Crítica de Castilla y León al mejor libro publicado por autor castellano y leonés en el año 2016. José Manuel de la Huerga (Audanzas del Valle, León, 1967) es un escritor ya consolidado desde que obtuviera el Premio de las letras jóvenes de Castilla y León en 1992 por su relato Conjúrote, triste Plutón. Desde entonces, sus obras se han sucedido de forma regular alternando poesía, relato corto y novela. Con anterioridad había sido cuatro veces finalista del premio de la Crítica de Castilla y León.

Paco Cuesta no ha podido resistirse a comenzar el comentario de la novela e ilustra su primera entrada llamando a la memoria desde un Dodge 3700 GT...

Con esta lectura, que nos ocupará todo el mes de junio, cerramos el curso del Club de lectura. En julio anunciaré los primeros títulos del próximo curso. Admito sugerencias que me podéis hacer llegar a través de comentarios en el Facebook o en esta entrada del blog o por correo electrónico. Recordad que leemos por turnos un autor vivo y otro muerto. Para el próximo curso ya tenemos en cartera: La sirena de Gibraltar de Leandro Pérez, El hombre pez de José Antonio Abella, La noche que no paró de llover de Laura Castañón, Don Juan Tenorio de José Zorrilla y una selección de novelitas de María de Zayas.

Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos.
Entrada del Club de lectura cada jueves, en este blog.