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domingo, 7 de enero de 2018

Encuentro en Burgos con los escritores Leandro Pérez y Laura Castañón


Martes 9 de enero a las 17:00 hs.
Sala Polisón del Teatro Principal de Burgos.
Entrada libre hasta completar el aforo.

(Los miembros del club de lectura tendrán reservado asiento, 
por lo que ruego confirmación de asistencia a través del cauce habitual).

Dos autores muy diferentes nos han ocupado estas últimas semanas en el Club de lectura. Con el paréntesis del Don Juan Tenorio de José Zorrilla, hemos leído La sirena de Gibraltar de Leandro Pérez y ahora La noche que no paró de llover de Laura Castañón, dos títulos que abarcan a un público muy amplio y variado. Dialogar con ellos se presenta como una oportunidad de cruzar opiniones sobre la narrativa actual desde ángulos distintos y escuchar a dos escritores que se han consolidado en la literatura española con su segunda novela. Una gran ocasión para los lectores. Un buen regalo de Navidad que se puede completar con el encuentro con los autores y la firma de los libros. Como es costumbre en este club, cuando se celebra un encuentro de este tipo, lo haremos en abierto para todos los interesados. Os esperamos a todos, por supuesto. He de agradecer la generosidad de ambos y las facilidades dadas para programar este acto.




Leandro Pérez (Burgos, 1972) es escritor y periodista. Dirige Zenda una de las páginas literarias de internet más importantes en el ámbito del español. Su primera novela, Las Cuatro Torres (Planeta, 2014), llamó la atención de los amantes del género negro en España. Su segunda, La Sirena de Gibraltar (Planeta, 2017), le ha posicionado definitivamente en lo más alto de este tipo de narrativa. El protagonista de ambas, Juan Torca, es un hallazgo brillante como personaje literario pero no es la única virtud de estas dos novelas, bien trabadas en el argumento, ritmo narrativo y contextualización en la España contemporánea.




La asturiana Laura Castañón (Revallines, 1961) ha trabajado en medios de comunicación, como programadora cultural y desde los años ochenta ha dirigido talleres literarios y programas de animación a la lectura. Su primera novela fue Dejar las cosas en sus días (Alfaguara, 2013). Con La noche que no paró de llover (Destino, 2017) se ha consolidado como una escritora de novelas que atrapan al lector desde el inicio por la forma de contar grandes conflictos personales a través de la reconstrucción de la memoria personal, familiar y social. En las dos obras ha sabido resolver la complejidad de la estructura con la lectura agradable. La autora repite en estos encuentros puesto que ya se reunió con los lectores burgaleses en febrero de 2014.



El Club de lectura de La Acequia comenzó el jueves 24 de abril de 2008 con la primera lectura colectiva del Quijote realizada en el mundo con los medios de la web 2.0. Esta iniciativa de lectura de la novela cervantina permanece abierta para aquellos que quieran sumarse a ella en cualquier momento en este enlace y puede usarse como la única guía de lectura completa del Quijote disponible hoy en Internet, con licencia Creative Commons 4.0.


El éxito del proyecto impulsó el lanzamiento de uno de los clubs de lectura más antiguos en Internet en español, gratis y en abierto. Durante el curso académico se propone la lectura de un título al mes, de todos los géneros: narrativa, poesía, teatro y ensayo. Se alternan autores clásicos con autores vivos y por él han pasado títulos de Miguel de Cervantes, Óscar Esquivias, Gustavo Adolfo Bécquer, Eduardo Mendoza, Valle-Inclán, Lope de Vega, Juan Cavestany, Almudena Grandes, Pío Baroja, Lorenzo Silva, Antonio Machado, Miguel Delibes, Jesús Carrasco, Benito Pérez Galdós, Antonio Muñoz Molina, Pablo Neruda y Laura Castañón, Gonzalo Torrente Ballester, María Teresa León, Leandro Fernández de Moratín y José Luis Sampedro, Avellaneda, Carmen Laforet, José Antonio Abella, Carmen Martín Gaite, Mario Vargas Llosa, Antonio Muñoz Molina, Fermín Herrero, Núñez de Arce, Diego Fernández Magdaleno, José Jiménez Lozano, Pedro Calderón de la Barca, Emilia Pardo Bazán, José Cadalso, Sara Mesa, Mariano José de Larra, Miguel Ángel Santamarina, Miguel de Unamuno, Marina Perezagua, Fernando Aramburu, Manuel Chaves Nogales, Care Santos, Luis Ángel Lobato, José Manuel de la Huerga, María de Zayas, Leandro Pérez... El listado completo de obras puede consultarse en la columna derecha de este blog.

La ventaja de este club de lectura es que absolutamente voluntario. Nadie tiene más pretensión que el de la lectura en común de las obras y el encuentro con los autores que quieren acompañarnos. No depende de ningún interés editorial y, por lo tanto, aquí no leemos bajo presiones comerciales o modas. Quien quiere sumarse a la lectura y a las actividades que programamos a lo largo del curso es bienvenido y puede hacerlo en parte del listado anual o en su totalidad, compartiendo con todos sus opiniones -que no tienen por qué ser siempre positivas- o en silencio, como guía de lectura personal. Y, además, al leer un libro al mes puede hacerse compatible con cualquier plan de lectura personal o con los propuestos por otros clubs de lectura.

Desde el año 2011 cuenta con dos formatos:
 
  • El club de lectura virtual, al que pueden sumarse libremente todos los aficionados a la literatura. En La Acequia se publican todos los jueves entradas correspondientes al libro del mes, más un resumen de las noticias de las lecturas en las que se enlazan los blogs del resto de los participantes. También puede seguirse el club de lectura a través de comentarios en las entradas correspondientes o como meros lectores.  Súmate a la página del Club en Facebook en este enlace.  Si decides seguir la lectura publicando aportaciones en tu blog, te agradecería que me lo comunicaras para incorporarlas en las noticias semanales.
  • El club de lectura presencial, sostenido por Alumni Burgos (antes, Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos), que se reúne una vez al mes para comentar el título correspondiente. Se programan también encuentros con los autores de las obras (hasta ahora hemos celebrado sesiones con Laura Castañón, José Antonio Abella, Fermín Herrero, Diego Fernández Magdaleno, Jaime Covarsí, Miguel Ángel Santamarina o Care Santos y viajes a los espacios de algunas de las obras leídas (El hereje y Don Juan Tenorio nos llevaron a Valladolid, El río que nos lleva a Aranjuez y las Crónicas de la guerra de África a Tánger, con Cervantes y Jaime Covarsí viajamos a Alcázar de San Juan y Campo de Criptana). Este segundo formato tiene plazas limitadas y hay que inscribirse al comienzo de cada curso, siendo necesario asociarse en Alumni Ubu.


ADVERTENCIA: Las entradas de La Acequia tienen licencia Creative Commons 4.0 y están registradas como propiedad intelectual de Pedro Ojeda Escudero. Pueden ser usadas y reproducidas sin alterar, sin copias derivadas, citando la referencia y sin ánimo de lucro.


jueves, 7 de diciembre de 2017

De la épica a la realidad en La sirena de Gibraltar y noticias de nuestras lecturas y anuncio de la próxima.


Una de las cosas más difíciles cuando se comenta una novela negra o cualquiera de las que contienen un misterio es analizarla sin desvelar el desenlace. No sé si podré cumplirlo del todo en esta entrada, lo que advierto para aquellos que lean una historia solo por el argumento. Aquí he dado ya otras razones para leer La sirena de Gibraltar: está inusualmente bien escrita (lo que no suele ser muy habitual en este tipo de libros), de forma verosímil, con un protagonista que es un descubrimiento y que se ajusta con precisión a un nuevo tipo de aventurero español, con personajes secundarios que completan una gama que va desde lo costumbrista hasta la modernidad, que mantiene bien la tensión y está estructurada con acierto. Sin embargo, no puedo dejar de comentar, sin dar demasiados detalles por la razón dicha, una de las claves más acertadas de la novela.

Algunos novelistas que practican este género incurren en un error: pensar que las cosas grandes que nos amenazan a todos son épicas y tienen una dimensión de grandeza conspiranoica. La realidad nos desengaña, como vemos en cualquiera de los informativos que tratan de corrupción, crímenes y delincuencia. Hasta los mayores delincuentes son seres como nosotros. Cuando un político corrupto deja de ser intocable observamos en él las miserias más humanas y la prensa nos regala sus fotografías en actitudes cotidianas o participando en horteras fiestas de pijama o en orgías en calzoncillos. La épica es cosa de distancia y arte, no de la realidad. Por eso, algunas novelas del género negro nos parecen falsas o pretenciosas. Si algunas de las que toman este camino se salvan es porque son decididamente literarias, con todas las consecuencias.

Leandro Pérez no incurre en ese error tan habitual, sino que maneja sabiamente las claves de la realidad. Inicialmente, el caso de La sirena de Gibraltar parece enraizarse en las grandes palabras que nos han ocupado en la época de la corrupción política y económica que gobernó España -si es que esto es pasado- y las investigaciones llevan al protagonista por ese lado. Alfred Hitchcock fue un maestro en el manejo de ese suspense que comenzaba con una amenaza para el mundo que conocemos y terminaba en una interesante trama de pasiones humanas, muy humanas. Es lo mismo que hace Leandro Pérez con éxito. Son las pasiones más humanas las que explican La sirena de Gibraltar, como todas las cosas que nos ocurren en el mundo por mucha épica que luego le pongamos. De ahí que esta novela nos lleve con el MacGuffin hitchcocktiano hasta la raíz de nuestros comportamientos, que explica por qué puede aparecer una joven muerta en el Manzanares y por qué ninguno de nosotros estamos libres de parecernos a cualquiera de los personajes de la trama.

Noticias de nuestras lecturas


Mª Ángeles Merino ha publicado la segunda parte de su crónica del viaje a Valladolid realizado por el club de lectura con motivo del homenaje a José Zorrilla por el bicentenario de su nacimiento. Aquí la parte correspondiente a la exposición del Archivo municipal, una detallada descripción del recorrido que puede hacerse por la muestra. Y aquí, la tercera, en la que recoge la sesión académica en la que comentamos el drama Don Juan Tenorio. Y la cuarta, con la visita a la Casa Museo Zorrilla... con fantasma y todo, para no perdérsela.

De la cárcel al convento nos lleva Pancho siguiendo el rastro de don Juan en una entrada que termina y bien terminada con Bambino.  En la siguiente comenta el cuarto acto, pura acción... hasta Elton John (nos lleva hasta aquí seducidos como doña Inés). Con todo el acierto ve como dramatización del tiempo la segunda parte del drama. Y hacia el final llega con una magistral manera de percibir la actitud de don Juan ante lo que le sucede.

Anuncio de la próxima lectura



Laura Castañón es una de las escritoras que repiten en este Club de lectura. Ya nos acompañó con su anterior novela, Dejar las cosas en su día, incluso se reunió con los lectores en febrero de 2014. Ahora regresa con La noche que no paró de llover (Planeta, 2017), que nos ocupará todo el mes de diciembre. En enero tendremos un encuentro con la autora en Burgos para comentar la novela.


Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos.
Entrada del Club de lectura cada jueves, en este blog, aunque en las últimas semanas no haya podido cumplir esta promesa por diferentes cuestiones que espero se vayan remansando en las próximas.
Información sobre el presente curso en el club en este enlace.

jueves, 23 de noviembre de 2017

Que ya no valemos para nada o cómo Juan Torca comprende la realidad, homenaje del Club de lectura a José Zorrilla y noticias de nuestras lecturas.


Juan Torca, el protagonista de La sirena de Gibraltar de Leandro Pérez es un hombre maduro que está a un paso de dejar de serlo. Todavía puede correr por el Retiro como entrenamiento físico, se encuentra en una forma aceptable y resulta atractivo para las mujeres. Pero es un hombre que ya ha dejado de ser joven y que no tiene la agilidad ni la energía de unos años antes. Sucede lo mismo en todos los aspectos psicológicos, morales y de juicio sobre el mundo. Tanto él como su grupo de camaradas pertenece a un tiempo que ya comienza a no ser el presente. Nunca fueron protagonistas de la historia, tampoco. Todos ellos son secundarios que a veces estuvieron en los grandes campos de acción que relatan los libros históricos pero que tuvieron que protegerse en grupo más como camaradas que como héroes. Esta perspectiva es frecuente en la novela negra (solo hay que recordar a Pepe Carvalho) y Leandro Pérez sabe explotarla con inteligencia y eficacia como recurso. A diferencia de Rodrigo, su hijo policía, honesto y cumplidor, Juan Torca ve el mundo como quien sabe que tiene poco arreglo en general y cada uno debe actuar como puede en las circunstancias que le rodean. Como dice Jandro resumiendo las razones para que su amigo se encuentre recuperándose en la cama tras haber sido herido y perder a la mujer a la que custodiaba: Que a Juan le cayeron tres tiros y que se llevaron a la chica. Que ya no valemos para nada.

Este es un aspecto de la novela que me interesa mucho. Este cruce de tiempos y de mundos que se expresa incluso en la necesidad de correr cuatro o cinco días a la semana (Correr no era sólo correr. (...) Olvidarse, a veces, de uno mismo. Y, en otras ocasiones, en cambio, viajar al pasado y revivir desde los sucesos más nimios hasta los más extraordinarios.), explica en buena manera los relatos publicados de Torca. La sirena de Gibraltar -como antes Las cuatro torres (2014)- nos sitúan ante un mundo que cambia y que debemos comprender. Torca ya no es joven pero puede ayudarnos porque conoce la verdadera forma de actuar de quienes controlan de verdad la vida de la gente. Viene de un pasado reciente -no necesariamente mejor- y puede comprender que debajo de todas las novedades rigen las grandes pasiones de siempre. Se encuentra con personas honestas y criminales -en potencia o no- en un tiempo que ya comienza a no ser el suyo y su carga de experiencia ante las actitudes humanas le ayudan a resolver sus casos pero también a aceptar que nunca se alcanza ni la felicidad completa ni una sociedad perfecta. Lo importante, en todo caso, es darse cuenta y comenzar a actuar en consecuencia con el resto de moralidad que a uno le quede tras el paso del tiempo.

(El jueves de la semana que viene terminamos con la serie de comentarios sobre La sirena de Gibraltar.)


Homenaje del Club de lectura a José Zorrilla 
con motivo de su bicentenario


El pasado sábado, día 18 de noviembre, los miembros del Club de lectura que pudieron acercarse, nos vimos en Valladolid con motivo de homenajear la memoria de José Zorrilla cuando se conmemora el bicentenario de su nacimiento en esa ciudad. Los actos fueron sencillos pero emotivos y para nosotros fue un honor contar con la presencia de la responsable de la Casa de Zorrilla, Paz Altés, y de  Arsenio Tejedor Nieto, el concejal de cultura de Torquemada, pueblo natal del padre de Zorrilla y en donde el escritor aspirara un día a tener casa solariega en donde retirarse. Quiero agradecer el cariño y las facilidades dadas y a los guías del Archivo Municipal y de la Casa de Zorrilla. Especialmente a Javier Calaveras, que nos acompañó también en la comida.

Los actos comenzaron a primera hora de la mañana ante la tumba de José Zorrilla en el Panteón de Vallisoletanos ilustres del Cementerio del Carmen, con la lectura del poema que compusiera para el entierro de Larra. Intervino también Luz del Olmo leyendo un poema original en homenaje a la memoria del romántico. Después, se celebró la visita a la exposición conmemorativa que se muestra en el Archivo municipal gracias a las gestiones de su director, Eduardo Pedruelo, mi exclusivo nombre de poeta. El título es un verso del autor y alude a a lo que siempre quiso considerarse. La muestra presenta un sustancioso recorrido por la biografía y la obra de Zorrilla a través de la exposición de paneles y objetos, así como una colección de las ediciones de sus textos. Como hablaré de ella en otro momento, me limitaré aquí a recomendar la visita. Hubo también, como es lógico, visita a la estatua de Zorrilla en la plaza que lleva su nombre y un breve recorrido por Valladolid, seguido de comida necesaria y festiva.

Por la tarde, visitamos la Casa Museo Zorrilla. Además de su mucho interés como museo, pudimos disfrutar de la muestra temporal de moda romántica, de la diseñadora Inmaculada Cedeño, que sirve como excelente contextualización a lo que pudo ocurrir en aquellas dependencias en vida de Zorrilla. Y en la sala Narciso Alonso Cortés de la Casa celebramos la sesión académica con el comentario de la lectura del drama Don Juan Tenorio que nos ha ocupado los pasados días.

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Una jornada para el recuerdo. Podéis ver la crónica y las fotografías en la entrada que ha publicado María Ángeles Merino con todo ello y que me ahorra una descripción más detallada.

Paco Cuesta echa su cuarto a espadas sobre el aparente conflicto entre teología y teatralidad del Tenorio. Y bien echado, claro.

Pancho sigue con el Tenorio y en esta entrada da cuenta de las claves esenciales del éxito en la recepción del drama.


Otras lecturas



Como sabéis, hace tiempo leímos La saga / fuga de J.B. de Gonzalo Torrente Ballester y Pancho decidió bebérsela a buchitos. Aquí va desde los que mean en los muros hasta don Asterisco, alborotador nocturno... no digo más.


Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos.
Entrada del Club de lectura cada jueves, en este blog, aunque en las últimas semanas no haya podido cumplir esta promesa por diferentes cuestiones que espero se vayan remansando en las próximas.
Información sobre el presente curso en el club en este enlace.

jueves, 16 de noviembre de 2017

Ya es todo carnaval en la Hostería del Laurel y noticias de nuestras lecturas. Continuamos con La sirena de Gibraltar.


He escrito varias entradas sobre José Zorrilla y Don Juan Tenorio. En este espacio, suelo escribir una entrada llegado el día de los Fieles Difuntos (el Don Juan no es para Todos los Santos sino para los Fieles Difuntos, pero no nos pongamos quisquillosos). Pueden consultarse en este enlace (se recuperan en orden inverso), lo que me evita repetirme aquí.

Siempre me ha gustado el Tenorio de Zorrilla. Su condición de fiesta teatral me atrae. Muchos miran el drama de forma ceñuda. El mismo autor lo hizo, despellejándola -tanto al texto como a la forma en la que se representaba- pero no consintiendo en que nadie lo hiciera. El problema es que muchos no soportan su popularidad, su éxito, su condición de engranaje perfecto para la escena, su potencial arrollador. Estos prejuicios les impide disfrutar de la obra como lo que es, puro teatro que puede tomarse en serio, en sentido paródico o en cualquiera de los muchos matices que permite el texto. Esto es lo que está detrás de su enorme éxito. El drama nos puede hacer pensar sobre la condición humana, sobre la sociedad, sobre la transgresión a las normas y sus consecuencias, pero sobre todo nos arrastra al juego. Esto es lo que se ha comprendido generación tras generación, lo que comprendieron los jóvenes del 27 cuando lo representaban todos los años en la Residencia de Estudiantes (qué inteligencia la de Federico García Lorca escogiendo para sí el papel del Escultor).

Siento pena por aquellos que no se dejan arrastrar por la fiesta teatral, la pura esencia de juego dramático que contiene Don Juan Tenorio. Allá ellos, me digo, nada más comenzar la obra de forma tan extraña para un drama decimonónico -hasta en eso se mostró osado Zorrilla-, con el protagonista en escena sin que el espectador sepa nada él, ofendido:

¡Cuál gritan esos malditos!

Y ya todo es carnaval en la Hostería del laurel de Sevilla. Incluso lo es en el panteón que Don Diego ha pagado para las víctimas de Don Juan. Porque, en el fondo, toda la vida humana es carnaval.


Noticias de nuestras lecturas

Este sábado día 18, el Club de lectura rendirá homenaje a José Zorrilla. Visitaremos su tumba en el Cementerio del Carmen de Valladolid, la Casa Museo que lleva su nombre y la exposición que con motivo del bicentenario se muestra en el Archivo Municipal de esa ciudad. Las plazas de las visitas son limitadas pero si estás interesado en el acto en el cementerio o asistir a la reunión presencial del club de lectura para comentar Don Juan Tenorio (abierta al público hasta completar el aforo), escríbeme un correo o un mensaje privado en Facebook.

Mientras se pide el papel de Brígida, Mª del Carmen Ugarte García recuerda sus Tenorios y comenta alguna de las cosas esenciales del drama y su recepción por el público.  No te lo pierdas.

Pancho nos presenta la biografía intensa de Zorrilla para que podamos comprender su obra: un bala perdida que se convierte en el autor más popular de su tiempo. Y termina con la M.O.D.A., no se puede pedir más de su entrada.

Mª Ángeles Merino recuerda su primer Don Juan, televisivo -qué añoranza de aquellos programas de Estudio1-, y define al Tenorio hoy como un yonqui del amor...

Paco Cuesta lee con finura ejemplar El burlador de Sevilla y el Don Juan Tenorio: de la teología del castigo a la del amor. Una entrada para enmarcar.

Y aquí podéis leer el poema que Luz del Olmo ha escrito para leer el sábado 18 ante la tumba de Zorrilla, en el homenaje al poeta que celebraremos todos los lectores que os queráis acercar por allí.

Continuamos con La sirena de Gibraltar


Tras el paréntesis en su lectura para acercanos a la figura de José Zorrilla a través de su Don Juan Tenorio, regresamos a La sirena de Gibraltar, la novela de Leandro Pérez que nos ocupará hasta el jueves 30 de noviembre.

Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos.
Entrada del Club de lectura cada jueves, en este blog, aunque en las últimas semanas no haya podido cumplir esta promesa por diferentes cuestiones que espero se vayan remansando en las próximas.
Información sobre el presente curso en el club en este enlace.

jueves, 9 de noviembre de 2017

Presentamos a Juan Torca y noticias de nuestras lecturas, con aviso de un paréntesis.


Torca no era un obseso del orden, pero se había pasado años comprimiendo sus pertenencias en petates, mochilas y maletas. Llega un momento, tras ver al protagonista en acción y charlando con su hijo Rodrigo, policía honesto y con principios, en el que la acción se detiene de forma oportuna para presentarnos a Torca. Es algo necesario, en especial para aquellos que no hayan leído la primera novela que protagonizó. Previamente lo ha caracterizado a pinceladas, en especial en la conversación con su hijo: La mayoría de los asesinos son gente corriente, como tú y como yo, le dice. Cuando su hijo se marcha del piso -excelente el detalle de la gorra-, se queda solo: A seguir cayendo.  Apenas un cajón con algunos recuerdos en el antiguo mueble bar, sobre todo los que le ataban con Raquel, su mujer. Un álbum de fotos en el que está todo lo que debe estar en una vida corriente excepto una cosa, él: El militar, el infiltrado, el mercenario, el tipo siempre dispuesto a enfrentarse a casi todo, pero incapaz de mantener un hogar. En estas tres citas se cifra el carácter de Torca, un personaje que guarda todas las historias dentro: las de su pasado, en el que hay pasajes los suficientemente oscuros como para no contarlos; las de su presente, en el que solo un puñado de personas y de cosas firmes le sostienen; las de su futuro, en el que unas pocas certezas le guiarán pero siempre en los márgenes de las vivencias más tremendas.

Torca habla poco, ha sobrevivido a su pasado y ha pactado consigo mismo. De joven, fue militar con gran ilusión y prestó servicios en la guerra sucia contra ETA y algún otro que también lo llevó a las cloacas del sistema; fue mercenario con sus compadres -antiguos compañeros de armas- hasta que regresó de Afganistán y se dedicó a la seguridad privada. Finalmente, se dedica a trabajar por libre. No lo necesita económicamente, pero acepta casos que le sitúan en la frontera del abismo. Es aficionado al fútbol y sale a correr por el Retiro. Viudo, solo tiene como familia a su hijo Rodrigo. Y unos pocos amigos y colaboradores. De amores, los justos.

Es un personaje sólido, creíble y moderno, bien justificado su paso por algunas de las situaciones más complicadas del ejército español de las últimas décadas, también las que le llevan como mercenario a un escenario de guerras contemporáneas y de regreso a una España inmersa en la corrupción. Con un personaje como Torca se puede recorrer un escenario lleno de incidencias desde lo local hasta lo global. Este es uno de los grandes atractivos de estas novelas de Leandro Pérez, que las hace distintas a las novelas negras convencionales.

Noticias de nuestras lecturas

Pancho entra en el comentario de la novela desde la portada, por derecho y al grano. Nos deja la faena de introducción completamente expedita y bien asentada. Una invitación a seguir leyendo. Pasa después a analizar con brillantez el estilo narrativo y la caracterización del personaje principal. No te pierdas esta entrada tampoco.


Mª Ángeles Merino escribe una entrada emotiva para abordar los personajes femeninos de las novelas de Mª de Zayas que comentamos el pasado mes. En ella da voz a su madre para asociar inteligentemente las novelas de la Zayas con un drama de Lope, El acero de Madrid. Y es cierto todo lo que dice y digo más: en las novelas de Zayas hay, prosificadas, varias comedias de capa y espada... No os perdáis esta entrada.

Don Juan Tenorio de José Zorrilla




Con motivo del bicentenario del nacimiento de José Zorrilla que se conmemora en el presente año, hacemos una pausa en nuestra lectura de La sirena de Gibraltar la próxima semana para leer y comentar la obra más popular del poeta romántico, sin duda la pieza teatral más representada en los escenarios españoles, el drama Don Juan Tenorio. Aunque en este blog ya he comentado varias cuestiones sustanciales de este drama, el hecho de ser el asesor de los actos del bicentenario organizados por la Casa de Zorrilla de Valladolid y participar directamente en alguno de los eventos y publicaciones que con este motivo se han programado, me han llevado a proponer a los que siguen este club de lectura revisitarla. De esta forma, el jueves que viene publicaré mi entrada dedicada al drama y os propongo que elijáis un tema, una escena, un motivo o un recuerdo personal y escribáis sobre él bien en vuestros blogs, bien en Facebook o con comentarios a la entrada que publique la próxima semana.

Con este motivo, el sábado 18 de noviembre los seguidores del Club de lectura realizaremos un sencillo homenaje a Zorrilla en su ciudad natal, Valladolid. Aquellos que queráis sumaros, escribidme un correo electrónico o un mensaje privado en Facebook.

En este enlace tenéis una más que correcta edición de la obra en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, aquí podéis ver la obra en una versión para Estudio 1 de TVE (con Francisco Rabal y Concha Velasco en sus principales papeles), aquí la versión itinerante del Tenorio de Alcalá de Henares de 2005 y aquí la que se hizo en 1988.

Después volveremos a La Sirena de Gibrarltar para cerrar con ella el mes de noviembre. De todas las formas, en estas noticias seguiré recogiendo las entradas y comentarios que hagáis indistintamente de una u otra obra.

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Paco Cuesta comenta las claves esenciales del drama de Zorrilla y de su éxito: el juego del puro teatro. Qué acierto de entrada, no os la perdáis.

Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos.
Entrada del Club de lectura cada jueves, en este blog, aunque en las últimas semanas no haya podido cumplir esta promesa por diferentes cuestiones que espero se vayan remansando en las próximas.
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jueves, 2 de noviembre de 2017

La sirena de Gibraltar y noticias de nuestras lecturas


Leandro Pérez (Burgos, 1972) es escritor y periodista, ha lanzado varios proyectos en internet y actualmente dirige Zenda, una web literaria de gran interés tanto para el público en general como para los profesionales y académicos, que invito a visitar con calma y recorrer todos sus rincones. Como escritor, se dio a conocer a los lectores con la publicación de Las cuatro torres (Planeta, 2014), una novela negra que ya llamó la atención de los críticos y le aportó un buen número de lectores incondicionales en la que estaba muy claro su potencial como narrador. Allí aparece ya Juan Torca, el personaje principal magníficamente construido. Torca es un exmercenario que se dedica a investigar casos criminales por encargo. El personaje es sólido: bien caracterizado, apasionante en lo que nos dice y en lo que calla, con un pasado oscuro que amenaza de vez en cuando con aparecérsele en su presente, hombre experimentado en todo tipo de situaciones, etc. En una historia de este género, poder construir un personaje como este garantiza el éxito. Dentro del mundo de la novela negra tiene antecedentes pero también un hueco propio. Torca es muchas cosas pero también netamente un producto de la España contemporánea en su forma de pensar, en sus experiencias vitales y, especialmente, en la gente con la que se rodea y se cruza en su vida. Vuelve a aparecer en esta segunda novela, La sirena de Gibraltar (Planeta, 2017), que completa y amplía su retrato y el mundo de referencias en el que se mueve.

La sirena de Gibraltar se ambienta en la España contemporánea ("Esta novela de Juan Torca trascurre en 2012. Los hechos narrados pertenecen a la ficción, la menos virtual de las realidades", dice la nota inicial) y añade sabias dosis de un retrato social con la puesta en juego de pasiones humanas nobles e innobles. La historia está muy bien trazada y mantiene el interés hasta el final, no solo para los amantes del género. Es parte de esta estructura la dimensión temporal que ayuda, por una parte, a anclarla en unos momentos que podemos reconstruir con nuestra memoria o con la consulta de una hemeroteca, pero también a construir un ritmo muy apropiado para estos relatos: desde el lunes 1 de julio hasta el domingo 7 de julio, con un epílogo que nos lleva al 13. La tensión, por lo tanto, se acrecienta con el tiempo marcado sabiamente en la estructura.

El arranque de la novela es magnífico. En la madrugada, Torca asiste a la recuperación del cadáver de una joven, clavado en un bloque de hormigón y arrojado al río Manzanares. La descripción es muy lírica:

La muerte es una sirena andaluza con la cola forrada de hormigón. Una sirena de ojos abiertos y pechos mecidos por la corriente, que seduce a peces y buzos.

El lector se enfrenta, desde el primer párrafo a los enigmas esenciales de este misterio: quién es la joven, quién la asesinó y arrojó así al río, qué razones tenía para hacerlo y, desde la primera página, qué tiene que ver Juan Torca con todo ello. Y ya no podrá soltar la novela.

Continuaremos con el comentario en los próximos jueves.


Noticias de nuestras lecturas

Mª Ángeles Merino nos introduce, en conversación paseada con Austri, en la novela de Leandro Pérez: ahí está todo para abrir boca, pero, sobre todo, que abunda más de lo que imaginamos las zonas intermedias entre lo bueno y lo malo...




Pancho continúa con la lectura de las novelas de María de Zayas que nos ha ocupado las pasadas semanas. Aquí nos trae un diablo burocrático y que se pica para ser bueno... y termina con María Dolores Pradera, que es un acierto.

Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos.
Entrada del Club de lectura cada jueves, en este blog, aunque en las últimas semanas no haya podido cumplir esta promesa por diferentes cuestiones que espero se vayan remansando en las próximas.
Información sobre el presente curso en el club en este enlace.

jueves, 26 de octubre de 2017

No se sujetó a ninguno y noticias de nuestras lecturas, con anuncio de la próxima.


María de Zayas daba fin a la segunda parte de su colección de novelas con una breve nota. En ella comenta que cede a su pretensión inicial de dar un final trágico a la historia de Lisis, la mantenedora principal del sarao entre los diez amigos, para recluirla en un convento. Al lector actual le extrañará que la autora considere un final feliz este, pero la explicación que le da a Fabio no deja lugar a dudas:

No es trágico fin, sino el más felice que se pudo dar, pues codiciosa y deseada de muchos, no se sujetó a ninguno. Si os duran los deseos de verla, buscarla con intento casto, que con ello la hallaréis tan vuestra y con la voluntad tan firme y honesta como tiene prometido y tan servidora vuestra como siempre y como vos merecéis; que hasta en conocerlo ninguna le hace ventaja.

Debemos pensar en la triste situación de las mujeres en un tiempo en el que para ser libres verdaderamente deben ingresar en un convento.

A pesar de que aún quedan por resolver muchas preguntas sobre las fechas de composición y publicación de las dos partes (quizá 1637 y 1647), sus títulos (Novelas amorosas y ejemplares y Desengaños amorosos) y otras cuestiones de interés como la ordenación de las historias, la autoría de la dedicatoria, la intervención concreta del impresor, etc., lo cierto es que el tiempo trascurrido entre la redacción de ambas acentúa la visión negativa que tiene la autora sobre la suerte de las relaciones entre hombre y mujeres en su tiempo. En gran medida, las novelas constituyen una advertencia a las mujeres sobre las intenciones de los hombres y una crítica al trato que les dan estos. Cada uno de los argumentos trata un matiz relativo a esta cuestión y el relato marco de los amigos reunidos para contarse estas historias lo confirma. Obtener la felicidad en el amor no es nada fácil porque casi todas las relaciones están teñidas de sobresaltos, impedimentos e intenciones ocultas, entre las que los amores cruzados ocupan un papel sustancial. Por lo tanto, estas novelas no deben leerse exclusivamente como historias entretenidas con tema amoroso sino como un verdadero muestrario de situaciones. No es de extrañar el éxito que obtuvieron.

Espero haber conseguido el fin inicial de redescubrir para el público en general una autora orillada por la historia literaria y despertar el interés por su perspectiva, significativamente apartada de lo convencional.

- Hasta la tercera semana de octubre nos dedicaremos a comentar algunas novelas breves de María de Zayas Sotomayor.  Algunos lectores del formato presencial me pidieron continuar con la lectura de Pasos en la piedra, de José Manuel de la Huerga, el último de los títulos leídos en el curso que cerramos. Para darles tiempo a terminarla durante el mes de septiembre propuse esta otra lectura complementaria para iniciarnos ahora. Para quienes no conozcan la obra de María de Zayas (Madrid 1590-¿1661?), su descubrimiento será una auténtica sorpresa. Durante mucho tiempo su nombre fue olvidado en los manuales de la historia de la literatura española y su recuperación desde hace unas décadas ha sido lenta pero imparable. Es de justicia reconocer su importancia en la novela española. 

- Se puede encontrar una breve biografía de la autora en este enlace.

- En el mercado editorial hay varias ediciones de sus novelas. Las mejores de ellas son las publicadas por la editorial Cátedra (Desengaños amorosos al cuidado de Alicia Yllera y Novelas amorosas y ejemplares al de Julián Olivares).

Para facilitar la consulta a todos los lectores recomiendo la descarga gratuita de sus novelas en una más que correcta edición en la revista electrónica Lemir al cuidado de Enrique Suárez Figaredo: aquí las Novelas amorosas y ejemplares y aquí los Desengaños amorosos.

Noticias de nuestras lecturas

El pasado martes día 17 celebramos la primera reunión del club en su formato presencial. De lo mucho que se habló allí y del comentario de las novelas de María de Zayas podéis encontrar reseña en el acta levantada con mucho esfuerzo -que debemos agradecer- por Mª Ángeles Merino en su entrada.

Y nuestro querido Sr. de la Vega reaparece en este espacio -ahora solo tiene vida en Facebook- para comentar con su inteligencia y perspicacia habitual la personalidad de María de Zayas, su denuncia contra el trato que los varones solían dar a las mujeres y confeccionando un listado de mujeres escritoras de nuestros siglos de oro imprescindibles. Podéis verlos en este enlace.

De tretras, contratretas, cosarios y advertencias a las mujeres para que estén alerta ante las intenciones de los hombres va la atinada entrada de Mª del Carmen Ugarte García comentado las novelas de la Zayas partiendo de las locuciones proverbiales. Para no perdérsela.

Mª Ángeles Merino comenta Aventurarse perdiendo en compañía de Austri y otros personajes... con novios a la vista y todo. Le ha salido una entrada redonda después de estar bloqueada unos días...

Luz del Olmo comenta Aventurarse perdiendo desde sus dos claves: el enamoramiento como sueño y la necesidad del relato a un confidente. Buen acercamiento.

Sobre los finales felices  y en boda y la forma de denunciar el sometimiento de la mujer en aquella sociedad en las novelas de María de Zayas, escribe una excelente y aclaratoria entrada Paco Cuesta.

Pancho comenta Aventurarse perdiendo y en su comentario quiero llamarnos la atención sobre la geografía de las novelas de la Zayas, que explican mucho de lo que fue ella y del éxito de las colecciones que escribió. Y termina con Sabina, que no es moco de pavo. Después se atreve con El jardín engañoso, una novelita con mucha miga en el contexto del barroco español, que aborda en su trepidante inicio... con Gardel.

Próxima lectura: La sirena de Gibraltar de Leandro Pérez



Myriam publica su primera entrada sobre La sirena de Gibraltar, la novela de Leandro Pérez que hemos comenzado a leer y que nos ocupará las próximas semanas. Aquí nos hace una breve presentación de la misma.

Mª del Carmen Ugarte analiza las claves de lectura de la novela y se fija en una expresión de Jandro, llena de vendimia(s), que desmenuza inteligentemente, así como los pros y los contras del lenguaje de la obra.


Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos.
Entrada del Club de lectura cada jueves, en este blog, aunque en las últimas semanas no haya podido cumplir esta promesa por diferentes cuestiones que espero se vayan remansando en las próximas.
Información sobre el presente curso en el club en este enlace.