
Siete capítulos nos quedan para terminar la Primera parte y Cervantes debe cerrar las tramas abiertas. Vimos cómo, desde que Dorotea convenciera a don Quijote para abandonar la penitencia en la sierra, el relato deshacía el camino para avanzar hacia su final. No lo olvidemos: tanto esta primera parte como la segunda son novelas de camino, de viaje de ida y vuelta, con todo el simbolismo que ello conlleva.
Pero como se nos había complicado la trama tanto desde las aventuras de la sierra, en algún momento debía ir concluyendo. Lo hemos visto en los capítulos comentados estas semanas: se cierra la historia de amores cruzados y la del cautivo, aunque su cierre trae otras engarzadas que ayudan a continuar el interés del lector y que no decaiga -lo que hubiera sucedido si no nos presentara novedades, aunque cuidando que no tengan mayor extensión que las que van concluyendo.
Porque ésta es una de las funciones de la historia de don Luis y la hija del oidor, por ejemplo: cuando creemos que nada nuevo podemos esperar, sorprendernos para que nuestra atención siga en alto. Habrá más sorpresas de aquí al final del relato.
Sin embargo, el hilo suelto más importante que debía cerrar era la condición de fuera de la ley en la que don Quijote se había situado tras atacar al barbero y liberar a los galeotes. Ya hemos visto cómo se burla la justicia en la venta: concluiremos este jueves con el asunto, que aun nos deparará algunos matices de interés.
¿Qué sentimos cuando comprobamos, físicamente, incluso, que un libro que nos ha atrapado está a punto de terminar, que las hojas que restan son pocas? Por un lado, la curiosidad por su final, por otro la melancolía de que se termine. No importa: siempre podemos recuperarlo dentro de un tiempo, cuando la memoria no recuerde más que las líneas generales. Es uno de los placeres de la lectura.
¿Había decidido ya Cervantes, a estas alturas de la novela, continuarla? No lo sabemos, pero la respuesta podría explicar el tono del final de la primera parte, en uno u otro sentido. Ya lo veremos.
Otro regalo desde Argentina

Silvia Zak, autora de varios blogs de interés y colaboradora en otros muy notables, como en el Manifiesto por la Solidaridad, me ha enviado una serie de fotos relacionadas con Cervantes y el Quijote, que iré publicando en varias de las entradas con las noticias semanales.
En ésta de hoy, nos remite la fachada del Teatro Nacional Cervantes, buena muestra de lo que pretendo ilustrar con esta antología de imágenes cervantinas. Un lugar emblemático para el teatro de Buenos Aires, ciudad que tanto y tan bien cuida el hecho teatral y que es la envidia par otras muchas por su amor por la cultura. Este edificio, además, está unido a la trayectoria de una de las grandes actrices, directoras de escena y empresarias de la historia escénica española: doña María Guerrero. ¡Gracias, querida Silvia!
Os animo a mandarme imágenes de este tipo o a que las publiquéis en vuestros blogs, para acumular toda la iconografía posible sobre Cervantes y el Quijote.
En cuanto a los autorretratos quijotescos, ya sabéis que volverán, así que podéis seguir mandándomelos, que no tardaré en publicarlos. Recordad que debéis estar con un ejemplar del libro o en actitud quijotesca.
Noticias de nuestro Quijote
Abejita de la Vega publica el comentario del capítulo 42, con una acertada pregunta final: ¿hay baciyelmos en la vida cotidiana? Yo pienso que sí, pero que no los reconocemos porque solemos ir con una sola mirada. Vía Ele Bergón, publica un texto de Sanchico, presumiendo de padre filólogo. Y, gracias a Kety, un poema adivinanza de Gloria Fuertes.
Javier G. Riobó, que, como sabéis, se ha echado encima la tarea difícil de ilustrar nuestra lectura a partir de las imágenes sacadas de escaparates, nos regala, en el comentario del capítulo XLV cuatro fotos con mirada acertada, pero os recomiendo las dos primeras: soberbias en oportunidad y juego.
Manuel Tuccitano ha escrito una soberbia entrada, indicando los elementos claves del capítulo de esta semana. Continúa también su información sobre los caballeros andantes y nos informa de cómo era la formación de los futuros caballeros. También nos recuerda un aspecto que puede estudiarse desde la sociología: los dos siglos anteriores a la escritura del Quijote son épocas llenas de caballeros andantes en Europa. Para pensar.
Pancho ha publicado su comentario al capítulo de esta semana, Un plebiscito, un acuerdo y un tumulto, en el que ha sabido dar las claves del dinamismo del texto y los movimientos de atención del narrador entre tantos personajes.
Antonio Aguilera, que ha decidido -y puede- hacer una trampilla y saltar del 42 al 45, comenta el capítulo de esta semana y señala, con gran acierto, la comicidad del texto, con la ayuda de citas de autores que se han acercado al Quijote desde esta perspectiva. Luego, nos hace de don Quijote un provocador gamberro, pero lo tendréis que leer. No os perdáis la imagen de Ojito que bien nos pone a todos peleados, hasta los pechos...
Enlace con el índice de nuestra lectura, elaborado por Raúl, aquí.
Enlace con el grupo en Facebook, aquí. (Este grupo no sustituye a la lectura en este blog y no estáis obligados a uniros: lo usamos sólo como complemento, para informarnos, preguntar y debatir.)
Enlace con la entrada en la que encontraréis sugerencias si os incorporáis con la lectura ya iniciada, aquí.
Si me he olvidado de alguien, hacédmelo saber y lo subsanaré. Recordad enlazar vuestras entradas con La Acequia, para poder encontrarlas.
Vale.
Enlace con el grupo en Facebook, aquí. (Este grupo no sustituye a la lectura en este blog y no estáis obligados a uniros: lo usamos sólo como complemento, para informarnos, preguntar y debatir.)
Enlace con la entrada en la que encontraréis sugerencias si os incorporáis con la lectura ya iniciada, aquí.
Si me he olvidado de alguien, hacédmelo saber y lo subsanaré. Recordad enlazar vuestras entradas con La Acequia, para poder encontrarlas.
Vale.