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lunes, 8 de mayo de 2023

El monstruo en el laberinto de David Acebes y José Antonio Olmedo. Aforismos.

 


Ya he comentado en este espacio la evolución del aforismo español en las últimas décadas y el amplio abanico de posibilidades que presenta desde la cercanía a la máxima clásica (aún recogida en la definición del Diccionario académico) hasta el vuelo más literario, tan cultivado hoy: de la aspiración a ser grabado en bronce hasta la sutil negación de su permanencia eterna, vinculado ahora más al decir de un autor. Su brevedad encaja bien en el mundo de las redes sociales, que han contribuido a expandirlo, pero el buen aforismo contiene un engaño ingenioso: leído en segundos, obliga al lector a detenerse en él para comprenderlo y dialogar con él. El aforismo moderno no tendría sentido sin un lector capaz de este diálogo en el que negarlo o ampliarlo, nunca afirmarlo sin más. La recepción de un aforismo provoca un enramado de pensamientos y textos. Sumar aforismos en un libro siempre tiene el riesgo de la antología mejor o peor ordenada y son muy pocos los libros del género que superan este formato para proponernos algo nuevo en el que cada texto tiene sentido por sí mismo, pero también dentro de un conjunto que propone un argumento de lectura y provoca un movimiento en el lector que no sale igual que entró en el libro. Esto es lo que ocurre con El monstruo en el camerino de David Acebes y José Antonio Olmedo (Trea, 2023).

David Acebes (Valladolid, 1976) pertenece al Colectivo DARt de Poesia Visual, es autor de narrativa infantil, del ensayo La poesía es cosa de burros (2018) y de los poemarios Una décima parte de mí (2018) y El corazón está al fondo a la izquierda (2021). En toda su obra siempre ha manifestado una tendencia a la experimentación a partir de un profundo conocimiento de la tradición. José Antonio Olmedo López-Amor (Valencia, 1977) es un excelente crítico literario, cofundador de una de las revistas literarias más atractivas actualmente, Crátera, y autor de poemarios como Luces de antimonio (2011), El testamento de la rosa (2014) o Agua nueva (2021). También ha publicado ensayos como Polifonía de lo inmanente. Apuntes sobre poesía española contemporánea, 2010-2017 o la antología [Ex]centricidad. 11 exopoetas que abren camino en la poesía española contemporánea (2022).

Publicado en una de las colecciones editoriales más importantes de las dedicadas al aforismo, El monstruo en el camerino es un proyecto literario comenzado hace diez años y que ahora ve la luz para proponernos la profundización del género hacia un territorio original y bien definido. Por voluntad de los autores, no se distingue la autoría de los aforismos, por lo que debe entenderse siempre como un trabajo colectivo en el que las líneas individuales se influyen para proponernos una síntesis creativa lo que ya es, por sí mismo, una agradable propuesta para el lector.

El libro consta de once secciones (un endecasílabo aforístico en cuyo acento en sexta esconde un homenaje a Ramón Gómez de la Serna como precedente de buena parte de la apuesta creativa de los autores) que modulan no solo los temas agrupados en cada una de ellas, sino el mismo propósito por la renovación del género. El prólogo, Algunas consideraciones previas sobre El monstruo en el camerino, contiene un guiño cervantino: se trata de unas anotaciones para quien iba a escribir el prólogo, que, al leerlas renuncia a hacerlo porque considera que en ellas ya está todo lo que se tiene que decir. Un prólogo en ausencia de otro prólogo, algo circunstancial que se convierte en sustancial. No importa ya que la anécdota de partida sea falsa o verdadera puesto que en sí misma establece ya un diálogo con el lector y propone una original entrada al libro, como si de una parodia se tratara, en serio y en broma.

Siguiendo una larga tradición, los autores formulan su propio término para definir su acercamiento al aforismo: arsofismo. En el neologismo reúnen los principios de su trabajo: la esencia artística entendida como creacionismo culturalista que no renuncia al contexto histórico (ars); la aproximación a nuestro tiempo líquido en el que la verdad parece haberse destruido desde una retórica que niega al adversario toda razón poniendo en evidencia la postverdad que campa en nuestro tiempo (sofisma). Estas son las premisas que los llevan desde el arte más vanguardista y creativo a la denuncia de la injusticia y la reivindicación social (al ciudadano no le queda más remedio que morir o rebelarse). Tal es, afirman, la misión del poeta hoy, que no debe rehuir la provocación. Por eso también el título del volumen: el momento de soledad en el camerino antes de salir a escena, el lugar más reservado del ser humano en el que se encuentra el monstruo que somos. Con todo este sólido armazón teórico juegan en los terrenos de la postmodernidad, igualando en las citas frases de Jesulín de Ubrique o Isabel Díaz Ayuso con otras de Séneca o Francis Bacon, destruyendo así las convenciones. Añaden, además, una buena dosis de humor como herramienta paródica (humor vacui)que ayuda a romper las expectativas previsibles y recupera la reivindicación del humor en la vanguardia como herramienta estética provocativa. De la misma manera, ejercen la dislocación efectiva de la tradición trasladándola a un nuevo significado con textos como Manifiesto místico-nuclear, en el que lo dicho por Santa Teresa de Jesús es atribuido a Erwin Schrödinger.

En sus aforismos recurren a toda la gama de recursos del género, pero quiero resaltar aquí la tercera sección, Quia, en el que el aforismo adopta siempre la interrogación y que es la mejor expresión de esta vuelta de tuerca al género. Incluyendo todos los otros recursos, la interrogación exige la participación del lector, especialmente al replantear cuestiones que nos parecerían de sentido común si no estuvieran en este contexto (¿Desaparece el cielo por la noche?), pero también nos hacen detenernos en las grandes interrogaciones (¿Lo eterno no nos necesita?).

En definitiva, un libro que no debería pasar desapercibido en el actual panorama del aforismo. El monstruo en el laberinto no es una recopilación o antología de aforismos, sino un propósito de renovación del género para llevarlo a sus límites.

En este enlace puedes consultar la grabación en vídeo de la presentación de este libro en el programa Valladolid Letraherido el sábado 6 de mayor de 2023, con la presencia de los autores y quien esto escribe. En este acto se abordó todo lo aquí planteado más otras cuestiones, más una lectura de algunos textos.

jueves, 27 de mayo de 2021

El corazón está al fondo a la izquierda de David Acebes Sampedro

 


Nacer es como salir de la bañera de mamá, dice uno de los textos de El corazón está al fondo a la izquierda de David Acebes Sampedro, editado este mes de mayo por la valenciana Asociación Cultural Babilonia (editorial especializada en poesía visual y experimental) en la colección Los prescindibles coordinada por Paco Pérez Belda, en la que hace el número 10, tras otros de Paco Pérez Belda, Felipe Zapico, Joaquín Gómez, Roberto Net Carlo, Manel Costa, Fernando Costa y Joan Rubio.

A David Acebes Sampedro (Valladolid, 1976) le gusta definirse como poeta experimental. Tras obtener con Trópico azul... en 2004 el Premio del Consejo social de la Juventud de Valladolid, inició una carrera literaria que le llevó por la poesía discursiva (el último de sus libros en este sentido es Una décima parte de mí, 2018), la narrativa breve (sus textos están presentes en varias antologías), el relato infantil y juvenil (Víctor, el centauro y otros cuentos para niños, 2017; El perro que escribía poemas de amor, 2019) o el ensayo (La poesía es cosa de burros, 2018, en el que recoge artículos publicados anteriormente en prensa especializada). Sin duda, donde tiene una mayor proyección es como tal poeta experimental, fronterizo con la poesía visual, pero cómodo en los márgenes de esa modalidad poética que ha practicado tanto individualmente como en los trabajos expositivos del colectivo DARt, junto a Rafael Marín y Atilano Sevillano. También participa en el consejo asesor de la revista de crítica y poesía Crátera y en el de la antología de relatos anual Contamos la Navidad, coordinada con sabia mano por Ignacio García.

La obra visual de David Acebes está llena de reflexión sobre la propia concepción poética, cargada de intertextualidad, en la que no se esconden los referentes, con los que establece una relación de homenaje y superación. Puntilloso y exigente en el resultado final, pide al lector/espectador atención, capacidad para descubrir los detalles en donde radica el impacto visual, ideológico y estético a partir de la sorpresa, practicada con una fina ironía y humor sin recurrir a la estridencia que practican otros en este tipo de poesía. Sus obras permiten una primera impresión rápida, pero ganan siempre con la atenta contemplación y la capacidad de quien las observa para extraer sus propias conclusiones, porque más que imponerse permiten el juego dialéctico.

El corazón está al fondo a la izquierda parte de este título en el que podemos encontrar la referencia a la empatía emocional, pero también un juego irónico con una habitual referencia de localización. Consta de diecinueve textos y sus correspondientes imágenes, en las que se inserta el texto dotándolo de una nueva vida visual, que amplía sus posibilidades puesto que no se tratan de una mera ilustración. Califica los textos, en el subtítulo, de greguerías infantiles, dirigiendo al lector hacia el referente directo de la modalidad creada por Ramón Gómez de la Serna, tan cultivada, imitada y llevada hacia otras con las que hace frontera sin ser ninguna de ellas. Quizá muchos no sepan que Ramón también publicó en la prensa sus greguerías con ilustraciones y que este formato de la greguería visual tiene una larga tradición desde entonces. Como en Ramón, los textos parten de juegos visuales, sonoros, rupturas de sentido, para provocar la sorpresa, el humor y la imaginación. Aunque todos ellos pueden tener esa connotación de infantiles que indica el subtítulo, no debe dejarse engañar el lector porque permiten todo tipo de lecturas devolviéndonos a todos a ese estado de la infancia en la que la vida se encuentra tan abierta, incluido el acceso al conocimiento continuo del mundo y sus circunstancias a partir de la creatividad. De hecho, tras pasear por estas páginas en las que nos vemos atrapados por la imaginación y una cierta ternura, se sale mejor. Aquel que quiera, puede volver a abrir la vida y tener nuevas oportunidades, pero para ello se ha de ser niño y adulto al mismo tiempo, porque siéndolo por separado nunca seremos completos. He aquí dos ejemplos más: El cordón umbilical es el lazo que desatamos cuando abrimos el regalo de la vida; Los niños que no comparten sólo juegan al yoyó.

El corazón está al fondo a la izquierda es un libro de pequeño formato, que cuenta con una tirada de 150 ejemplares numerados.

Ayer miércoles 26 de mayo, mantuvimos un interesante y ameno encuentro de autor con David Acebes Sampedro dentro del programa Valladolid Letraherido, en el que hicimos un recorrido por su obra experimental y se habló de esta novedad editorial. Te invito a ver la grabación aquí.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

Contamos la Navidad. Y van once.


Ayer daba una parte de mis razones para felicitar este año la Navidad a quien pasa por aquí, hoy añado otra de las que se pueden decir. El escritor José Ignacio García me pidió que participara este año en el Proyecto cultural Contamos la Navidad que impulsó hace ya once. Desde entonces, cada Navidad se publica un volumen con relatos de escritores que colaboran generosamente en dicho proyecto. Entre los participantes hay nombres consagrados de la literatura nacional y autores locales, pero el resultado han sido once volúmenes de pequeño tamaño que suponen deliciosas joyas tanto por el contenido como por el formato elegido (la lista completa, aquí). Cada uno de los relatos ha sido ilustrado por magníficos artistas: merecería la pena una exposición de todas las ilustraciones tanto por el nombre de sus autores como por la calidad de cada una de ellas. A destacar, por supuesto, las once portadas, todas ellas antológicas. El resultado ha sido un universo literario relacionado con la Navidad, con diferentes temáticas, maneras de aproximación y estilo. Curiosamente, ninguno de los relatos ha coincidido en temas ni en enfoques en tantas ediciones, lo que viene a confirmar que hay tantas formas de sentir la Navidad como personas.

José Ignacio García es un entusiasta incorregible que dedica la mitad del año a este proyecto. Los textos y las ilustraciones se encargan en verano y se maqueta todo en noviembre. Con la ayuda inestimable de otro entusiasta como David Acebes y la edición de Diego Chamorro, ha fabricado ya once objetos de coleccionista que han marcado una forma de enfocar literariamente la Navidad desde España. No conozco proyectos de tanta envergadura y constancia ni aquí ni fuera y aquel que tenga los once volúmenes puede sentirse propietario de algo que dejará una huella. El correspondiente a este año cuenta con una portada de Mikel Ferradas y lleva por título un Feliz Navidad/Novedad. Parece mentira que después de tanto como se ha escrito sobre estas fechas pueda hablarse de algo nuevo, pero el resultado lo es. El listado completo de autores e ilustradores figura en la imagen que encabeza esta entrada y en él se suman, como es habitual en el proyecto, nombres con una trayectoria consolidada y nombres nuevos, populares y desconocidos. El conjunto es más que apreciable.

José Ignacio me dio a elegir entre el prólogo y un cuento y me decidí por lo primero sin saber dónde me metía. Me informé, leí y analicé y redacté un sesudo y académico prólogo para el volumen, pero no me convencía. Pensaba e el lector, saltándose el prólogo. Finalmente opté por un prólogo que es un cuento sin dejar de ser un prólogo que explique todas las características de lo que es un cuento de Navidad y en lo que consiste el proyecto de Contamos la Navidad. A José Ignacio le hice pasar las de Caín, porque le retrasé hasta el límite la entrega, hasta estar satisfecho del resultado. No sé si me lo ha perdonado, pero su gran corazón me dice que sí. Un gran corazón que cada año nos regala una Navidad literaria en la que cabe todo, hasta los relatos que niegan la Navidad. Pero no diré más, dejaré que sea el lector el que juzgue.

En la imagen de abajo puede verse un listado de las presentaciones, un buen momento para hacerse con un ejemplar. En el programa Valladolid Letraherido lo presentaremos el viernes 20 de diciembre en la Casa de Zorrilla a las 20:00 hs. con entrada libre hasta completar el aforo. Un buen momento para despedirnos y desearnos una Feliz Navidad, incluso aunque se esté en contra.