Casi al final de la novela, Xabier acude al hotel María Cristina de San Sebastián. Se celebran unas Jornadas sobre Víctimas del Terrorismo y Violencia Terrorista, organizadas por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco. El personaje no era muy dado a estos actos, entre otras cosas porque a las víctimas llega a pesarles psicológicamente ser eso, víctimas, a todas las horas, aunque no puedan negarlo ni negárselo: Por la mañana, víctima; por la tarde, víctima; por la noche, víctima. A ese acto sí acude porque encuentra en el listado de participantes al juez que dictó sentencia en el caso del asesinato de su padre. Cuando entra, le toca el turno a un escritor del que no nos da el nombre. El escritor habla de la novela que le ha crecido como una necesidad, del relato de los tiempos de violencia etarra que se enlaza también con su biografía:
- A fin de cuentas yo también fui un adolescente vasco y estuve expuesto como tantos otros chavales de mi época a la propaganda favorecedora del terrorismo y a la doctrina en que este se fundamenta. Pues bien, he pensado muchas veces al respecto y creo haber encontrado la respuesta. [...] Escribí, pues, en contra del sufrimiento inferido por unos hombres a otros, procurando mostrar en qué consiste dicho sufrimiento y, por descontado, quién lo genera y qué consecuencias físicas y psíquicas acarrea a las víctimas supervivientes.
En los fragmentos de este discurso que se reproducen está gran parte de la base ideológica y narratológica de la novela, tanto la condena a los crímenes cometidos en nombre de una patria sostenida con la violencia como el espíritu del relato: Escribí sin odio contra el lenguaje del odio y contra la desmemoria y el olvido tramado por quienes trantan de inventarse una historia al servicio de su proyecto y sus convicciones totalitarias. Quien desee conocer el espíritu que anima esta novela debe leer con calma estas páginas porque en ellas encontrará, gracias al recurso metaliterario, tanto la esperanza hacia lo bueno del ser humano como la huida del patetismo y de la toma de opciones políticas en la novela.
Desde que se publicó, Patria ha gozado del éxito de ventas y del aprecio de los lectores no solo porque haya contado con el apoyo publicitario suficiente para convertirlo en una de las novelas más vendidas de las últimas décadas en España como afirman algunos maliciosos, sino porque ha encontrado el tono requerido por estos tiempos. Patria busca la esperanza, la forma más adecuada de curar las heridas provocadas en la sociedad vasca por el terrorismo etarra. Y lo hace huyendo de las grandes palabras y de los personajes históricos, de grandes declaraciones y de venganzas, de retóricas políticas y oscuridad en la narración. Centra la acción en personas normales, con vidas normales y sentimientos comunes. Cualquiera de los lectores puede reconocerse en ellos. Se equivocan aquellos críticos que piden otra cosa a Patria. Esta novela es la narración que ha escrito Fernando Aramburu, no la que les corresponde escribir a otros. Ha encajado en los sentimientos mayoritarios de una sociedad necesitada de seguir adelante pero sin olvidar a los que sufrieron. Las épocas duras del terrorismo etarra han dado otras obras literarias (también en el cine, teatro y en las artes plásticas) y seguirán apareciendo más en el futuro, como es lógico. Pero Patria tendrá siempre una posición privilegiada porque ha contado la historia de los acontecimientos desde los sentimientos que podemos hallar en las familias normales, esas con las que nos cruzamos todos los días en nuestro caminar por las calles. Y lo ha hecho con un tono narrativo acertado, dando una pluraridad de focalizaciones que cubren gran parte de las posiciones sociológicas, apostando por el realismo narrativo sin truculencias y acertando incluso con los aspectos más costumbristas.
Noticias de nuestras lecturas
El próximo viernes 10 de marzo tendremos la sesión presencial del Club de lectura para comentar la novela de Aramburu. Los participantes han sido convocados de la manera habitual.
Concluye Luz del Olmo sus aportaciones sobre la novela de Aramburu hablando de dos personajes secundarios, los únicos a los que el autor no salva...
Mª Ángeles Merino, con la ayuda de su amiga Austri y la compañía de los recuerdos de su estancia en el País Vasco en los tiempos narrados por Aramburu, aborda el comentario del personaje de Gorka, un secundario que significa muchas cosas en esta novela.
Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos.
Seminario de Literatura y danza
El curso pasado, la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos y el Club de lectura de La Acequia inauguramos nuestro Seminario de Literatura y danza con el ballet Don Quijote como parte de las conmemoraciones del cuarto centenario del fallecimiento de Cervantes. Continuamos con la idea, que tendrá próximas ediciones.
El viernes día 10 de marzo veremos y comentaremos El sombrero de tres picos, el ballet de Manuel de Falla con coreografía de Léonide Massine estrenado en Londres en 1919 con un rotundo éxito. Los decorados y figurines eran obra de Pablo Picasso. El ballet está basado en la novela de igual título de Pedro Antonio de Alarcón, publicada en 1874. El acto tendrá lugar en el Salón de actos de la Facultad de Humanidades y Comunicación de la Universidad de Burgos (antiguo Hospital Militar) y dará comienzo a las 19:00 horas. Entrada libre hasta completar el aforo.
El sábado 11 tendrá lugar un seminario de ballet clásico de nivel intermedio al que hay que apuntarse según instrucciones del cartel que copio arriba.
Nuestra próxima lectura
Durante el mes de marzo leeremos A sangre y fuego. Héroes, bestias y mártires de España, de Manuel Chaves Nogales. Los nueve relatos que componen el libro son considerados por muchos como la mejor obra literaria sobre la guerra civil española. Parten de acontecimientos presenciados por el autor y en ellos se encuentra una denuncia clara de la brutalidad de la guerra sea cual sea el bando que los cometiera. Fueron escritos entre 1936 y 1937 y publicados en Chile en 1937. Declarado republicano y antifascista pero combativo también con los errores cometidos por la izquierda, Chaves Nogales se exilió en París y de allí marchó a Londres para escapar del avance de las tropas alemanas. Su nombre figuraba en los listados de la Gestapo.
Pancho se adelanta -y hace bien, que yo prolongué una semana más a Patria- y comienza el comentario de A sangre y fuego. Lo hace por derecho y sin pararse en nada. Excelente entrada que nos ayuda a comprener las razones para leerlo.
Pancho se adelanta -y hace bien, que yo prolongué una semana más a Patria- y comienza el comentario de A sangre y fuego. Lo hace por derecho y sin pararse en nada. Excelente entrada que nos ayuda a comprener las razones para leerlo.
Durante el resto del curso leeremos:
-Media vida, de Care Santos (abril).
-Brillante, de Luis Ángel Lobato (mayo).
-Pasos en la piedra, de José Manuel de la Huerga (junio).
-Media vida, de Care Santos (abril).
-Brillante, de Luis Ángel Lobato (mayo).
-Pasos en la piedra, de José Manuel de la Huerga (junio).
Entrada del Club de lectura cada jueves, en este blog.