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miércoles, 1 de marzo de 2023

El rigor de los signos. Notas para Pedro Aizpurua, 2019-2020 de Diego Fernández Magdaleno

 


El fallecimiento del compositor y músico Pedro Aizpurua (1924-2018) vertebra, desde el título, esta tercera entrega de los diarios escritos por Diego Fernández Magdaleno (Medina de Rioseco, 1971) tras El tiempo incinerado (2005) y Razón y desencanto (2008) que, junto al poemario Libro del miedo (2006), constituyen la obra literaria publicada hasta ahora por este pianista, escritor y profesor del Conservatorio de Música de Valladolid, Premio Nacional de Música en 2010, y que con cada entrega literaria se consolida con una voz propia basada en un trabajo exquisito con el lenguaje. A Fernández Magdaleno le unió con Pedro Aizpurua una relación de amistad y profesional durante muchos años. Aizpurua le dedicó su pieza para piano Clusteriana Didakus (2000) y Fernández Magdaleno escribió su monografía Creación musical contemporánea. El compositor Pedro Aizpurua (1999), fundamental para acercarse a este autor, además de grabar el disco Soledad sonora. Obras para piano de Aizpurua (2015).

El rigor de los signos recoge las anotaciones de Diego Fernández Magdaleno de los años 2019 y 2020. Comienzan como una conversación continua con el amigo desaparecido, como si al autor le fuera imposible romper con el hábito de hablar con él y necesitara proseguirlo ahora por escrito y sin posibilidad de respuesta. Así, Pedro Aizpurua protagoniza buena parte de los textos, bien con recuerdos de su amistad, bien con los proyectos que quieren mantener su memoria, también con la necesidad de contarle las nuevas cosas que ocurren. Este tono de conversación hila todo el libro, pero El rigor de los signos es mucho más. Enlaza con las dos entregas publicadas antes en paisaje físico y humano, la preocupación por el quehacer diario y por la sociedad contemporánea, también en la cuidadosa escritura en la que no sobra nada y se busca -de ahí el título, que enlaza la escritura del propio diario con la música a la manera en la que la entendía Aizpurua y sostiene el propio Diego Fernández Magdaleno (subrayado inteligentemente todo por la elección de la pintura Luminoso de Kandinsky para la cubierta)- la contención y la dosis justa de la emoción que equilibre la anotación diaria con el sentido necesario de la belleza artística. Sin embargo, en esta tercera entrega aumenta la melancolía, una sensación creciente de tristeza que lo abarca todo y de la que solo se logra cierto alivio gracias a la familia, los amigos, el trabajo diario y el arte.

En El rigor de los signos se percibe la sensación de un definitivo cambio de época con la desaparición progresiva de los amigos y familiares y de una forma de entender la vida en la que predominaba lo cercano, la relación personal y el trabajo sosegado y constante. El mundo se abre a actitudes que el autor rechaza: modos políticos en los que rige la mediocridad y el cinismo, comportamientos sociales en los que se echa de menos la cortesía, las mentiras propagadas en las redes sociales. Todo ello se agudiza con la llegada de la pandemia vírica en marzo de 2020 que tensiona esa frágil relación que late en toda la obra de Fernández Magdaleno entre lo local y cercano y la armonía, de raíz universal.

Un excelente regalo para el lector que sepa apreciar la prosa contenida, pero no exenta de emoción y opinión, y la mirada melancólica a un mundo sumido cada día más en el desconcierto y el ruido, frente al que solo la labor callada y personal puede contribuir a poner algo de cordura.

Noticias de nuestras lecturas

Como podrá comprobar el seguidor habitual de este club de lectura, al que esto firma le es muy difícil publicar en esta sección del blog con la continuidad de otros años. Sin embargo, mantengo el compromiso y espero alcanzar la regularidad a la hora de dar cuenta del desarrollo del curso en las próximas semanas.

Ayer martes día 28 de febrero mantuvimos el habitual encuentro del club de lectura en su faceta presencial, en la Facultad de Humanidades y Comunicación de la Universidad de Burgos, para comentar el libro arriba consignado de Diego Fernández Magdaleno. María Ángeles Merino, como es habitual, dará cuenta de lo que allí ocurrió, como lo hizo con la reunión de finales de enero, en la que comentamos Solo triste de oboe, el magnífico libro de relatos de Yolanda Izard que leímos en aquel mes. Puede consultarse su reseña del encuentro aquí.

LECTURAS DEL CURSO 2022-2023

  • Diciembre: Un clásico de la literatura española, el Canto a Teresa de José de Espronceda en una edición en la que se da voz a Teresa, sus emociones y pensamientos, a través de las magníficas ilustraciones de Antonio del Hoyo, quien consigue que este canto se convierta en un diálogo a dos voces. El libro es un objeto muy hermoso que os puede servir como un regalo personal para vosotros mismos de cara a la Navidad. Ha sido editado por la Editorial Deméter en 2022 y me he encargado personalmente del cuidado del texto. Aquellos que no tengáis acceso a esta edición, podréis manejar cualquiera de las que están disponibles en el mercado. En internet hay una buena edición del texto aquí. 
  • Enero: Volveremos a una autora que algunos descubristeis hace unos meses cuando incluí su anterior novela como lectura, Yolanda Izard. En este caso, leeremos su reciente libro de relatos -acaba de salir a la venta-, que no nos dejará indiferentes: Solo triste de oboe (Castilla ediciones, 2022). 
  • Febrero: Otro regreso después de la buena impresión que nos dejó en su día: El rigor de los signos. Notas para Pedro Aizpurúa, 2019-2020, del Premio Nacional de la Música y excelente escritor, Diego Fernández Magdaleno (Editorial Fuente de la Fama, 2022).
  • Marzo: El reciente rescate de El solitario de Concha Méndez, ha despertado mi curiosidad sobre la actualidad de este proyecto teatral de la autora madrileña fallecida en México en 1986. Nos sirve, además, para acercarnos a la obra de esta poeta fundamental en la vanguardia española del siglo XX. Ha sido cuidadosamente editado por Berta Muñoz Cáliz y Diego Santos Sánchez en la editorial Cátedra.
  • Abril: Nos acercamos, por primera vez en este club de lectura, al género del aforismo, tan en auge desde hace unos años. Para ello, leeremos Dios nunca pide disculpas de Álvaro Medina de Toro, publicado por la editorial Cuadernos del laberinto (III Premio Internacional Cuadernos del Laberinto de Pensamiento, 2022).
  • Mayo: Leemos un clásico de la literatura del siglo XIX, la novela Sab de Gertrudis Gómez de Avellaneda, publicada en 1841. Esta novela es una de las primeras obras literarias antiesclavistas escritas en español. Aquellos que no conozcan a la autora encontrarán aquí motivos para leer a una de las grandes personalidades literarias del siglo XIX español, no tan reconocida como merece. Aunque recomiendo su lectura en la edición preparada por José Servera para la editorial Cátedra, puede leerse también en una correcta edición digital gratuita aquí.
  • Junio: Leeremos la novela Basura de Sylvia Aguilar Zéleny, una de las narradoras mexicanas más importantes de los últimos años, que aborda aquí la situación de violencia que se vive en la frontera con los EE.UU. a partir de las historias de tres mujeres. Publicada por la editorial Tránsito.

Se admiten propuestas para el próximo curso, recordando que este club de lectura combina autores ya fallecidos y autores vivos y que procura leer todo tipo de géneros, pero siempre con la condición de que la obra esté escrita originalmente en español y que se pueda adquirir fácilmente o estar disponible en internet en buenas ediciones.

EL CLUB DE LECTURA

 El Club de lectura de La Acequia y ALUMNI UBU es un proyecto sin ánimo de lucro en el que todos los colaboradores realizan su aportación de manera generosa.

Su independencia garantiza que no recibe ningún tipo de influencia de editoriales ni de otros sectores relacionados con el mundo del libro que suelen orientar, a veces en exceso, la lista de lectura y los eventos que se organizan. Hay otros aspectos del club que inciden en la misma línea: se alternan obras de autores vivos con clásicos de la literatura y se lee siempre en lengua original (español). Se pretende, por lo tanto, huir de modas y no dejar fuera de la lista de lecturas anual clásicos de la literatura en español de necesaria lectura o relectura. Aunque nace del impulso de un profesor universitario, procura siempre extender sus actividades a la sociedad general organizando todo tipo de actos abiertos al público y no caer en el academicismo. 

El objetivo fundamental es promover la lectura colectiva de los textos sugeridos de tal manera que las aproximaciones individuales se vean enriquecidas con las opiniones del grupo. 

Una de las características más resaltables del Club de lectura es el uso de las nuevas tecnologías desde su inicio hasta el presente. Nació en el seno de la tecnología 2.0 y usando todas las posibilidades de internet. Su extensión al formato presencial permite a los matriculados en ALUMNI UBU utilizar el formato virtual como ayuda, enriqueciendo la experiencia lectora. 

De hecho, hasta donde nos es posible conocer, es el club de lectura más antiguo en español con este formato que aprovecha todas las posibilidades de internet y las redes sociales.

Uno de los resultados del club de lectura, gracias a su presencia en internet (blogs y redes sociales), es que permanece como guía de lectura de los libros comentados para todos los interesados y lo hace de manera gratuita y en abierto. Es decir, es posible seguir comentando e intercambiando opinión sobre los libros tratados incluso tiempo después del tiempo de lectura porque los autores de los blogs participantes permiten comentarios nuevos.

Hay que resaltar que el acceso al Club de lectura es libre y se produce a través de internet por estos canales:

  • Blog La acequia ( http://laacequia.blogspot.com/ ). Las entradas correspondientes al club de lectura suelen publicarse los jueves durante el curso académico y tienen su propia etiqueta ( https://goo.gl/yRhKJz ). En ellas se encuentra un comentario de la obra a leer y el resumen de las aportaciones de los otros participantes en la lectura que tienen blogs propios. Muchos de ellos son fieles desde su inicio, otros se han incorporado en momentos concretos por el interés que les ha despertado una lectura. 
  • Página en Facebook del Club de lectura ( https://goo.gl/7ubffQ ) y de Pedro Ojeda Escudero ( https://www.facebook.com/pedro.ojedaescudero ). 
  •  Etiqueta propia en Twitter (#ClubdelecturadeLaAcequia). 

En todos estos formatos se puede participar con aportaciones en las páginas y perfiles propios, comentando en los de los participantes o siguiendo la lectura en silencio. Hay testimonios de muchas personas que dicen haberles sido útiles estas lecturas a pesar de no haber comentado nunca o recomendaciones de seguimiento que los autores leídos hacen a sus lectores para que comprendan mejor sus libros. El índice de participación activa es muy estable desde hace años y el de seguimiento de las lecturas ha crecido notablemente, aunque varía según los títulos, como es lógico. 

Es frecuente que los autores leídos participen con comentarios en alguna de las redes sociales en los blogs de los participantes. Así lo han hecho, por ejemplo, Óscar Esquivias, Laura Castañón, Sara Mesa, Juan Cavestany, Diego Fernández Magdaleno, Miguel Ángel Santamarina, Fernando Aramburu, Care Santos, José Manuel de la Huerga, José Luis Cancho, Ángel Vallecillo, etc. Esto ha permitido crear entre todos un espacio de encuentro entre los autores y sus lectores. Hemos de destacar que varios de los autores que han participado activamente en el club son premios de la crítica nacional o premios de la crítica de Castilla y León, también un premio nacional de la música, etc. 

El ambiente en el Club de lectura es de respeto, colaboración y ayuda entre todos los participantes. Nunca se ha producido un hecho que haya exigido borrar comentarios ni llamar la atención a nadie por el uso de expresiones poco adecuadas.

Origen del Club de lectura de La Acequia

 El Club de lectura de La Acequia comenzó el jueves 24 de abril de 2008 con la primera lectura colectiva del Quijote realizada en el mundo con los medios de la web 2.0. Esta iniciativa de lectura de la novela cervantina permanece abierta para aquellos que quieran sumarse a ella en cualquier momento ( https://sites.google.com/site/lecturadelquijote/ ) y puede usarse como la única guía de lectura completa del Quijote disponible hoy en internet, con licencia Creative Commons 4.0. En la página citada puede completarse la información.

El éxito del proyecto impulsó el lanzamiento de uno de los clubs de lectura más antiguos en internet en español, gratis y en abierto. Durante el curso académico se propone la lectura de un título al mes, de todos los géneros: narrativa, poesía, teatro y ensayo. Se alternan autores clásicos con autores vivos y por él han pasado títulos de Miguel de Cervantes, Óscar Esquivias, Gustavo Adolfo Bécquer, Eduardo Mendoza, Valle-Inclán, Lope de Vega, Juan Cavestany, Almudena Grandes, Pío Baroja, Lorenzo Silva, Antonio Machado, Miguel Delibes, Jesús Carrasco, Benito Pérez Galdós, Antonio Muñoz Molina, Pablo Neruda, Laura Castañón, Gonzalo Torrente Ballester, María Teresa León, Leandro Fernández de Moratín y José Luis Sampedro, Avellaneda, Carmen Laforet, José Antonio Abella, Carmen Martín Gaite, Mario Vargas Llosa, Antonio Muñoz Molina, Fermín Herrero, Núñez de Arce, Diego Fernández Magdaleno, José Jiménez Lozano, Pedro Calderón de la Barca, Emilia Pardo Bazán, José Cadalso, Sara Mesa, Mariano José de Larra, Miguel Ángel Santamarina, Miguel de Unamuno, Marina Perezagua, Fernando Aramburu, Chaves Nogales, Care Santos, Luis Ángel Lobato, José Manuel de la Huerga, María de Zayas, Leandro Pérez, José Zorrilla, Juan Rulfo, Manuel Fernández Álvarez, Ángel Vallecillo, José Luis Cancho, Rafael Azcona, García Márquez... El listado completo de títulos puede consultarse en la columna derecha del blog La Acequia.

 La ventaja de este club de lectura es que es absolutamente voluntario. Nadie tiene más pretensión que el de la lectura en común de las obras y el encuentro con los autores que quieren acompañarnos. No depende de ningún interés editorial y, por lo tanto, aquí no se lee bajo presiones comerciales o modas. Quien quiere sumarse a la lectura y a las actividades que programamos a lo largo del curso es bienvenido y puede hacerlo en parte del listado anual o en su totalidad, compartiendo con todos sus opiniones -que no tienen por qué ser siempre positivas- o en silencio, como guía de lectura personal. Y, además, al leer un libro al mes puede hacerse compatible con cualquier plan de lectura personal o con los propuestos por otros clubs de lectura.

 Desde el año 2011 cuenta con dos formatos:

  • El club de lectura virtual, al que pueden sumarse libremente todos los aficionados a la literatura. En el blog La Acequia, se publican todos los jueves entradas comentando diferentes aspectos del libro del mes, más un resumen de las noticias de las lecturas en las que se enlazan los blogs del resto de los participantes. También puede seguirse el club de lectura a través de comentarios en las entradas correspondientes o como meros lectores o participando en las redes sociales en las que está presente, como se ha señalado. 
  • El club de lectura presencial, sostenido por ALUMNI UBU (antes, Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos), que se reúne una vez al mes para comentar el título correspondiente. Se programan también encuentros con los autores de las obras (hasta ahora se han celebrado sesiones con Laura Castañón, José Antonio Abella, Fermín Herrero, Diego Fernández Magdaleno, Jaime Covarsí, Miguel Ángel Santamarina, Care Santos, Leandro Pérez, etc., y viajes a los espacios de algunas de las obras leídas (El hereje y Don Juan Tenorio nos llevaron a Valladolid, El río que nos lleva a Aranjuez, las Crónicas de la guerra de África a Tánger, con Cervantes y Jaime Covarsí viajamos a Alcázar de San Juan y Campo de Criptana y con la biografía de  la reina Juana I de Manuel Fernández Álvarez nos acercamos a Tordesillas, etc.). Este segundo formato tiene plazas limitadas y hay que inscribirse al comienzo de cada curso, siendo necesario asociarse en Alumni Ubu. En la página de la asociación puede encontrarse el formulario para inscribirse como miembro del club presencial, solo con la finalidad de ocupar las plazas de las que dispone normalmente un club de lectura.

A lo largo del curso, el club programa diferentes eventos en abierto (viajes, encuentros con autores, presentaciones de libros, visitas a espacios relacionados con la cultura, etc.) y todos los interesados pueden acudir hasta cubrirse las plazas. También se han programado sesiones conjuntas con otros cursos organizados por ALUMNI UBU como el de historia y el de danza.

Las buenas relaciones del club de lectura con instituciones privadas y públicas han permitido colaboraciones puntuales con la Feria del libro de Burgos, la Universidad de Burgos, el Ayuntamiento de Burgos, el Museo de la Evolución Humana, el Instituto de la Lengua Castellano y Leonés, el Museo del Libro de Burgos, el Instituto Cervantes, la Casa Museo José Zorrilla de Valladolid, la ONG SBQ Solidario, la Biblioteca Pública de Burgos y un largo etcétera. También tiene relación directa con Valladolid Letraherido, el programa literario del Ayuntamiento de Valladolid.

Para la selección de los títulos se han seguido varios criterios a lo largo de estos años: votaciones públicas en las redes sociales, recogida de sugerencias, listados elaborados por el director, procurando siempre la variedad.

Nuestra imagen

La imagen del club es muy expresiva y elocuente. Se trata de una mujer que lee, en concreto una maestra que lee: la figura de la maestra, su género femenino en homenaje a que la mayor parte de los participantes en los clubs de lectura son mujeres, su forma de darse a la sociedad. Es una de las figurillas encargadas a la artista artesana Francheska con motivo de la proyección de la premiada película documental Las maestras de la República, que se daba a los que contribuyeran a su difusión, como fue el caso del Club de lectura, al que se distinguió haciéndole entrega de esta figurilla (todas las figurillas son diferentes).


ADVERTENCIA: Las entradas de La Acequia tienen licencia Creative Commons 4.0 y están registradas como propiedad intelectual de Pedro Ojeda Escudero. Pueden ser usadas y reproducidas sin alterar, sin copias derivadas, citando la referencia y sin ánimo de lucro.

Recojo en estas noticias las entradas que hayan publicado los blogs amigos (si me he olvidado de alguien, agradezco que se me avise). Entrada del Club de lectura cada jueves (salvo casos por desgracia ya no tan excepcionales como al inicio), en este blog.

viernes, 25 de noviembre de 2016

Bautismo poético en la Casa de Zorrilla de Valladolid

Entrada a la Casa de Zorrilla de Valladolid. Fotografía tomada de su perfil de Facebook.

Como en las vacunas, las responsables de la Casa de Zorrilla de Valladolid crearon hace unos años los Bautismos poéticos de recuerdo para los poetas con vinculación con esta ciudad y con la Casa. El poeta al que se recibe renueva, así, sus votos poéticos. El acto resulta muy entrañable y suele culminar en el salón principal de la Casa, junto al piano, brindando por la poesía.

Mi vinculación con la Casa -que depende del Ayuntamiento de Valladolid- viene de lejos. Cuando no se había reformado tal y como la podemos encontrar hoy -un espacio museístico aconsejable para todos los que pasen por Valladolid-, la visitaba como investigador para mis trabajos académicos. En sus dependencias se encontraba una donación que todos los estudiosos del siglo XIX español admirábamos y nos comunicábamos como quien sabe un secreto: la biblioteca de don Narciso Alonso Cortes (1875-1972), escritor, profesor de lengua y literatura e investigador al que se deben los mejores estudios sobre Zorrilla y gran parte de los escritores vallisoletanos. Por aquellos años ochenta y noventa, la Casa no tenía calefacción y contaba con pocos recursos materiales y los investigadores teníamos que trabajar con los guantes y las bufandas en los meses de duro invierno. Pero todo lo vencía el cariño, dedicación y esfuerzo de quien nos abría las dependencias, Ángela Hernández. A su voluntad, trabajo e inteligencia se debe gran parte de lo que hoy es la Casa. El testigo lo compartió y lo recogió con el mismo cariño, trabajo y eficacia Paz Altés, que promueve nuevas aventuras a partir del respeto de esa tradición, algo que una institución de este tipo no puede olvidar nunca. Gracias a esto, la Casa de Zorrilla se ha abierto a la cultura local, se organizan eventos artísticos y literarios de todo tipo, además de profundizar en una política museística moderna. Poco a poco, la Casa se ha convertido en un referente cultural de la ciudad y su jardín romántico en un pulmón de tranquilidad en pleno centro urbano, abierto a todo aquel que quiera pasearse por él. La reforma completa de la casa que se hizo hace unos años la dotó de todas las comodidades necesarias tanto para los visitantes como para los trabajadores. En ella ya no está la biblioteca, que se trasladó al Archivo municipal, pero la sala dedicada a Narciso Alonso Cortés se acondiciona para los eventos culturales.

Cuando Paz Altés me propuso ser recibido por la Casa Zorrilla en un Bautismo de recuerdo no lo dudé. Tras unos años alejado de la cultura de mi ciudad natal, me resultaba emocionante volver a un lugar como este, que tanto significó para mí cuando era joven y tenía el futuro por delante y las ilusiones intactas. Recuerdo todavía cómo abría aquellos libros y revistas del siglo XIX, cómo disfrutaba con la lectura de los textos satíricos, cómo recorría los viajes que proponían las ilustraciones... Como padrinos pensé inmediatamente en Ángela Hernández por lo que he dicho antes y porque yo también quiero respetar la tradición que marca el reconocimiento a las personas que han hecho tanto como ella. Y en mi amigo Diego Fernández Magdaleno, uno de los mejores pianistas europeos actuales, gran escritor y excelente persona, también ahijado de la Casa. La sala estaba llena de amigos y amantes de la poesía y tras el acto académico de bienvenida, juntos subimos a brindar por la poesía. Pensé un momento en muchas cosas personales -en mi padre, que no ha podido llegar a verlo, en mi trayectoria profesional, en mi abandono durante años de la escritura, en mi larga ausencia de la vida cultural de Valladolid- pero también en Zorrilla niño corriendo por esas estancias o ya anciano, visitando la casa en la que nació, como uno de los poetas más populares de su tiempo. Hay una foto suya en el jardín que siempre me ha llamado la atención por eso mismo, por el regreso a la infancia de una persona con un mundo entero dentro de él.

Quiero agradecer a todos la presencia ayer. A Paz Altés, a Ángela Hernández y a Diego Fernández Magdaleno por sus generosas palabras sobre mi persona y mi obra. También al personal de la Casa y, especialmente a Javier, que nos recibirá en los próximos años caracterizado de don José Zorrilla. No solo físicamente, Javier es un apasionado de su trabajo y tiene un excelente futuro por delante.

Como ahijado de la Casa Zorrilla me he comprometido a colaborar en todo lo que pueda con sus proyectos. Espero estar a la altura.




lunes, 5 de octubre de 2015

Inauguración del curso del Club de lectura con la presencia de Diego Fernández Magdaleno.

Diego Fernández Magdaleno. Fotografía de Amalia Trujillo.
El pasado viernes día 2 de octubre inauguramos oficialmente el curso en el Club de lectura de La Acequia y de la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos. El encuentro tuvo lugar en el Auditorio de la Fundación Caja Círculo de la calle Julio Sáez de la Hoya de Burgos. Tras la inauguración del acto por parte del Presidente de la Fundación que tan generosamente nos acogía y del Presidente de la Asociación, mantuve un coloquio con Diego Fernández Magdaleno que resultó muy interesante para conocerlo como persona, como músico y, especialmente, como escritor, que es lo que nos congregaba allí como club de lectura. Durante el mes de septiembre hemos leído El tiempo incinerado, su diario escrito en el año 2004. Es la primera vez que en el club leemos un diario y ha resultado una experiencia provechosa. Este diario de Fernández Magdaleno contiene los requisitos del género. Parte de una fecha -sin ella, como bien dijo el autor, no hay diario posible- y resume o evoca el día a partir de un punto concreto: una lectura, una persona, una noticia, un acontecimiento, una reflexión. Fernández Magadalno constató lo que ha cambiado desde la escritura de este diario. Aunque se reconoce en él hoy se percibe menos tajante en las afirmaciones. Es verdad, la escritura de un diario no solo ayuda a ordenar el día y dejar constancia de las impresiones. La escritura de un diario supone, por el propio acto de la escritura, la evolución de quien escribe. Sería ciertamente peligroso que siempre fuéramos los mismos que habitan nuestro pasado. No es el caso de Diego Fernández Magdaleno.

Pero el diario es algo más. Es el testimonio de una época -gracias, precisamente, a las fechas- y a unos hechos biográficos del autor. El diario se diferencia de las memorias precisamente en que no es lo exterior lo que protagoniza el texto pero en él quedan reflejados los impactos emocionales o ideológicos que las cosas provocan: un atentado terrorista, una circunstancia de  actualidad, la enfermedad o la muerte de un ser querido. Leer las reflexiones que alguien como Fernández Magdaleno escribe sobre estos acontecimientos siempre resulta interesante. El autor reflexiona sobre eso y nos deja ver un mundo interior como escritor -Fernández Magdaleno afronta la escritura diarística desde su condición de artista- pero también como persona a la que los sucesos históricos o personales no dejan indiferente. Resulta siempre interesante comparar con lo que nosotros pensamos o sentimos en las mismas circunstancias.

Hay otra faceta más en este diario. En él constatamos desde la estética artística a la que se suma el autor como pianista (y como pianista especializado en la música contemporánea) y escritor y sus reflexiones sobre su condición profesional de músico -es muy acertado lo que dice sobre los gestores culturales-. El núcleo de relaciones con otros artistas, sus lecturas, sus impresiones sobre el arte van expresándose a lo largo del año. Y también sobre la misma condición de la escritura del diario.

Tras las intervenciones interesantes de los lectores allí presentes y las respuestas a sus preguntas de Fernández Magdaleno, este nos brindó un breve recital de piano. Los que allí estuvimos tuvimos el privilegio de escuchar una selección de piezas que el autor hubiera querido que su padre escuchara hoy. La reunión en el mismo acto de estas dos facetas de la personalidad pública del autor -escritor y músico- contribuyó a que pudiéramos comprender mejor ambas, que son parte de una misma forma de enfocar el arte. Todo un privilegio que recordaremos.


Paco Cuesta resume sus impresiones sobre el acto en esta entrada de su blog.
María Ángeles Merino ha publicado una amplia reseña del acto, que me evita resumirlo aquí y que podéis encontrar en su blog.

Quiero recordar que esta semana comenzamos con el comentario de las dos novelas ejemplares cervantinas que nos ocuparán las próximas semanas: El licenciado vidriera y El casamiento engañoso y coloquio de los perros. Como sabéis, en el club alternamos un autor clásico con un autor contemporáneo. Podéis ver la información y las lecturas iniciales de este curso en este enlace.

Apertura del acto, con Diego Fernández Magdaleno, el Presidente de la Fundación Caja Círculo y el Presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos. Fotografía de Mª Esperanza Martínez.

En el coloquio. Fotografía de Amalia Trujillo.
Antes de la inauguración. Fotografía de Mª Esperanza Martínez.

jueves, 1 de octubre de 2015

Inauguración del curso en el Club de lectura, El tiempo incinerado como testimonio personal y noticias de nuestras lecturas.

Diego Fernández Magdaleno. (Fotografía tomada de Gestión Musical Lueno).

El pianista y escritor Diego Fernández Magdaleno (Premio Nacional de Música, 2010) inaugurará el presente curso en el Club de lectura de La Acequia y de la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos.

El acto tendrá lugar el viernes 2 de octubre, a las 20:00 horas en el auditorio de la Fundación Caja Círculo (Calle Julio Sáez de la Hoya, Burgos).

Tras la apertura del curso por el Presidente de la Asociación, Manuel Sancho, se celebrará el encuentro de Diego Fernández Magdaleno con los lectores. Después de un diálogo entre el autor y Pedro Ojeda Escudero, director del Club de lectura, se dará paso a las preguntas de los asistentes. Al terminar, Diego Fernández Magdaleno ofrecerá un breve recital al piano con una selección de piezas en recuerdo de su padre en consonancia con la lectura inicial del curso, El tiempo incinerado, diario que el autor escribió en el año 2004.

Este acto es el primero en el que se reúnen dos de las facetas públicas más interesantes del músico y escritor Fernández Magdaleno, uno de los grandes pianistas europeos actuales, especializado en música clásica contemporánea y Premio Nacional de Música en el año 2010.

La entrada es libre hasta completar el aforo. En la sala estarán disponibles para el público los pocos ejemplares que quedan de las ediciones de las obras del autor. 

Coordina: Pedro Ojeda Escudero.
Organiza: Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos.
Colaboran: Fundación Caja Círculo y Gestión Musical Lueno.


Noticias de nuestras lecturas


Durante el mes de septiembre, comentamos El tiempo incinerado [Diario, 2004] de Diego Fernández Magdaleno. Los que hemos oído tocar el piano al autor sabemos que afronta la escritura de la misma manera que la música. Leer este volumen no es solo asomar a la parte del diario publicada sino a toda la concepción artística del autor que es, por otra parte, su forma de pensar y su coherencia como ser humano. Porque Diego Fernández Magdaleno es eso ante todo, un ser coherente tanto en su comportamiento personal como en el artístico. De una cultura deslumbrante y gran capacidad para profundizar en las lecturas que le acompañan y que se registran en estas páginas pero también de una aproximación directa y descarnada a la aventura de vivir en sus días de reto llenos de enfermedad y muerte. Hay momentos en los que el lector percibe cómo solo los elementos básicos de una vida pueden salvar de la angustia -una parte de ella es la misma acción de escritura-: las relaciones familiares, la amistad, el ejercicio constante de la música.

Este libro también es un testimonio de un gran artista. En él quedan consignadas sus lecturas, su pensamiento ante las circunstancias, su ideología y su forma de entender la profesión de música, pero también sus redes de amistad y de familia, los núcleos vitales que lo sostienen -especialmente en Rioseco- y las lecturas que amplían sus horizontes. Hacer un listado de todo ello nos deja un mapa vital del autor.

Mª Ángeles Merino sigue el curso de este diario para acompasarlo a la presencia constante de la enfermedad y la muerte. A través de su diálogo ilustra, comenta y resume los pasajes más significativos de las lecturas y amigos que ocupan el tiempo del autor.

Gelu acompaña al autor en la parte central del volumen, para hacer testimonio ilustrado de la llegada de la enfermedad que trastoca la rutina al entorno de Fernández Magdaleno.



Entre animales con extraños comportamientos, un rey que considera su viudedad hipotética y Sabina. Así de mixto, certero y divertido es el comentario de Pancho sobre la novela de Torrente Ballester.

Recojo en estas noticias las entradas que hayáis publicado hasta el miércoles anterior. Si me he olvidado de alguna, os  agradezco que me lo comuniquéis. 

jueves, 24 de septiembre de 2015

Desde lo cercano en El tiempo incinerado de Diego Fernández Magdaleno, noticias de nuestras lecturas y anuncio de la inauguración oficial del curso en el Club de lectura.


El sábado 18 de diciembre, Diego Fernández Magdaleno anota en su diario:

Respondo negativamente a nuevas posibilidades profesionales. No sé si es real el valor que le doy a vivir en Medina de Rioseco, a no modificar mis hábitos y seguir naciendo la vida de siempre. Luis García Vegas [su representante] apoya mi postura: me conoce lo suficiente como para pensar en lo que verdaderamente me interesa, no en lo que él haría en mi lugar.
Es bien sencillo: quiero dedicarme a tocar la música que me importa, a leer los libros que convierten el mundo en una pasión inagotable y estar cerca de las personas sin las que todo esto perdería su más elemental sentido.

El autor expresa así las claves de una decisión personal. No levantará su casa para perseguir una carrera profesional más exitosa si eso le aparta de la raíz de su existencia. Escribe sobre el mundo y se compromete significativamente contra los dictadores de cualquier signo, contra las injusticias y a favor de la educación como una de las claves de la mejora del ser humano y de la responsabilidad del gestor de la cosa pública. Hasta Rioseco le llega el mundo por las noticias y los libros, también por sus viajes. Pero su hogar está en la villa castellana y allí construye su mundo de estudio constante, de lectura y escritura. Desde allí teje su mundo lleno de amigos -Luis Ángel Lobato, Jesús Capa, Gonzalo Franco...- y de familia, un mundo que lo sostiene. También con el paisaje. Así los paseos por sus calles y por los alrededores. Un paisaje en el que se juntan el presente y el pasado. Al final del año, la muerte de su abuela Amparo dispara el recuerdo de la casa en unos párrafos llenos de lirismo que parten de lo más sencillo, expresado tan directamente que sitúa al lector en el mismo lugar que describe: 

Hoy [26 de diciembre] ha caído la primera nieve de este invierno y ha cubierto el corral de la casa de mi abuela. Cuando era niño, disfrutaba jugando allí a la vez que adivinaba los secretos del desván. Subíamos a escondidas (...). Baúles desordenados, libros, periódicos y centenares de partituras, muchas elas, copiadas a mano por mi bisabuelo Toribio.

La secuencia del recuerdo es un prodigio de escritura. La primera nevada le lleva al corral de la abuela que lo traslada a su infancia y de allí a los secretos del desván, que desata el resto de la memoria en un ejercicio hacia dentro, hacia lo que le hace ser su presente. La evocación termina trayéndonos brúscamente hacia el momento de la escritura con uno de los deseos que su abuela expresaba cuando se acostaban los tres hermanos en la misma alcoba de su abuela:

como que fuera yo quien le bajase los párpados cuando muriera.

En la vida de una persona hay muchas oportunidades de ver el mundo, pero este solo puede comprenderse profundizando en aquello que le ha dotado de la mirada adecuada y le ha construido su propio mundo, del que siempre se está acompañado y que explica su comportamiento diario.

La obra puede ser difícil de encontrar, pero he podido reservar ejemplares para los lectores del club de lectura. Los que participan en su formato presencial (mantenido por la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos) recibirán por correo electrónico las instrucciones para hacerse con un ejemplar. El resto de los lectores pueden hacerse con un ejemplar escribiendo a felipe@lfediciones.com identificándose como seguidores del Club de lectura de La Acequia. Hago la observación de que se trata de una ocasión única que no debe dejarse pasar: los últimos ejemplares de un libro agotado en la práctica -y del que he conseguido coleccionar un puñado para esta lectura concreta solo disponibles durante los próximos dos meses- de una gran personalidad de la música española. Se entregará por riguroso orden de petición hasta agotar los pocos ejemplares disponibles.

Noticias de nuestras lecturas

Mª del Carmen Ugarte analiza las reflexiones del autor sobre la enfermedad y la muerte, una constante que viene a detener el tiempo de las otras cosas.

Mª Ángeles Merino ha cogido el tono de este diario y acompaña al autor magníficamente en su desgranar de tiempo, enfermedad y meditación sobre las cosas.


Gelu resume, ilustra y comenta el diario de mayo a julio: todo un apoyo para quienes sigan estas lecturas.


Quien necesite saber la receta para terminar con una plaga de estorninos debe leer este comentario que Pancho le dedica a la novela de Torrente Ballester que tan buenos ratos nos hizo pasar cuando la leímos... y acaba con Gardel, ni más ni menos.

Recojo en estas noticias las entradas que hayáis publicado hasta el miércoles anterior. Si me he olvidado de alguna, os  agradezco que me lo comuniquéis. 

Inauguración del curso en el Club de lectura


El viernes 2 de octubre se celebrará la inauguración del curso del Club de lectura de la Acequia y de la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos. Tras la apertura del curso por el Presidente de la Asociación, Manuel Sancho, se celebrará el encuentro de Diego Fernández Magdaleno con los lectores. Tras un diálogo que mantendré con él se dará paso a las preguntas de los asistentes.

Al terminar, el autor ofrecerá un breve recital al piano con una selección de piezas. Le he pedido que elija aquellas que hoy le gustaría que escuchara su padre. Aquellos que hayan leído sus diarios (El tiempo incinerado, que nos ocupa y Razón y desencanto) y su poemario (El libro del miedo), comprenderán las razones de mi petición, a las que ha accedido el autor amablemente. Quiero resaltar el interés de este acto. Es el primero en el que se reúnen dos de las facetas públicas más interesantes de Fernández Magdaleno: es uno de los grandes pianistas europeos de hoy especializados en música clásica contemporánea y un escritor de mucho mérito. Este acto, por lo tanto, cobra un inusitado interés porque asistiremos a la conjunción de algo que el propio autor y músico entiende como partes iguales de una misma forma de entender el arte y la vida.

Quiero agradecer la colaboración en la organización de este acto de la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos, de la Fundación Caja Círculo -que nos cede el local y toda la infraestructura necesaria- y de Gestión Musical Lueno, la empresa que se ocupa de la representación de Fernández Magdaleno. Todos ellos se han volcado generosamente para que el acto del día 2 resulte inolvidable.

El acto tendrá lugar el viernes 2 de octubre a las ocho de la tarde, en el Auditorio que la Fundación Caja Círculo tiene en la calle Julio Sáez de la Hoya, en Burgos.

La entrada es libre hasta completar el aforo.

Se ruega encarecidamente que no se grabe en ningún soporte el recital del pianista.

En la sala estarán disponibles para el público los pocos ejemplares que quedan de las ediciones de las obras del autor.

jueves, 17 de septiembre de 2015

Reducir a escombros los sofismas como forma de entender la educación y la sociedad en El tiempo incinerado de Diego Fernández Magdaleno y noticias de nuestras lecturas, con anuncio de la inauguración oficial del curso.




La entrada del viernes 11 de junio termina con esta frase: "Volar este edificio de barro es mi utópico objetivo: reducir a escombros los sofismas". Se refiere el autor a los lugares comunes y dogmas con los que se suele sembrar la educación de nuestros jóvenes. En varias ocasiones se siente muy preocupado por esta cuestión. A lo largo del diario es una referencia constante su quehacer docente pero no solo. Fernández Magdaleno se muestra agradecido a sus maestros como parte de una cadena que no debe ser rota. Se entiende que a sus buenos maestros, en especial a su profesor de piano, el gran intérprete Miguel Frechilla. De él aprendió algo que explica tanto al maestro como al discípulo: "amar la música sobre todas las cosas de este mundo". Y en esta frase se encierra muchas de las claves de este diario. Amar la música es el estudio constante, el perfeccionamiento de la técnica pero también una visión del mundo. De ahí nace también su constante defensa de la música y de su práctica profesional, incluso la denuncia del abandono institucional y social en que se la tiene en España.

Esta actitud del discípulo y docente que cuestiona los dogmas se extiende en Fernández Magdaleno más allá de las clases, es una forma de entender la vida. El 17 de febrero se reúne con un grupo de jóvenes y hablan de política. Constata cómo conciben la vida de forma mecánica: "Han caído en la trampa de la ética dominante, que se ha impuesto como una epidemia. Tras la conversación, les sugiero algunas lecturas. Estoy satisfecho: se han ido con más dudas de las que traían". El autor concibe su responsabilidad social, una ética diferente a la dominante que le lleva tanto al desasosiego personal como a cuestionar todo dogma establecido y a luchar contra la ignorancia de los responsables públicos y de los pretendidos intelectuales que la exhiben sin pudor en sus declaraciones: "únicamente la estupidez reparte dogmas en el mundo".

Evidentemente, Fernández Magdaleno asume también la consecuencia inevitable de esta forma de comprender la vida. Tendrá que luchar contracorriente.

La obra puede ser difícil de encontrar, pero he podido reservar ejemplares para los lectores del club de lectura. Los que participan en su formato presencial (mantenido por la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos) recibirán por correo electrónico las instrucciones para hacerse con un ejemplar. El resto de los lectores pueden hacerse con un ejemplar escribiendo a felipe@lfediciones.com identificándose como seguidores del Club de lectura de La Acequia. Hago la observación de que se trata de una ocasión única que no debe dejarse pasar: los últimos ejemplares de un libro agotado en la práctica -y del que he conseguido coleccionar un puñado para esta lectura concreta solo disponibles durante los próximos dos meses- de una gran personalidad de la música española. Se entregará por riguroso orden de petición hasta agotar los pocos ejemplares disponibles.

Noticias de nuestras lecturas

Mª del Carmen Ugarte comenta cómo en la segunda parte del diario la realidad reclama su protagonismo en el texto y el autor debe afrontarla.

Luz del Olmo glosa, en verso, el tiempo del diario cuando se detiene en esas horas largas de los hospitales...

Mª Ángeles Merino sigue ejemplarmente el discurrir de los días hacia la primavera, siguiendo el camino de la vida que embarca el diario desde la tragedia colectiva hasta la individual, soportable gracias a la escritura, la lectura y el estudio.

Gelu termina de resaltar las claves de la primera parte del Diario, ilustrándolas de tal manera que facilita mucho su comprensión. Y tiene certera visión en su comentario final.


En su nueva entrega de esta lectura, Pancho va de Gardel a Imperio Argentina para demostrar que el problema del disparate sucede cuando puede ser real, muy real.

Recojo en estas noticias las entradas que hayáis publicado hasta el miércoles anterior. Si me he olvidado de alguna, os  agradezco que me lo comuniquéis. 

 Inauguración del curso del club de lectura

La inauguración oficial del presente curso del Club de lectura tendrá lugar el próximo viernes día 2 de octubre a las ocho de la tarde. El acto, que se celebrará en el Auditorio de la Fundación Caja Círculo de la calle Julio Sáez de la Hoya de Burgos, contará con la presencia de Diego Fernández Magdaleno, el autor del título que comentamos en estas primeras semanas del curso, El tiempo incinerado [Diario, 2004]. En el encuentro con los lectores, tras comentar la obra, Fernández Magdaleno interpretará al piano unas piezas con un significado especial para él. Es una ocasión excepcional para contar entre nosotros con un músico y un escritor de tanto relieve. Esperamos contar con los participantes de este Club de lectura tanto en su formato presencial como virtual y de todos los lectores de este espacio, además de todos los amantes de la lectura y de la música. El acto está abierto al público en general hasta completar el aforo. En próximas entradas daré cuenta del programa completo de este acto auspiciado por la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos.

jueves, 10 de septiembre de 2015

La vida en fragmentos en El tiempo incinerado de Diego Fernández Magdaleno y noticias de nuestras lecturas


El diario son fragmentos de una vida seleccionados por el autor. Cuando se publica, son los fragmentos que que el autor quiere darnos a conocer. Entra dentro del pacto autobiográfico la honestidad pero esta no es contraria a la ocultación, a la elipsis o a la reserva de la intimidad. Muchas veces es más interesante el silencio que se halla entre las páginas o la forma indirecta de abordar los asuntos que han acontecido en el día que indica la fecha de cada entrada del diario. En realidad, en un diario con intención literaria no podemos entender lo que se dice en un día concreto sin haber leído todo el volumen.

El día 1 de enero de 2004 arranca el texto de Fernández Magdaleno de esta manera: Comienza el año con una llamada de Josep Soler. No nos lo imaginamos así: el año comenzaría -es un suponer- con la alegría tras las campanadas y las uvas con las que se atragantan las familias españolas, con los abrazos a los que están presentes y la añoranza de los ausentes, con las llamadas del amigo íntimo o el familiar que no ha podido acudir. El autor se levantaría a la mañana siguiente pensando en la comida de Año Nuevo, junto a sus seres queridos. Pero Fernández Magdaleno anota: Comienza el año con una llamada de Josep Soler. Es toda una declaración de intenciones. Estamos ante el diario de un artista, de un músico y escritor. Y para él lo primero del año 2004 es la llamada del gran compositor y amigo. El lector entra, pues, desde el principio, en un diario que expone sus condiciones y que no renuncia a ellas en ningún momento. Es el diario de un artista y gran parte de las anotaciones se remiten a esta condición de una manera en la que el lector podrá hacerse una idea de la poética de Fernández Magdaleno (de esto hablaremos en otro momento). De la misma manera expone todas las otras cosas: la actualidad que comenta, la actividad profesional, las lecturas, la relación con los amigos. Incluso cuando reflexiona sobre la muerte en esa frontera entre el sueño y la vigilia la condición inicial del diario artístico le lleva a componer un magnífico microrrelato que podríamos llamar Thomas Bernhard en Belmonte de Campos (texto del lunes 9 de febrero). Muchas de las entradas tienen esta densidad literaria: el autor toma un incidente o un pensamiento del día y a partir de él construye una historia para esclarecerlo con la profundidad de lo artístico. Queda el componente inicial, pero sublimado (iluminado y elevado a lo universal) por el ritmo de lo poético.

Incluso en el momento en el que la realidad más dura asalta la rutina diaria -esa zozobra incomprensible que incinera la vida-, Fernández Magdaleno la trasciende pero no para evitarla sino para darle más luz, mayor profundidad en la mirada. Llega el 11 de marzo de 2004, día de los atentados terroristas en Madrid que causaron tantos muertos y tantas convulsiones políticas. Y el autor no anota, no necesita anotar, el motivo fundamental del día y lo aborda con una elipsis:

   Madrid, es, en estas horas, una reproducción exacta del infierno. Poco es posible decir, pese a que el día está lleno de llamadas (mi familia, Guillermo González, Miguel Huertas, Manuel Bocos, Carmen Domonte, Josep Soler, Rubén Ramiro, Luis García Vegas, Belén González, José-Ramón Echezarreta...). Antes de acostarme, escucharé el Officium Defunctorum de Tomás-Luis de Victoria.
   ¿Qué puedo hacer?

Otros autores de diario abordarían el tema directamente, dirían dónde estaban en el momento de los atentados, comentarían las noticias y lo que se dijo o no se dijo. Fernández Magdaleno necesita la escritura para ordenar el mundo con el desasosiego. Y en su forma de escribir la alta tensión de lo poético. En su texto sabemos exactamente todo sin que se nos narre: Madrid se había convertido en un infierno, la familia y los amigos estaban nerviosos por si a él le hubiera ocurrido algo, su estado anímico le lleva a elegir una pieza musical concreta y termina con esa pregunta que no es retórica sino que desvela mejor que mil palabras lo que sentía en ese momento, la impotencia del que no puede hacer nada ante tanto dolor. Esta es la clave estética de todo este diario, de la escritura y de la concepción de lo artístico en Fernández Magdaleno, que no le impide cerrar la tragedia con la pregunta del lunes 15 de marzo, llena de compromiso. Porque ambas cosas no son incompatibles sino que este nace de todo lo anterior.

La obra puede ser difícil de encontrar, pero he podido reservar ejemplares para los lectores del club de lectura. Los que participan en su formato presencial (mantenido por la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos) recibirán por correo electrónico las instrucciones para hacerse con un ejemplar. El resto de los lectores pueden hacerse con un ejemplar escribiendo a felipe@lfediciones.com identificándose como seguidores del Club de lectura de La Acequia. Hago la observación de que se trata de una ocasión única que no debe dejarse pasar: los últimos ejemplares de un libro agotado en la práctica -y del que he conseguido coleccionar un puñado para esta lectura concreta solo disponibles durante los próximos dos meses- de una gran personalidad de la música española. Se entregará por riguroso orden de petición hasta agotar los pocos ejemplares disponibles.

Noticias de nuestras lecturas

Mª Ángeles Merino enumera y describe los motivos de la zozobra y el insomnio relatados en el Diario, esas cosas que tejen la vida.

Paco Cuesta se interroga sobre el género de esta obra y cómo el Diario puede o no ser novela, así como sobre las obsesiones y el hilo principal que lo sostiene. Una certera entrada.

Sobre el silencio y los motivos artísticos reflexiona Gelu en su excelente e ilustrado resumen y comentario semanal de la obra de Fernández Magdaleno.

Luz del Olmo aborda el texto de Fernández Magdaleno desde la presentación directa del escritor ante esas páginas en las que nos desvela lo que de verdad le importa.

Mª del Carmen Ugarte se impulsa en el texto de Fernández Magdaleno para acercarnos a Virginia Woolf desde su propia experiencia, pero primero debate de forma muy inteligente sobre el uso de la segunda persona en el diario.


Pancho nos devuelve al mundo extraño y, a la vez, cotidiano, de Torrente Ballester con su decimocuarta entrega sobre esta novela que tanto nos hizo disfrutar. Ahora, con unos niños saliendo de alambiques y terminando con Sabina. Solo Pancho puede lograrlo. Su siguiente entrada es un buen ejemplo de cómo Torrente Ballester construía este relato desde el exceso teñido de un costumbrismo que lo ataba a la verosimilitud. Pancho lo retrata a la perfección.

Recojo en estas noticias las entradas que hayáis publicado hasta el miércoles anterior. Si me he olvidado de alguna, os  agradezco que me lo comuniquéis. 

En este enlace puede encontrarse la información del curso, el listado de las primeras lecturas y la forma de participar tanto en el formato virtual como en presencial.

Aviso: La inauguración oficial del curso se retrasa por problemas de agenda. No será finalmente el 25 de septiembre sino, previsiblemente, el viernes 2 de octubre. Avisaré aquí con tiempo suficiente. Todos los lectores de La Acequia, sigan o no estas lecturas, están invitados.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Comienzo del curso en el Club de lectura: El tiempo incinerado [Diario, 2004] de Diego Fernández Magdaleno y noticias de nuestras lecturas.


Escribir un diario es intentar ordenar la parcela del mundo a la que hemos asistido durante unas horas. El autor de un diario se explica el mundo a sí mismo. Intenta atrapar los hechos sustanciales, las emociones, los retazos de una conversación, las claves, en suma, que puedan orientarlo para comprender que ha sobrevivido durante una jornada más. A diferencia de unas memorias o de una autobiografía, el diario se escribe en casi presente y no debe tener intención de trascendencia: ni siquiera podemos estar seguros de vivir al día siguiente. De ahí también que los textos contengan una condición de fragmento apresurado con el que se quiere condensar lo que nos ha ocurrido.

Cuando el diario, como es el caso que nos ocupa, está escrito por un artista, el diario cobra también un nuevo significado. Diego Fernández Magadaleno es un pianista excepcional cuyo actividad se relaciona, sobre todo, con la música contemporánea española. En varias ocasiones me ha manifestado que concibe la escritura con el mismo sentido artístico con el que se sienta ante el piano. Y no encuentro mejor manera de comprender el ritmo de sus frases que habiéndolo oído tocar. La escritura de Fernández Magdaleno es tan brillante como su condición de pianista y nace de una misma manera de estar en el mundo.

Y así, el autor intenta comprender el tiempo vivido según se va quemando cada día, de ahí el título de este volumen. A veces ni eso, tan solo dejar constancia de alguno de los retazos vividos para intentar hallar en el mismo proceso de escritura una razón para evitar la desesperación que a veces pueden traernos los hechos que nos salen al paso cada día sin que podamos decidirlos nosotros:

No es detener el tiempo, no es narrar una vida la misión de este diario: es el desesperado intento por calmar la angustia de existir (quizá aumentándola), por borrar los engañosos reflejos que la conciencia derrama sobre los actos, muchas veces involuntarios, e indagar en su determinismo alienante.

En El tiempo incinerado están los fragmentos (un diario jamás es la totalidad de lo que nos sucede) que pueden ayudarle a armar un camino medianamente lógico al autor en la tarea de vivir. Este diario se inicia el jueves 1 de enero de 2004 y se cierra el viernes 31 de diciembre del mismo año. El autor anota cosas referidas a su profesión, a los amigos, las lecturas y la familia. Reflexiona sobre música, sobre el arte en general y sobre cuestiones de actualidad. Y profundiza hasta las mismas raíces de las cosas más importantes de un ser humano y en las emociones que nos despiertan. Dividido en tres partes irregulares (de enero a abril, de mayo a septiembre y de septiembre a diciembre), esta estructura tiene también la intención de ordenar el material, a la hora de publicarlo, para que pueda ayudarle a comprender lo vivido. Como si la vida pudiera tener un sentido o, al carecer de él, podamos contárnosla como si la tuviera.

Prologado por el poeta y profesor Antonio Carvajal a la manera de una carta dirigida al pianista Guillermo González, que fue quien le presentó al autor, este diario nos ocupará las próximas semanas. Carvajal interpreta este diario como una novela en la que al protagonista le impulsa, sobre todo, el amor y la creación artística. Puede tener razón. No hay otra forma mejor para afrontar la vida.

La obra puede ser difícil de encontrar, pero he podido reservar ejemplares para los lectores del club de lectura. Los que participan en su formato presencial (mantenido por la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos) recibirán por correo electrónico las instrucciones para hacerse con un ejemplar. El resto de los lectores pueden hacerse con un ejemplar escribiendo a felipe@lfediciones.com identificándose como seguidores del Club de lectura de La Acequia. Hago la observación de que se trata de una ocasión única que no debe dejarse pasar: los últimos ejemplares de un libro agotado en la práctica -y del que he conseguido coleccionar un puñado para esta lectura concreta solo disponibles durante los próximos dos meses- de una gran personalidad de la música española. Se entregará por riguroso orden de petición hasta agotar los pocos ejemplares disponibles.

Noticias de nuestras lecturas

Comienza Mª del Carmen Ugarte con todo acierto su comentario del diario de Diego Fernández Magdaleno. En la primera página, todo ese mundo en el que nos vamos a sumergir es prácticamente desconocido para nosotros. El autor nos abre la puerta: ni él mismo sabe lo que le deparará el año.

María Ángeles Merino se enfrenta con el diario abriendo todas las puertas iniciales: la definición del tiempo y su densidad en este libro, las citas y referencias... para descubrir finalmente al ser humano que late debajo de estas páginas.

Luz del Olmo se empapa del ritmo de las frases del autor en este arranque del diario, bien adecuado para ese vídeo que enlaza en el que vemos al pianista ejecutando una obra de J. Soler.

Gelu comenta el diario seleccionando un puñado acertado de frases que pueden resumir su planteamiento inicial, así como una muestra de vídeos que no podéis dejar de ver.

Recojo en estas noticias las entradas que hayáis publicado hasta el miércoles anterior. Si me he olvidado de alguna, os  agradezco que me lo comuniquéis. 

Anuncio del curso 2015-2016 en el Club de lectura



En este enlace puede encontrarse la información del próximo curso, el listado de las primeras lecturas y la forma de participar tanto en el formato virtual como en presencial.