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lunes, 14 de julio de 2008

El Quijote como parodia de libro (sobre las dos segundas partes) y noticias de nuestro Quijote


Habréis visto, antes del título de este capítulo IX, otro que alude a que aquí comienza la Segunda Parte del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Con una mera lectura del índice podréis comprobar que lo que nosotros hoy llamamos Primera parte está dividida en cuatro:

-Primera parte, correspondiente a los capítulos I a VIII.
-Segunda parte, correspondiente a los capítulos IX a XIV.
-Tercera parte, correspondiente a los capítulos XV a XXVII.
-Cuarta parte, correspondiente a los capítulos XXVIII a LII.

Quizá Cervantes, al entregar el libro, tuviera la intención de continuarlo, pero sabía que eso podía estar fuera de su voluntad. Él dio a su editor un volumen completo, que tituló El ingenioso hidalgo de la Mancha, tal y como comentamos aquí a partir de los recientes descubrimientos: entregó un libro, no una Primera parte, aunque en su mente -y en el texto- se prometiera la continuación (de hecho, él mismo tenía la experiencia de La Galatea, de la que nunca llegó a imprimirse la segunda parte prometida).

Hemos dicho también que no sólo la historia central es una parodia de los libros de caballería, sino que toda la confección del libro es una parodia de los libros del momento. De ahí, el Prólogo, los poemas preliminares y tantas cosas, como las que hemos comentado en el capítulo IX referidas al concepto de autoría y de narrador. Por eso mismo, El ingenioso hidalgo de la Mancha se estructura en cuatro partes, cada una de ellas asociada a una línea temática y argumental, a la manera de los libros parodiados por él: presentación de los personajes y primeras aventuras; historia pastoril; historias cruzadas en la venta; finalización de las historias intercaladas y vuelta a casa. La partición no supone que no haya líneas de continuidad entre las historias de las diferentes partes.

De hecho, algunas circunstancias que comentaremos con respecto al título del capítulo X y de cuestiones que afectan a la disposición de las historias intercaladas se verán afectadas por esta división. Cervantes, de hecho, decidirá, como veremos en su momento, algún cambio de lugar de ciertos pasajes para equilibrar la estructura y lograr una disposición narrativa apropiada de todo el material.

De todos estos cambios han quedado huellas en el texto que siempre han traído de cabeza a los editores y a los lectores. Algunas de estas huellas se corresponden con los famosos descuidos de Cervantes. Los hubo: debió trabajar con cierta aceleración en las últimas semanas puesto que se quería distribuir el libro lo antes posible, casi a pie de imprenta, como han sugerido algunos investigadores. Las consecuencias fueron que se le olvidaran -o no pudo, simplemente por falta de tiempo- borrar las huellas de esos cambios: títulos incorrectos que aluden a cosas que no pasan hasta más adelante o que ya han pasado; el famoso robo del asno de Sancho, etc.

Lo curioso es que Cervantes, cuando puede hacerlo porque el libro ya ha sido un éxito, no trabaja una segunda edición corrigiendo y limpiando estos descuidos, proponiendo un texto canónico sin ellos, sino que los integra como parte de la narración y hace que los propios protagonistas los comenten al inicio de la Segunda parte de 1615, con lo que de un error saca un filón de oro narratológico. Lo veremos.

Por esta misma razón, las Cuatro partes del volumen correspondiente al Ingenioso hidalgo quedan integradas, sin corrección en la denominación de los epígrafes, en la Primera parte del texto final. La segunda será la del Ingenioso caballero, como titulará a la que publicará en 1615 y que todos conocemos como Segunda parte. Entre el hidalgo del volumen de 1605 y el caballero del correspondiente a 1615 está toda la evolución que el mismo Cervantes sufre al escribir la Primera parte y la meditación, en los años siguientes, de lo que ha logrado con ella, lo que le hace proponer una continuación que no es repetición de lo conseguido, sino su crecimiento y maduración: de ahí que, en la Segunda parte, ya no haya divisiones internas pero sí conserve las que decidió en la Primera parte, sencillamente porque ambas corresponden a dos momentos en su interpretación del género novela que no se anulan puesto que la segunda nace de la primera. Ésta es un muestrario completo de formas narrativas del momento subordinadas a la narración realista. Aquélla es la prueba de madurez de este tipo de narración, que consigue integrar a las otras, asimilándolas, para construir el camino de la novela moderna.

Os pido que, si no he sido muy claro en esta explicación, me hagáis llegar vuestras dudas. Comprendo que algunas cuestiones son demasiado académicas, pero intento hacerlas asequibles.


Noticias de nuestro Quijote


Alatriste, el autor de un excelente blog en el que se aúna el debate ideológico y la difusión de la historia y la realidad de las tierras castellanas, La Comunidad del Castillo, difunde la iniciativa inventándose un logo que copio aquí y que le agradezco. Hace unos días dedicó una interesante entrada a un paisaje propio de estas páginas iniciales del Quijote: Los molinos de Don Quijote vuelven a girar.

Mi admirado Diego Fernández Magdaleno dedica unas elogiosas palabras al proyecto, que le agradezco con todo el corazón en su magnífico blog Las palabras del agua. Y a él le dedicaré una entrada sobre la música en el Quijote (que la hay) y sobre el Quijote (que también). Un abrazo, amigo.

Aldabra ha subido a su blog dos enlaces musicales con relación a nuestro Quijote, para poner banda sonora a la lectura, que cada uno escoja. Puede verse en la columna de la izquierda de su recomendable blog Congo y yo.

Antònia continúa su interesante labor de ver al Quijote en otros libros y en su entrada Cervantes, nos deja un poema de Leopoldo Cano y Masas que ha encontrado en el libro Páginas selectas. Promete, además, dar cuenta de la vida de Diego Vargas, Machuca, citado en el Quijote, a través de otro libro de lecturas escolares, Frases célebres. Es una labor de búsqueda llena de acierto y cariño. Antònia ha seguido colaborando activamente estos días en nuestra lectura colectiva y virtual. Ha colgado dos entradas muy cervantinas sobre el espíritu del Quijote en el pueblo saharaui. En la primera, El espíritu de don Quijote, copia un texto de Zahra Hasnaui (de Generación de la amistad) que actualiza el inicio del Primer capítulo a la situación del Sáhara, con glosario aclaratorio que también publicó en imágenes. Continuó el texto de Zahra Hasnaui en otra entrada, ya menos cervantina pero oportunamente reivindicativa. Me gusta mucho lo que dice en su entrada Como hierba cuajada de rocío, en la que subraya alguna las frases cervantinas más elocuentes del capítulo IX sobre el tiempo y la Historia. Una mirada muy acertada a estas perlas que Cervantes deja caer con tanta frecuencia en el texto y de las que puede hacerse un ensayo completo.
Juan Luis comenta el capítulo VI viendo la quema de libros entre el temor y la parodia, como es, añadiendo un recuerdo personal y poniéndonos ante una situación normal para un lector: salvar o condenar un libro, animándonos a hacer de cura y barbero por un día. Puede verse en su entrada El denso humo.

Mi querida Bipolar, que ya ha aportado cosas de sustancia a nuestras Noticias del Quijote, se decide a colgar una entrada en su blog -que tan recomendable es para los que gusten del género de micorrelatos-, Alonso y yo. En él hallaréis un divertido y cervantino cuento en el que una nueva Aldonza Lorenzo seduce en tanga a un juglar quijotesco. Muy recomendable.

DiaNna se ha puesto musical, en medio de sus problemas técnicos, y sube video y letra del Mago de Oz cantando Molinos de viento en su entrada del miércoles pasado, con el diálogo que ocurre después de esta aventura del Quijote, una lectura en la que triunfa la fantasía.
Javier prosigue su mirada en imágenes a los capítulos comentados, con su entrada sobre el capítulo IX. Aquí se centra en tres, de las que quiero reseñar la primera, con el autor ante su escrito y la última, con damas a a las que es lógico que don Quijote no negara nada. Hablaremos de por qué estas damas no desentonan en el Quijote.

Manuel ha preferido hablar esta vez de uno de los pensamientos más atractivos del Quijote en su entrada El Quijote y la diversidad, esta vez ilustrado por su hijo. Alude en ella a la presencia de lo judío y morisco en este capítulo IX.

Como siempre os digo, si he omitido alguna aportación, hacédmelo saber para corregirlo. Y no dejéis de enlazar vuestras entradas correspondientes a esta lectura virtual y colectiva del Quijote con La Acequia, para poderlas encontrar con mayor facilidad.

Vale.