Ante el ahogo que provoca la situación creada por la radicalización ideológica y la tensión social -como ya dijimos, bien recreada por Aramburu en Patria con la narración de los mismos hechos una y otra vez adoptando diferentes perspectivas-, algunos personajes necesitan una vía de escape para no terminar asfixiados. La vida en un ambiente pequeño y violento como el que se narra en la novela es angustiosa. De pronto, alguien te señala y las personas te dejan de saludar por la calle, los amigos te desconocen y se hace un vació de silencio en tu vida, que cambia bruscamente. La primera salida que se busca es la negación de los hechos: hay un error o esto pasará. Pero no pasa. Cuando la localidad es pequeña todo el mundo se conoce y acabas percibiendo hasta la falta de aire. Sucedió en realidad: durante décadas, empresarios, políticos e intelectuales tuvieron que vivir en silencio o acabaron marchándose del País Vasco. El ambiente en las familias no contribuye a mejores soluciones. Marcadas por la dificultad en la expresión de las emociones y viviendo en un ambiente de opresivo silencio ante el temor que alguien pudiera delatar su falta de conformidad con la lucha armada.
En la novela se registran casos de salida de la angustia desde dentro de la radicalización. Koldo, compañero de Joxe Mari en la lucha callejera y compañero suyo en el refugio francés, terminará marchándose a México y reinsertándose en la sociedad. Miren se lo dice a su hijo en prisión cuando este le cuenta alguna de las veces que ha querido dar el paso para salir de ETA: Ahí anda Koldo, tan tranquilo con su mujer mexicana y sus hijos en el pueblo.
Arantxa o Nerea se marchan del pueblo buscando su forma personal de escapar de la situación opresiva, sin que tengan demasiada fortuna en los caminos que emprenden entre otras cosas porque no dejan de sentirse marcadas por el núcleo familiar y la tragedia personal y social que se vive en la novela.
Pero será un personaje secundario, Gorka, hijo de Miren y Joxian y hermano de Joxe Mari quien mejor exprese esta necesidad de respirar un aire más libre. Lo que le diferencia de su pueblo es mucho: aficionado a la lectura y la escritura, tímido y reservado, no encaja en el mundo rudo y tópicamente varonil de la cuadrilla ni en el silencio cómplice o cobarde (el país de los callados, lo llama). Es consciente de que si se queda en el pueblo acabará como su hermano sin ser como él y decide construirse su propio Movimiento de Liberación Personal, como lo llama, buscando trabajado en la capital y separándose de sus amigos y familia.Quizá algo de eso hay también en la propuesta final del libro, que no desvelaremos por razones obvias.
En la novela se registran casos de salida de la angustia desde dentro de la radicalización. Koldo, compañero de Joxe Mari en la lucha callejera y compañero suyo en el refugio francés, terminará marchándose a México y reinsertándose en la sociedad. Miren se lo dice a su hijo en prisión cuando este le cuenta alguna de las veces que ha querido dar el paso para salir de ETA: Ahí anda Koldo, tan tranquilo con su mujer mexicana y sus hijos en el pueblo.
Arantxa o Nerea se marchan del pueblo buscando su forma personal de escapar de la situación opresiva, sin que tengan demasiada fortuna en los caminos que emprenden entre otras cosas porque no dejan de sentirse marcadas por el núcleo familiar y la tragedia personal y social que se vive en la novela.
Pero será un personaje secundario, Gorka, hijo de Miren y Joxian y hermano de Joxe Mari quien mejor exprese esta necesidad de respirar un aire más libre. Lo que le diferencia de su pueblo es mucho: aficionado a la lectura y la escritura, tímido y reservado, no encaja en el mundo rudo y tópicamente varonil de la cuadrilla ni en el silencio cómplice o cobarde (el país de los callados, lo llama). Es consciente de que si se queda en el pueblo acabará como su hermano sin ser como él y decide construirse su propio Movimiento de Liberación Personal, como lo llama, buscando trabajado en la capital y separándose de sus amigos y familia.Quizá algo de eso hay también en la propuesta final del libro, que no desvelaremos por razones obvias.
Os recuerdo que durante todo el mes de febrero seguiremos con el comentario de esta novela cada jueves.
Noticias de nuestras lecturas
De forma muy unamuniana, Mª Carmen Ugarte hace que el personaje de Joxian se le aparezca a Fernando Aramburu tras una presentación de Patria y le pida una cosa concreta. No se olvida ni de regalarle una bolsa de tomates de su huerta. No os podéis perder esta entrada.
Myriam Goldenberg realiza un sólido análisis de las características psicológicas de los miembros de la familia de Bittori y Txato, por una parte, y de la familia Miren y Joxian. Cierra este trabajo con las relaciones entre ambas familias y sus cambios a partir del asesinato de Txato.
Luz del Olmo escribe sobre las relaciones entre las dos madres y su personalidad.
Mª Ángeles Merino se encuentra con su amiga Austri en mitad de la lluvia. Ante un café comentan una de las partes sustanciales de la novela: la construcción de una situación de terror que conduce a la tragedia de forma inevitable.
Myriam Goldenberg realiza un sólido análisis de las características psicológicas de los miembros de la familia de Bittori y Txato, por una parte, y de la familia Miren y Joxian. Cierra este trabajo con las relaciones entre ambas familias y sus cambios a partir del asesinato de Txato.
Luz del Olmo escribe sobre las relaciones entre las dos madres y su personalidad.
Mª Ángeles Merino se encuentra con su amiga Austri en mitad de la lluvia. Ante un café comentan una de las partes sustanciales de la novela: la construcción de una situación de terror que conduce a la tragedia de forma inevitable.
Pancho termina el comentario de La española inglesa, la novela ejemplar cervantina que nos ocupó aquí hace unas semanas. No sé cómo, pero termina con Bryan Adams este excelente comentario que comienza señalando la carrera de obstáculos en la que consiste la trama y el final feliz...
Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos.
Durante el resto del curso leeremos:
-Patria, de Fernando Aramburu (febrero).
-A sangre y fuego, de Manuel Chaves Nogales (marzo).
-Media vida, de Care Santos (abril).
-Brillante, de Luis Ángel Lobato (mayo).
-Pasos en la piedra, de José Manuel de la Huerga (junio).
Durante el resto del curso leeremos:
-Patria, de Fernando Aramburu (febrero).
-A sangre y fuego, de Manuel Chaves Nogales (marzo).
-Media vida, de Care Santos (abril).
-Brillante, de Luis Ángel Lobato (mayo).
-Pasos en la piedra, de José Manuel de la Huerga (junio).
Entrada del Club de lectura cada jueves, en este blog.