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jueves, 10 de julio de 2014

Balance del curso del Club de lectura y noticias de nuestras lecturas


Con El río que nos lleva de José Luis Sampedro cerramos el presente curso del Club de lectura y nos tomamos el verano de descanso. Ha sido un curso intenso y gratificante. Hemos leído 5 novelas, 1 libro de cuentos, 1 poemario, 1 obra de teatro y 1 ensayo. Como es habitual, se ha procurado dar variedad a los géneros y se han intercalado autores vivos y autores fallecidos, obras más conocidas y otras casi olvidadas. Comenzamos el año con el éxito de la temporada en la narrativa española y lo cerramos con la recuperación de un título imprescindible de un autor fallecido hace poco y al que cabía hacer este homenaje por su significado moral en los últimos años en España. Cada lector tendrá sus preferencias. Yo he podido apreciar la buena recepción del ensayo de Muñoz Molina, que nos ha permitido reflexionar sobre las causas de la crisis actual y su desarrollo, también la sorpresa que ha supuesto Intemperie y El río que nos lleva y, para algunos, el libro de cuentos de María Teresa León, poco conocido. La novela de Torrente Ballester ha tenido una recepción diversa: hay quienes no han podido con ella y quienes han quedado enganchados en su mundo y continúan leyéndola y saboreándola a sorbitos. Pero sin lugar a dudas, la mejor recepción la ha tenido Dejar las cosas en sus días, de Laura Castañón, que ha sido leída y comentada con muchas ganas por los participantes.

Estos nueve títulos han sido: 

Intemperie de Jesús Carrasco.
La estafeta romántica de Benito Pérez Galdós.
Todo lo que era sólido de Antonio Muñoz Molina.
Veinte poemas de amor y una canción desesperada de Pablo Neruda.
Dejar las cosas en sus días de Laura Castañón.
La saga/fuga de J.B. de Gonzalo Torrente Ballester.
Rosa-Fría, patinadora de la Luna de María Teresa León.
El sí de las niñas de Leandro Fernández de Moratín.
El río que nos lleva de José Luis Sampedro.

Aparte de mantener una reunión cada mes en el formato presencial sostenido por la encomiable labor de la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos y de las entradas semanales de los blogs participantes en este club recogidas en mi entrada de los jueves en La Acequia y de los comentarios que suscitan entre quienes siguen las lecturas, este curso se ha añadido la página de Facebook (en este enlace) en la que también se recogen las opiniones y comentarios de quienes prefieren esta red social.

Sin duda, la novedad de este año ha sido la participación de la novelista Laura Castañón en un encuentro que tuvo lugar el 25 de febrero en la Sala Polisón del Teatro Principal de Burgos. Al éxito de público se sumaron la cercanía y la apasionada forma de contar historias de la autora y el acto resultó muy interesante. Tenemos el firme propósito de que los encuentros con los autores sean más frecuentes y se abran, como en este caso, al público en general.

Leer es un placer cuando se hace en solitario, aumenta cuando se comparte lo leído. Y enriquece escuchar y leer las visiones de los demás. También a los autores.

Dejo para el próximo jueves la lista de lecturas del próximo curso que, como sabéis, se inaugura con la segunda parte del Quijote de Avellaneda.

Te invito a que dejes, en esta entrada o en el muro de Facebook, un comentario con tu propio balance del curso y tus sugerencias para el próximo.

Noticias de nuestras lecturas

Myriam hace un extraordinario análisis de los arquetipos y símbolos de El río que nos lleva usando el I Chin. Más que recomendable.

Gelu sigue con su selección de frases y búsqueda de ilustraciones y vídeos para mejorar nuestra lectura de El río que nos lleva de José Luis Sampedro.

Mª Ángeles Merino da voz a El Americano para completar la polifonía de voces de esta novela de Sampedro construida entre el individuo y el grupo. Un personaje apasionante, sin duda.

Pancho continúa disfrutando y haciéndonos disfrutar de La saga/fuga de J.B. No os perdáis cómo enreda con los tuits y con las reuniones... que se resienten en su siguiente entrada, en la que se habla hasta del cólera morbo...

Ya sabéis que recojo en estas entradas de los jueves los comentarios que los seguidores del Club de lectura hacen en sus blogs hasta el miércoles y aquellos que me dé tiempo del mismo jueves. Si me he olvidado de alguno, os agradecería que me lo hicierais saber.

Cómo seguir el Club de lectura de La Acequia

El Club de lectura de La Acequia comenzó el jueves 24 de abril de 2008 con la primera lectura colectiva del Quijote realizada con los medios de la web 2.0. Esta iniciativa de lectura de la novela cervantina permanece abierta para aquellos que quieran sumarse a ella en cualquier momento en este enlace y puede usarse como la única guía de lectura completa del Quijote disponible hoy en Internet, con licencia Creative Commons 4.0.

El éxito del proyecto impulsó el lanzamiento de uno de los clubs de lectura más antiguos en Internet en español, gratis y en abierto. Durante el curso académico se propone la lectura de un título al mes, de todos los géneros: narrativa, poesía, teatro y ensayo. Se alternan autores clásicos con autores vivos y por él han pasado nombres como Miguel de Cervantes, Óscar Esquivias, Gustavo Adolfo Bécquer, Eduardo Mendoza, Valle-Inclán, Lope de Vega, Juan Cavestany, Almudena Grandes, Pío Baroja, Lorenzo Silva, Antonio Machado, Miguel Delibes, Jesús Carrasco, Benito Pérez Galdós, Antonio Muñoz Molina, Pablo Neruda y Laura Castañón, Gonzalo Torrente Ballester, María Teresa León, Leandro Fernández de Moratín y José Luis Sampedro, etc.

Desde el año 2011 cuenta con dos formatos:
 
El club de lectura virtual, al que pueden sumarse libremente todos los aficionados a la literatura. En La Acequia se publican todos los jueves entradas correspondientes al libro del mes, más un resumen de las noticias de las lecturas en las que se enlazan los blogs del resto de los participantes. También puede seguirse el club de lectura a través de comentarios en las entradas correspondientes o como meros lectores.  Súmate a la página del Club en Facebook en este enlace.

El club de lectura presencial, sostenido por la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos, que se reúne una vez al mes para comentar el título correspondiente. Se programan también encuentros con los autores de las obras. Este segundo formato tiene plazas limitadas y hay que inscribirse al comienzo de cada curso. 

ADVERTENCIA: Las entradas de La Acequia enlazadas aquí tienen licencia Creative Commons 4.0 y están registradas como propiedad intelectual de Pedro Ojeda Escudero. Pueden ser usadas y reproducidas sin alterar, sin copias derivadas, citando la referencia y sin ánimo de lucro.

jueves, 5 de junio de 2014

El sí de las niñas y su repercusión en el teatro del siglo XIX y noticias de nuestras lecturas


He defendido aquí el contenido revolucionario de El sí de las niñas de Moratín y alguno se habrá echado las manos a la cabeza. También lo habrá hecho cuando me ha leído defender que en esta comedia hay una presencia de lo sentimental que ya no puede explicarse solo a través de lo neoclásico. La explicación tradicional a todo ello es que Moratín jamás fue un revolucionario y que criticó las posturas románticas. En aquellos tiempos, en España, era difícil ser un jacobino y Moratín no lo fue, en efecto, como tampoco fue un romántico. Pero se podía ser revolucionario y dejar paso a la sensibilidad romántica sin cortar cabezas reales ni hacer extremos teatrales. Aún hay mucho que decir sobre aquellos españoles de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX que propugnaron una sustancial reforma de la situación del país, tanto en política como en costumbres como en el arte. Lo intentaron, además, desde dentro del sistema, en una alianza frágil -como se demostró- pero que ellos creyeron necesaria para modernizar el país sin el terror revolucionario que tanto les asustó cuando se produjo en Francia. En esto, con matices ideológicos, Moratín está en el mismo barco que Jovellanos.

Entendida la revolución como algo mucho más profundo y extenso que la toma de la Bastilla, Moratín quiso ser revolucionario sin violencias. De hecho, la trasformación moral y social de la que participa en El sí de las niñas lo es y se basa en la libertad individual y en una nueva forma de relacionarse familiar y socialmente basada en el respeto a dicha libertad. Aceptar que lo mejor es la libertad de amar para contraer matrimonio es un paso más profundo que guillotinar a un rey. Una vez que se da ya no puede restablecerse el Antiguo Régimen. Esta libertad de amar es uno de los aspectos más esenciales de las libertades individuales propugnadas por los ilustrados. Que esta libertad de amar se exprese, además, en tono sentimental romántico sobre la escena es poner en las tablas una realidad de la época: el amor ya se manifestaba de forma diferente en aquella sociedad y Moratín lo sabía. Pero a Moratín le pesan varias cosas para no romper con todo: su estética neoclásica, que jamás abandonó; su condición de reformista para cambiar una sociedad sin quebrarla; pero, sobre todo, que sabía que no podía expresarlo de otra manera. Era impensable ver sobre las tablas de Madrid a principios del siglo XIX una defensa del amor romántico de aquellos jóvenes. Ni el mismo Moratín ni los actores ni el público ni, sobre todo, los censores, lo hubieran aceptado. Ya tuvo suficientes críticas adversas y dificultades para el estreno. Moratín conocía a la perfección la situación del teatro de su época, lo que quería hacer y lo que podía hacer en la práctica teatral española. Además, su formación era estrictamente neoclásica. Entre otras cosas, porque convenía atarse a una regulación de ese tipo contra el teatro popular que imperaba en esos momentos. A muchos todavía les sorprende que pueda haber ideología romántica bajo la estética neoclásica o que Moratín pudiera haber evolucionado en sus planteamientos.

De ahí el personaje central de la obra, Don Diego: un hombre que usa de la razón para no causar daño.  Es decir, un ilustrado que apuesta, como es lógico, por la sensatez para cambiar el mundo. Pero observemos detenidamente lo que hace al renunciar al amor de una joven con la que podría haber forzado el casamiento. Don Diego se da cuenta de que ya no es su época, de que solo puede poner al servicio de esos jóvenes un ejemplo de sentido común aliado con la pasión juvenil de ambos. El mundo ya será de esos jóvenes, que tendrán que trasformarlo, a él solo le toca servir de cauce gracias a su experiencia. Como si Moratín diera carta de naturaleza a esa nueva sensibilidad de forma paternalista y dirigiéndola para que consiga de la mejor manera los efectos queridos. Estos jóvenes, por sí mismos, no se iban a rebelar contra la autoridad familiar pero iban a ser infelices. En realidad, de no triunfar el amor gracias al generoso gesto de Don Diego, todos iban a ser infelices. Pero una vez conseguido que el mundo se rija por la libertad de amar, ya no volverá a ser el mismo.

En pocas ocasiones se ve en una obra de teatro tal cruce sutil de mundos, de propuestas y de aceptaciones y renuncias para conseguir un mundo mejor, hecho sin alharacas ni gritos ni extravagancias sino con el ritmo cotidiano de aceptar lo que es de sentido común que se acepte.

En lo estético, El sí de las niñas sentó definitivamente las bases de la comedia de costumbres del siglo XIX español. Se convirtió en el modelo de referencia a la hora de tratar grandes cuestiones desde lo pequeño, desde lo familiar. Tuvo el acierto, para ello, de no recurrir a la broma fácil ni a la crítica feroz, sino de mantenerse en un nivel en el que ni los corregidos podían sentirse molestos con la corrección, puesto que apelaba a su razón. Un engranaje perfecto.

El texto de la obra, en buena edición digital gratuita, en este enlace.
Un excelente portal con información sobre Moratín, aquí.
Puedes ver la obra en una antigua versión para la televisión, en blanco y negro en este enlace.
Noticias de nuestras lecturas

Mª Ángeles Merino camina al desenlace de la comedia de Moratín: se anuncia la luz del día, quizá la luz de la historia y la razón...

Luz del Olmo demuestra cómo no son solo las niñas las que dicen sí en la comedia de Moratín. Interesante planteamiento.




Pancho continúa con su lectura de la novela de Torrente Ballester. Basta con leer su última, divertida y acertada entrada para apreciar de nuevo la variedad de tonos y recursos, paródicos o no, de la obra.

Ya sabéis que recojo en estas entradas de los jueves los comentarios que los seguidores del Club de lectura hacen en sus blogs hasta el miércoles y aquellos que me dé tiempo del mismo jueves. Si me he olvidado de alguno, os agradecería que me lo hicierais saber.

Próxima lectura


Cerramos el curso del Club de lectura con El río que nos lleva, de José Luis Sampedro (la mejor edición disponible, en la editorial Cátedra), el próximo jueves publicaré la primera entrada y nos acompañará hasta el 12 de julio.

Gelu nos introduce ya a esta lectura, aproximándonos al autor, un hombre cercano en todos los aspectos.

Después nos tomamos las vacaciones de verano. Recordad que, el primer título del próximo curso será la segunda parte del Quijote escrita por Alonso Fernández de Avellaneda tal y como explico en este enlace.


Y si alguien quiere más... Echo al fuego los restos del naufragio, mi diario poético para una crisis


Se ha publicado mi nuevo libro, Echo al fuego los restos del naufragio, diario poético de una crisis (Valladolid/Béjar, SBQ Solidario, 2014). Los textos, en verso y prosa, recorren el panorama de la crisis por la que atravesamos, individual y colectiva, como una propuesta de depuración de todo lo que de una manera u otra nos ha arrastrado hasta ella.

Se publica en la colección El Brut de los corazones solidarios de la editorial SBQ y lo recaudado contribuirá a las actividades de esta ONG. Para conseguir un ejemplar puedes apuntarte en la página de facebook del libro (en este enlace) o escribirme un correo electrónico a pedro.ojeda.escudero[arroba]gmail.com

Se ha comenzado ya el reparto de los ejemplares solicitados. Si quieres saber el estado de tu envío, escríbeme un correo electrónico.

jueves, 29 de mayo de 2014

Razones para la verosimilitud en El sí de las niñas y noticias de nuestras lecturas.


La estética neoclásica de El sí de las niñas le llevaba a Moratín a plantear una comedia realista y, por lo tanto, al respeto de las tres unidades (de tiempo, de espacio y de acción). También le llevaba a la crítica de las costumbres sociales de una forma clara y desde una perspectiva que, aunque hoy no nos lo parezca, era revolucionaria. El sí de las niñas es una obra revolucionaria entendiendo como tal una que pretende cambiar los cimientos de una sociedad. Es difícil hacer ver esto ahora porque sobre aquellos hombres de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX ha caído mucho olvido. Basta con leer el prólogo de Moratín para la edición de la comedia para comprender contra lo que tuvo que combatir. Solo la protección de algunos gobernantes que participaban de las ideas ilustradas -más o menos superficialmente- consiguió que este tipo de teatro pudiera representarse. Curiosamente, en contra de los vaticinios -y de los precedentes-, El sí de la niñas triunfó, tuvo éxito de público y asentó definitivamente la comedia neoclásica de crítica de costumbres en España y creó una forma de hacer teatro que pervivió durante casi un siglo con ligeras trasformaciones debidas, sobre todo, a Bretón de los Herreros y, con posterioridad, a los autores de la alta comedia.

Sin duda este éxito se debió a la forma en que Moratín trabajó la verosimilitud de la obra. Uno de los problemas del teatro neoclásico es que debía forzar algunas situaciones para respetar las tres unidades dramáticas mencionadas y que no siempre lograba que el resultado fuera natural. En El sí de las niñas todo fluye con esa naturalidad verosímil. La elección de una posada como lugar de acción es un acierto: allí pueden juntarse gente de diversa condición y dar lugar a casualidades que, de otra manera, resultaran extrañas. Por otra parte, todo ha sucedido también de forma natural para que el desenlace ocurra en pocas horas: escoge Moratín el momento adecuado de la acción, cuando ya no puede darse un salto temporal y debe resolverse el conflicto. Lo mismo consigue con la unidad de acción. La trama se desenvuelve de una manera que nos parece lógica. Entre otras cosas porque el autor deja la clave de resolución del conflicto no en manos de los jóvenes sino de un viejo caballero con sentido común. Bien caracterizado Don Diego vemos en él las apetencias de un hombre mayor por una joven con la que quiere casarse -no era extraño en la época- pero Moratín consigue plantear su evolución psicológica para que no nos parezca un fantoche sino un personaje que desde su propio conflicto interior resuelve la situación con cordura y de acuerdo a los nuevos tiempos, es decir, a la ideología ilustrada que propugna el autor.

El texto de la obra, en buena edición digital gratuita, en este enlace.
Un excelente portal con información sobre Moratín, aquí.
Puedes ver la obra en una antigua versión para la televisión, en blanco y negro en este enlace.

Noticias de nuestras lecturas

Paco Cuesta se mete en un jardín y saca buena cosecha: de Moratín a Valle, uniéndolos en sus propósitos de denuncia de una sociedad que no les gusta. Más que recomendable.

Gelu se pregunta y responde a cosas sustanciales sobre Moratín, además de seguir con su selección de momentos claves de la comedia.

María del Carmen Ugarte aborda, con inteligencia, lo que puede suceder tras el final de la comedia. Interesante propuesta de debate que estaría en la cabeza del público de la época.

Pancho nos lleva con mucha sutileza a la forma en la que Moratín resuelve con verosimilitud y cordura la trama. No os perdáis las ilustraciones de su entrada.

Mª Ángeles Merino vuelve por donde bien solía y da voz a un secundario, de nuevo: esta vez es Paquita quien nos cuenta desde dentro la historia.


Luz del Olmo recrea uno de los cuentos más originales y modernos de Rosa-Fría, en el que se invierten los valores y se mezclan historias al servicio de una Blancanieves rebelde y contestona.

Ya sabéis que recojo en estas entradas de los jueves los comentarios que los seguidores del Club de lectura hacen en sus blogs hasta el miércoles y aquellos que me dé tiempo del mismo jueves. Si me he olvidado de alguno, os agradecería que me lo hicierais saber.

Y en el resto del curso...

En junio cerramos el curso del Club de lectura con El río que nos lleva, de José Luis Sampedro (la mejor edición disponible, en la editorial Cátedra).

Después nos tomamos las vacaciones de verano. Recordad que, el primer título del próximo curso será la segunda parte del Quijote escrita por Alonso Fernández de Avellaneda tal y como explico en este enlace.


Y si alguien quiere más... Echo al fuego los restos del naufragio, mi diario poético para una crisis


Se ha publicado mi nuevo libro, Echo al fuego los restos del naufragio, diario poético de una crisis (Valladolid/Béjar, SBQ Solidario, 2014). Los textos, en verso y prosa, recorren el panorama de la crisis por la que atravesamos, individual y colectiva, como una propuesta de depuración de todo lo que de una manera u otra nos ha arrastrado hasta ella.

Se publica en la colección El Brut de los corazones solidarios de la editorial SBQ y lo recaudado contribuirá a las actividades de esta ONG. Para conseguir un ejemplar puedes apuntarte en la página de facebook del libro (en este enlace) o escribirme un correo electrónico a pedro.ojeda.escudero[arroba]gmail.com

Se ha comenzado ya el reparto de los ejemplares solicitados. Si quieres saber el estado de tu envío, escríbeme un correo electrónico.

jueves, 22 de mayo de 2014

Prevención de viudas jóvenes y adúlteras y defensa del amor en El sí de las niñas y noticias de nuestras lecturas.


El sí de las niñas aborda el núcleo esencial de la nueva sociedad que comenzaba a tomar la dirección del mundo occidental en el siglo XVIII: la familia, pero la familia entendida en un núcleo mucho más reducido que el Antiguo Régimen. Ya no se habla de linaje sino de la familia estricta. Es a partir de ese núcleo desde el que se construye la sociedad burguesa. Todo -legislación, negocios, herencias, etc.- tiene que ver con esto en aquellos tiempos. El nuevo concepto de la familia se hace patente en este tipo de obras. Los conflictos de las comedias tienen un calado mucho menos extenso que en el teatro barroco o postbarroco y hablan de las relaciones entre padres e hijos y entre los esposos -o los futuros esposos-. Por eso, es lógico que Moratín tenga como uno de los temas centrales de su producción dramática la libertad de amar de los jóvenes: las consecuencias de impedirlo se hacían patentes ya en la sociedad.

Una de las preocupaciones sociales del momento eran las mujeres que se convertían en viudas jóvenes al habérselas obligado a casarse con hombres mucho mayores por los intereses familiares. La nueva sentimentalidad y la nueva sociedad había creado un tipo de viudas ricas, independientes, que no necesitaban casarse de nuevo y que comenzaban a tener una presencia pública evidente.

Por otra parte, la nueva sentimentalidad ponía también en evidencia otra de las consecuencias normales cuando a alguien se le obliga a casarse sin amor y la sociedad comienza a cambiar en el reconocimiento de las libertades individuales: el adulterio. Y el adulterio trae como consecuencia la infelicidad y, de paso, los problemas legales sobre el reconocimiento de los herederos.

Si sumamos la construcción de la nueva moralidad y la nueva legislación sobre las libertades del individuo, tenemos todos los ingredientes para que los neoclásicos como Moratín se fijaran en el tema para darle un nuevo enfoque.

En efecto, El sí de las niñas es la demostración de las consecuencias de una educación tradicional que impide la libertad de amar, que obliga a la aceptación de las obligaciones e intereses familiares. Para ello, muestra una variedad de acciones ante este conflicto: la resignación, la reproducción sin más de una educación castradora de la que se ha sido víctima, la oposición crítica bien por motivos ideológicos bien por cuestiones sentimentales -el sentimiento está planteado como la primera grieta del sistema de obligaciones familiares que solo puede reconducirse actuando razonablemente-, etc. Solo a través de un esfuerzo de la razón se podrá salir de este conflicto, que es lo que hace el protagonista masculino de la obra al ceder en su intención de casarse con la joven que le ha sido destinada.

El texto de la obra, en buena edición digital gratuita, en este enlace.
Un excelente portal con información sobre Moratín, aquí.
Puedes ver la obra en una antigua versión para la televisión, en blanco y negro en este enlace.


Noticias de nuestras lecturas

Pancho introduce la comedia de Moratín de una forma tan sugerente tanto en la biografía como en el inicio argumental que quien lea esta entrada quedará atrapado en la lectura para caer después en la red en la que se tejen los caracteres de los personajes, como magníficamente explica en esta segunda entrada.

María del Carmen Ugarte relee a Moratín y aprecia la función de los criados para dar amenidad a la obra. Excelente su entrada, que no debes perderte.

Gelu escribe sobre el inicio de la comedia y pone de relieve, además de su selección habitual, cómo las víctimas de una educación son las que reproducen sin más los defectos de la misma.

Mª Ángeles Merino nos pone ante un tema central en su conversación con Paquita: la necesidad de luz, más luz, en aquella España.

Paco Cuesta se centra en la forma en la que Moratín renovó la escena española, dando las claves de la modalidad y la intención del autor.



Luz del Olmo recrea, en versos que valen por sí mismos, el cuento del gallo Kirico de María Teresa León. Un placer de lectura.

Y en el resto del curso...

Os recuerdo los libros con los que cerramos el presente curso del Club de lectura, después de El sí de las niñas:

En junio, El río que nos lleva, de José Luis Sampedro (la mejor edición disponible, en la editorial Cátedra).

Después nos tomamos las vacaciones de verano. Recordad que, el primer título del próximo curso será la segunda parte del Quijote escrita por Alonso Fernández de Avellaneda tal y como explico en este enlace.

Ya sabéis que recojo en estas entradas de los jueves los comentarios que los seguidores del Club de lectura hacen en sus blogs hasta el miércoles y aquellos que me dé tiempo del mismo jueves. Si me he olvidado de alguno, os agradecería que me lo hicierais saber.


Y si alguien quiere más... Echo al fuego los restos del naufragio, mi diario poético para una crisis


Se ha publicado ya mi nuevo libro, Echo al fuego los restos del naufragio, diario poético de una crisis (Valladolid/Béjar, SBQ Solidario, 2014). Los textos, en verso y prosa, recorren el panorama de la crisis por la que atravesamos, tanto individual como colectiva, como una propuesta de depuración de todo lo que de una manera u otra nos ha arrastrado hasta ella. Se publica en la colección El Brut de los corazones solidarios de la editorial SBQ y lo recaudado contribuirá a las actividades de esta ONG. Para conseguir un ejemplar puedes apuntarte en la página de facebook del libro (en este enlace) o escribirme un correo electrónico a pedro.ojeda.escudero[arroba]gmail.com. En los próximos días comenzarán a remitirse los encargos ya realizados.

jueves, 15 de mayo de 2014

El sí de las niñas en su contexto y noticias de nuestras lecturas


El estreno de El sí de las niñas en 1806 culminaba la trayectoria teatral de Leandro Fernández de Moratín. Llegaba a ese momento tras una breve pero intensa dedicación al arte escénico que había comenzado con El viejo y la niña (1790). Moratín pertenecía a un grupo de pensadores y artistas españoles que promovieron la modernización del país. No podemos comprender su importancia sin situarlo correctamente en este contexto. Para ello, se valieron de la literatura y de los cargos administrativos que ejercieron o de los proyectos reformistas que impulsaron. Moratín estuvo al frente de la Junta de Dirección y Reforma de Teatros. Las reticencias de la población española, las intrigas de los contrarios a estas reformas y la convulsa historia española de las primeras décadas del siglo XIX (antes, incluso, por la atemorizada reacción de las autoridades tras la Revolución francesa) hicieron fracasar inicialmente estos proyectos reformistas. Algunos autores han podido hablar, de hecho, de la España que no fue: un proyecto construido a finales del siglo XVIII de una España moderna, homologable a los países más avanzados europeos, que participaría de las ideas reformadoras de la ilustración y que se preocupara por la mejora de las condiciones materiales del país. No fue un proyecto construido en el vacío por ingenuos. Entre aquellos hombres se encontraban algunos de los mejores pensadores y escritores europeos del momento (Cadalso, Jovellanos, Moratín, etc.) y su huella se encuentra en muchos proyectos que fueron desarrollándose a lo largo del siglo XIX. Participaron activamente en la construcción del pensamiento liberal europeo y su impronta se encuentra en la Constitución de 1812. Pero las circunstancias históricas, la mediocridad de los gobernantes y, sobre todo, el atraso en el que se encontraba la educación del pueblo, hizo que este proyecto de modernización de España se ralentizara, tropezara y fuera una de las causas de la desaparición definitiva de la nación de las primeras filas internacionales.

Moratín está en este proyecto. En su obra intenta dar un ejemplo de la modernización literaria. Contrario a las extravagancias de la literatura dominante en ese momento, anclada en fórmulas que procedían del barroco, buscaba también la divulgación de las nuevas ideas que corrían por la literatura europea, que él conocía de primera mano por sus viajes. De ahí que abrazara sin dudar la estética neoclásica. Además de su propio gusto, veía en ella la adecuada herramienta artística para esa modernización necesaria del país. Pero hay mucho más en su obra que una forma neoclásica. En su teatro se pone en debate alguno de los grandes problemas que afectaban a la sociedad de su tiempo, en especial los que afectan a la gran preocupación de la pujante burguesía: la estructura familiar y las nuevas relaciones que se establecían en ella a partir de las ideas que se habían introducido en el último siglo. En especial, las nuevas formas de relación sentimental. Las ideas de libertad social que estaban dentro de la ilustración nacían de la libertad individual. De ahí la preocupación manifestada por los autores como Moratín sobre el derecho a amar a quien se quiera de los jóvenes y, especialmente, de las mujeres. Una vez asentado este derecho, la autoridad paterna debe entenderse de otra manera.

El sí de las niñas manifiesta todo esto pero también pone sobre la escena algo más. Aunque Moratín nunca dejó de ser neoclásico, en su obra y, especialmente, en esta comedia, tenemos la aparición de una sentimentalidad más libre, expresada de otra manera, una sentimentalidad muy próxima ya al romanticismo si no es propia ya de sus primeras manifestaciones. No debe extrañarnos: el neoclasicismo y el romanticismo no son territorios opuestos como se creía hasta hace poco sino dos fases del desarrollo de la modernidad.

El texto de la obra, en buena edición digital gratuita, en este enlace.
Un excelente portal con información sobre Moratín, aquí.
Puedes ver la obra en una antigua versión para la televisión, en blanco y negro en este enlace.

Noticias de nuestras lecturas

En la segunda entrada sobre El sí de las niñas, Mª Ángeles Merino se dirige también a la joven protagonista para comentar la parte inicial de la obra, en la que conocemos a todos los personajes y el planteamiento inicial del conflicto. No os perdáis sus enlaces, porque ilustran perfectamente nuestra lectura.

Gelu contextualiza la obra de forma muy útil, incluyendo la concepción que el autor tenía del género de comedia.

Y en el resto del curso...

Os recuerdo los libros con los que cerramos el presente curso del Club de lectura, después de El sí de las niñas:

En junio, El río que nos lleva, de José Luis Sampedro (la mejor edición disponible, en la editorial Cátedra).

Después nos tomamos las vacaciones de verano. Recordad que, el primer título del próximo curso será la segunda parte del Quijote escrita por Alonso Fernández de Avellaneda tal y como explico en este enlace.

Ya sabéis que recojo en estas entradas de los jueves los comentarios que los seguidores del Club de lectura hacen en sus blogs hasta el miércoles y aquellos que me dé tiempo del mismo jueves. Si me he olvidado de alguno, os agradecería que me lo hicierais saber.


Y si alguien quiere más... Echo al fuego los restos del naufragio, mi diario poético para una crisis


Se ha publicado ya mi nuevo libro, Echo al fuego los restos del naufragio, diario poético de una crisis (Valladolid/Béjar, SBQ Solidario, 2014). Los textos, en verso y prosa, recorren el panorama de la crisis por la que atravesamos, tanto individual como colectiva, como una propuesta de depuración de todo lo que de una manera u otra nos ha arrastrado hasta ella. Se publica en la colección El Brut de los corazones solidarios de la editorial SBQ y los beneficios contribuirán a las actividades de esta ONG. Para adquirir un ejemplar puedes apuntarte en la página de facebook del libro (en este enlace) o escribirme un correo electrónico a pedro.ojeda.escudero[arroba]gmail.com. En los próximos días comenzarán a remitirse los encargos ya realizados.