Resulta que nadie sabe cómo arreglar esto de la crisis y que llegará un momento en el que la gente esté tan harta de todo que buscará sus propias soluciones; resulta que el futuro Presidente de España, que no para de recibir gente en su despacho, no ha salido a tranquilizar a sus votantes; resulta que el Gobierno en funciones continúa con la deriva de los últimos años del Presidente saliente amagando sin llegar a nada, como en el ominoso caso del Valle de los Caídos (en el que parece que el dictador Franco seguirá enterrado -contra el sentido común de una democracia- más allá de la vida de cualquiera de sus víctimas o sus familiares directos) o en el estrafalario de la Ley Sinde (que contiene cosas necesarias y cosas extravagantes sobre la regulación de Internet); que siguen las noticias sobre recortes presupuestarios que contribuyen a propagar el temor a lo que pueda pasar para que nada pase y que son defendidas con lenguaje épico por algunos altos dirigentes del partido que gobernará España, mientras siguen apareciendo noticias de escándalos de corrupción que salpican a los políticos y a la Casa Real. Y todo parece estancado. Resulta que ha venido diciembre y el frío y que a Nicanor Parra le han concedido el Premio Cervantes 2011. Si la salud y los años se lo permiten, el próximo mes de abril recogerá el Premio en Alcalá de Henares y deberíamos prestar atención a su discurso puesto que parece que ahora solo las personas que tienen más de 90 años parecen tener discursos lúcidos. Solo yo sé las ganas que tengo de que se termine este año y que comience otro para abrir un calendario que tenga primavera.
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viernes, 2 de diciembre de 2011
En esto le dan el Premio Cervantes a Nicanor Parra
Resulta que nadie sabe cómo arreglar esto de la crisis y que llegará un momento en el que la gente esté tan harta de todo que buscará sus propias soluciones; resulta que el futuro Presidente de España, que no para de recibir gente en su despacho, no ha salido a tranquilizar a sus votantes; resulta que el Gobierno en funciones continúa con la deriva de los últimos años del Presidente saliente amagando sin llegar a nada, como en el ominoso caso del Valle de los Caídos (en el que parece que el dictador Franco seguirá enterrado -contra el sentido común de una democracia- más allá de la vida de cualquiera de sus víctimas o sus familiares directos) o en el estrafalario de la Ley Sinde (que contiene cosas necesarias y cosas extravagantes sobre la regulación de Internet); que siguen las noticias sobre recortes presupuestarios que contribuyen a propagar el temor a lo que pueda pasar para que nada pase y que son defendidas con lenguaje épico por algunos altos dirigentes del partido que gobernará España, mientras siguen apareciendo noticias de escándalos de corrupción que salpican a los políticos y a la Casa Real. Y todo parece estancado. Resulta que ha venido diciembre y el frío y que a Nicanor Parra le han concedido el Premio Cervantes 2011. Si la salud y los años se lo permiten, el próximo mes de abril recogerá el Premio en Alcalá de Henares y deberíamos prestar atención a su discurso puesto que parece que ahora solo las personas que tienen más de 90 años parecen tener discursos lúcidos. Solo yo sé las ganas que tengo de que se termine este año y que comience otro para abrir un calendario que tenga primavera.
miércoles, 27 de abril de 2011
El que no inventa no vive
En el discurso que Ana María Matute ha pronunciado en la ceremonia de recepción del Premio Cervantes, están muchas de las claves de esta autora: la literatura como invención necesaria para la vida y sin límite; la entrega al oficio de la escritura a partir de la conciencia de la diferencia (en especial con la conciencia de género que le hacía ver a las mujeres de su infancia como mujeres recortadas); la influencia de la vivencia autobiográfica en la propia literatura (sobre todo para la generación que la autora llama de los niños asombrados como efecto de la brutalidad de la Guerra civil española); la defensa del cuento como género mayor arrancándolo del mundo exclusivamente infantil en el que se hallaba hace décadas.
Ana María Matute ha leído su discurso como es ella: con un tono de voz que parece ensoñado y siempre íntimo. Como su silla de ruedas no cabía en el elevado lugar habitual, se ha colocado en la parte baja, ante una mesa. De la mesa parecían saltar, alegres, las palabras y los personajes que ha creado -inventado- a lo largo de su extensa vida como escritora, que todos celebramos.
viernes, 28 de noviembre de 2008
Juan Marsé, Premio Cervantes 2008
Un narrador que ha contado así historias reconocibles, de las que nadie se había dado cuenta antes, merece el Cervantes. Juan Marsé, premiado este año, ha sabido hallar el tono adecuado para contarnos nuestras vidas y que parezcan novelas. Hagámosle justicia leyendo su obra.
jueves, 29 de noviembre de 2007
Juan Gelman, Premio Cervantes 2007.
El poeta argentino Juan Gelman ha sido galardonado con el Premio Cervantes de 2007. Su historia personal es dolorosa. Su literatura, comprometida y humana, en el ámbito de la poesía conversacional (social, coloquial, de la experiencia...), es magnífica. Aun recuerdo alguna conversación sobre Gelman con mi colega y amigo Jaime Ibáñez cuando le dirigía su magnífica Tesis Doctoral sobre Mario Benedetti.
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