Mostrando entradas con la etiqueta A sangre y fuego. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta A sangre y fuego. Mostrar todas las entradas

jueves, 6 de abril de 2017

Un inglés perplejo en mitad de la guerra civil española y noticias de nuestras lecturas con celebración del Premio de la Crítica obtenido por Óscar Esquivias y anuncio de la próxima: Media vida, de Care Santos.


El inglés que aparece en el relato La columna de hierro define a la perfección una de las propuestas ideológicas que sostienen los cuentos de A sangre y fuego. Junto a la situación del puñado de personajes españoles -de uno y otro lado- que son conscientes de la barbarie desencadenada por la guerra y que no desean participar en ella, este inglés tiene la clave con la que debemos leer estos relatos.

Se trata de un aviador perteneciente a las Brigadas internacionales, un voluntario que ha venido a combatir contra los fascistas y cuya posición ideológica es, por lo tanto, absolutamente incuestionable. Jorge aprovecha un permiso para emborracharse y disfrutar y, de hecho, se pasa buena parte del relato borracho e inconsciente. Su compañera de juerga, una artista de un ínfimo local de music hall especializado en variedades picantes resultará ser una fascista encubierta. En el medio de la borrachera, Jorge, el inglés, no deja de dar vivas a Azaña.

Jorge cae en la Columna de hierro, un grupo constituido por gente indeseable que se encarga de las represalias en la retaguardia contra fascistas encubiertos enfrentándose a los grupos de milicianos locales y alterando el orden y las normas dictadas por el gobierno republicano. De hecho, Chaves Nogales sitúa la acción en el momento en el que el gobierno ha dictado normativas para que los grupos locales resistan estas columnas incontroladas que desestabilizaban la situación y que no propiciaban la necesaria unidad de acción frente a las tropas fascistas que avanzaban por todo el territorio.

El inglés está perplejo ante la desunión que observa y la violencia con la que se expresa y así lo indica continuamente el narrador: El aviador, que contemplaba la escena tan estupefacto como si hubiese caído de la Luna... En el momento en el que se desata el conflicto entre los miembros de la Columna de Hierro y los milicianos locales, Jorge queda completamente desorientado ante lo que observa: Jorge, escarmentado, no quiso seguir jugándose la vida mientras no se supiese a ciencia cierta por qué causa se la jugaba... Comprendiendo la verdadera causa de la desunión y cómo perjudicaba en la guerra, no dudará en ofrecerse voluntario para terminar con las columnas de combatientes que la fomentaban.

Chaves Nogales no duda en lo que pretende con este libro que, no lo olvidemos, se escribe cuando aún dura la guerra. Pide unión en el bando republicano, acabar con la desorganización y la barbarie para combatir a los militares sublevados. Enemigo declarado tanto del fascismo como del comunismo y el anarquismo, liberal y republicano, tuvo que dolerle ver la derrota de 1939 y sus consecuencias, que sumergieron a España en una larga dictadura.


Noticias de nuestras lecturas

Pancho comenta con todo acierto El tesoro de Briesca, el cuento en el que se narra el intento de salvar el patrimonio artístico del expolio o la destrucción. Después publica una entrada comentando Los guerreros marroquíes, uno de los relatos más sorprendentes de la colección, sobre todo por la inversión en la mirada a estas tropas que acompañaban al ejército fascista. Termina, en ese juego hábil de Pancho, con Vetusta Morla.

El pasado martes se celebró la reunión ordinaria del Club de lectura en su formato presencial para comentar  A sangre y fuego de Chaves Nogales. De aquella reunión da cuenta puntual, como siempre, Mª Ángeles Merino, os invito a leer su entrada.


Óscar Esquivias, Premio de las letras de Castilla y León 2016



Los lectores de este club estamos de enhorabuena. Recientemente, Juan Manual de la Huerga obtuvo el Premio de la Crítica de Castilla y León 2016 por su novela Pasos en la piedra, con la que teníamos previsto cerrar el presente curso. A esta noticia se suma otra, Óscar Esquivias ha sido galardonado con el Premio de las letras de Castilla y León 2016. Óscar Esquivias es el autor más joven en obtener el premio y el jurado ha valorado la madurez de su escritura desde sus primeros trabajos publicados. Como saben los seguidores habituales de este espacio, Esquivias fue, después de Cervantes, el primer autor que leímos en el club y ha estado presente en varios actos que hemos organizado, incluidos sus encuentros con nuestros lectores. Recientemente leímos la última colección de cuentos que ha publicado, Andarás perdido por el mundo.

El jurado estaba formado por Fermín Herrero y que también es un autor querido por este club (de él leímos La gratitud y celebramos su correspondiente encuentro), Ernesto Escapa, Nicolás Miñambres, Enrique Berzal, Ignacio Fernández, Eduardo Álvarez y Carlos Travesi.


Próxima lectura: Media vida, de Care Santos
`


Care Santos (Mataró, 1970) es una narradora con sólida trayectoria. Colaboradora habitual en la prensa, su primer título publicado fue un libro de relatos, Cuentos cítricos (1995). Desde entonce ha publicado con regularidad y ha obtenido varios premios nacionales. El último con Media vida, Premio Nadal 1997. Nos ocupará las próximas semanas y en la tarde del próximo 25 de abril los lectores tendremos un encuentro con ella en el Museo de la Evolución Humana de Burgos.

Algunos compañeros de lectura ya han comenzado con esta de Care Santos. Daré cuenta de las contribuciones publicadas en sus blogs en mi primera entrada sobre esta novela, la próxima semana.


Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos. 

Durante el resto del curso leeremos:

-Brillante, de Luis Ángel Lobato (mayo). El autor publicará en breve un nuevo poemario.
-Pasos en la piedra, de José Manuel de la Huerga (junio). Como es ya conocido, esta novela ha obtenido el XV Premio de la Crítica de Castilla y León, fallado el pasado día 8 en Ávila, lo que da mayor interés, si cabe, a su lectura.

Entrada del Club de lectura cada jueves, en este blog.

jueves, 30 de marzo de 2017

La pausa en mitad de la batalla en A sangre y fuego de Chaves Nogales y noticias de nuestras lecturas.


A veces ocurre que el interés del tema nos oculta la técnica con la que está escrita la obra literaria. Esto es un elogio.  Esto puede ocurrir con A sangre y fuego y no deberíamos dejar de indicar que uno de los aciertos de estos relatos es, precisamente, la técnica narrativa adoptada por Chaves Nogales. El tono empleado es siempre directo y la tensión narrativa y su intensificación está magníficamente promediada. La introducción de los personajes se hace con descripciones breves pero contundentes, porque quedan grabados en la mente del lector. Chaves Nogales sabe que, para tener éxito en su propósito -la denuncia de la barbarie desencadenada en España por los extremos ideológicos enfrentandos en la guerra civil a partir de la sublevación fascista-, debe dejar hablar a los hechos por sí mismos de tal manera que no dé la sensación de un panfleto ideológico ni de una novela de tesis.

En la gradación del tempo narrativo suele haber un momento de pausa en el que el lector puede pensar que algo ocurrirá, que algo puede ocurrir y cambiar la dinámica de los hechos que conducen siempre hacia la violencia. Así sucede cuando el padre fascista y el hijo comunista comparten un cigarro en prisión en silencio en ¡Massacre, massacre! También en La gesta de los caballistas -uno de los mejores de la serie- cuando el hijo del marqués se aleja de todos para refugiarse un momento en el olivar y fumar un cigarro (es curioso este recurso repetido). El lector lo sabe -sin que se le diga expresamente- asqueado por todo y por eso no le sorprende ni su reacción ante un republicano que escapa campo a través ni su opción al final del cuento, en el que se avergüenza de su condición de español en aquella España.

Vuelve a ocurrir ese momento de pausa en Los guerreros marroquíes, cuando el cadí sale a pasear por la noche y enfrenta su tristeza con la alcohólica algarabía de los militares sublevados o cuando los moros son paseados por todo Madrid para ser exhibidos. Este relato contiene una inversión de perspectiva interesante. Frente a las leyendas que hacían de estos soldados moros al servicio de las tropas franquistas unas fieras sanguinarias, Chaves Nogales los salva y deja la barbarie a los soldados fascistas que cortan orejas de milicianos. Es también uno de los mejores de la serie, desde su arranque. La superioridad moral de estos africanos frente al burdo comportamiento de quienes los mandan queda marcada a fuego, incluso las razones para su comportamiento. Era difícil este ejercicio literario de Chaves Nogales de empatía con las temidas fuerzas moras de choque usadas por Franco. Hoy sabemos, gracias a los estudios, entrevistas y documentos, que su comportamiento no fue exactamente el que indicara la propaganda de uno y otro lado, que muchas de las acciones que se les atribuyó fueron cometidas por tropas regulares franquistas o legionarios, y que fueron utilizados como arma psicológica de guerra -instrumentos inconscientes del mal que hacían, dice Chaves Nogales anticipándose- y en gran medida abandonados después por Franco. Chaves Nogales optó por el camino difícil, por ponerse de su parte, quizá por una cuestión literaria, quizá por razones ideológicas -indica varias veces que habían sido víctimas de la situación colonial y humillados por las potencias occidentales-, provocando una inesperada humanización del enemigo. Porque este es uno de los grandes motivos que rigen estos cuentos, que reservan los comportamientos humanos para muy pocos, los que se diferencian de la masa de uno y otro bando, masa cruel y despediada independientemente de la justicia o no de sus razones. 
Curiosamente, aquellos que actúen de forma humana serán siempre víctimas de la violencia y tendrán que escapar de la guerra o morirán. Como el camarada Arnal, encargado del rescate del patrimonio artístico en las zonas de guerra, que terminará desesperado buscando la muerte al comprender que  ya nada tenía sentido. Antes de morir él también tiene su momento de pausa en mitad de la barbarie, que detiene la acción y añade dramatismo:

Mientras se moría quiso entretenerse en hacer examen de conciencia y no pudo. Se distraía. Pensó en las mil musarañas, en un cartel bonito que había visto en una esquina, en un perrillo cojo que tenían los milicianos... Se acordó también del tesoro de Briesca, cuyo secreto guardaba en aquel indescifrable dibujo que llevaba sobre el pecho, y cuando quiso poner en claro si había hecho bien o mal en aquel asunto, se murió.

Noticias de nuestras lecturas

Mª del Carmen Ugarte comenta la colección de relatos de Chaves Nogales añadiendo testimonios recogidos personalmente sobre aquellos tiempos de guerra. Centra su comentario en la posibilidad o no de equidistancia a la hora de contar la guerra. En su último comentario sobre A sangre y fuego se detiene en los relatos ambientado en el norte de España y dedica unas líneas de gran interés a los hechos sucedidos en la Dehesa de la Villa madrileña, con coda excelente dedicada a Gloria Fuertes.

La madre de Mª Ángeles Merino sigue dándonos su impagable testimonio de la guerra que vivió como niña. Este diálogo a tres voces (Chaves Nogales, Mª Ángeles y su madre), enriquece esta lectura. Aquí habla de muchas cosas: el hambre, los milicianos...

Myriam Goldenberg también presta atención a Rafael, uno de los personajes de La gesta de los caballistas.  Y coincide en su oportunísima entrada en ver en él ese sentido humanizador del relato.


El próximo martes día celebraremos el encuentro mensual del Club de lectura en su formato presencial. La lectura de A sangre y fuego nos llevará hasta el 6 de abril, día en el que publicaré la última entrada. Después comenzamos la lectura de Media vida, de Care Santos, que nos ocupará el mes de abril.

Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos. 

Durante el resto del curso leeremos:
-Media vida, de Care Santos (abril). Esta novela ha obtenido el último Premio Nadal y su lectura se programa en conjunto por varios clubs de lectura de Burgos.
-Brillante, de Luis Ángel Lobato (mayo). El autor publicará en breve un nuevo poemario.
-Pasos en la piedra, de José Manuel de la Huerga (junio). Como es ya conocido, esta novela ha obtenido el XV Premio de la Crítica de Castilla y León, fallado el pasado día 8 en Ávila, lo que da mayor interés, si cabe, a su lectura.

Entrada del Club de lectura cada jueves, en este blog.

jueves, 23 de marzo de 2017

La barbarie de la guerra en A sangre y fuego de Chaves Nogales y noticias de nuestras lecturas.


Chaves Nogales no se anda con tapujos a la hora de arrancar A sangre y fuego. En su primer cuento, ¡Massacre, massacre! nos pone frente a una situación en la que la barbarie se adueña de la historia. Nos encontramos en el Madrid sitiado y bombardeado por los militares sublevados. La aviación franquista ataca de forma indiscriminada y casi sin oposición puesto que los aviones republicanos no pueden enfrentarse con ella: uno de los fragmentos más impactantes del cuento relata la muerte de los aviadores ingleses (Uno tras otro han muerto todos en combate. Formaban una escuadrilla de voluntarios que se han batido heroicamente. Hasta que ayer cayó el último. ¡Unos tíos jabatos los ingleses!). Las víctimas civiles de los bombardeos aéreos se cuentan por decenas, como esas mujeres que guardan la cola para comprar en una tienda. Sin embargo, a todo se acostumbra la población en guerra, que toma como una lotería cada bombardeo. Los que salen ilesos se ponen a vivir ansiosamente hasta el siguiente ataque. En el relato, Chaves Nogales opta por una estrategia inteligente para introducirnos en el tema central: la reacción bárbara, vengativa, de los milicianos ante estos ataques y la amenaza de la quinta columna. Presta singular atención a la construcción por el general Mola de este concepto en sus alocuciones radiofónicas (Pocas veces una simple frase ha costado más vidas). La ira y el temor se suman y la persecución de los sospechosos se desata.

El inicio del cuento comenzaba casi como un cuento infantil en el que unos niños jugaran a la guerra. El uso de los diminutivos no es inocente por parte del autor (pompita, pajarito, bolita). Pero aquello no es un juego: detrás de esos diminutivos se esconde la amenaza de los bombardeos sobre la sociedad civil, incluso por la noche. Chaves Nogales asienta el punto de partida con firmeza: esos bombardeos indiscriminados que intentan minar la resistencia de los madrileños y el regreso del frente de los milicianos, que vuelven a la ciudad con la barbarie de la guerra, la crueldad feroz del hombre. El autor ha preparado suficientemente la entrada en escena de la Escuadrilla de la Venganza, un grupo de milicianos que no obedecen al gobierno y que actúan por el simple impulso de la venganza de los muertos. Es tema central de este y de otros cuentos la desunión, los recelos y los problemas organizativos en el bando republicano, en el que nadie se fía de nadie.

Y se desata el afán vengativo. La barbarie de la guerra abre la puerta a la acción violenta: la sangre llama a la sangre. Los miembros de la Escuadrilla de la Venganza liderados por Enrique Arabel buscan militares retirados o en activo sospechosos de participar en la quinta columna y los fusilan sin miramientos, incluso dentro de la prisión. Sorprende aún pero debió sorprender más en aquel tiempo, que un republicano como Chaves Nogales relatara los actos violentos que se cometen en su bando sin dejar por ello de condenar la violencia fascista: ese es el error frecuente, pensar que en aquella guerra como en todas hay dos bandos enfrentados, sin matices. ¿Estamos los españoles preparados hoy para aceptarlo? Lo mismo ocurre con la aparición en una taberna vasca de Malraux, Alberti, Bergamín y María Teresa León (esta con revólver en la cintura), una escena en la que Chaves Nogales pone toda la intención en la caracterización de los intelectuales españoles -no así del francés-, como quien quiere pasar factura de lo que ha visto desde su condición de liberal republicano.

Solo hay un interesante momento de pausa en mitad de toda la violencia y sangre, de tanta crueldad. El miliciano comunista Valero y su padre, militar con inclinaciones fascistas, se sientan en silencio a fumar un cigarro en la cárcel. El hijo podría salvar al padre pero sabe que no debe hacerlo, como también lo sabe el padre. Ese tiempo del cigarrillo en el que ambos piensan en el otro sin decirse nada, antes de abrazarse y besarse con ternura, es el único momento de paz de todo el cuento.

Noticias de nuestras lecturas


Myriam Goldenberg publica un análisis de la novela a partir de la psicología y de la forma en la que se despersonaliza a la víctima en los actos violentos. No os podéis perder esta entrada sobre A sangre y fuego.

Pancho publicó su segunda entrada sobre la obra de Chaves Nogales: entrada en la violencia, en la guerra sucia, en la guerra real. Y qué bien viene un Sabina. En la tercera,  comenta el cuento sobre la Columna de Hierro,  un relato duro sobre lo acontecido durante los primeros meses de guerra en la retaguardia republicana y la desunión de sus bandos. 

Dorca`s Library se inspira, entre otras cosas, en nuestra lecura, para componer un relato y una reflexión sobre la guerra, la violencia y el ser humano. Te lo recomiendo.

Mª Ángeles Merino sigue contándonos el diálogo de su madre con lo narrado por Chaves Nogales.  Del cotejo del texto y de los recuerdos salen asombrosos parecidos. Un testimonio impagable.

Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos. 

Durante el resto del curso leeremos:
-Media vida, de Care Santos (abril). Esta novela ha obtenido el último Premio Nadal y su lectura se programa en conjunto por varios clubs de lectura de Burgos.
-Brillante, de Luis Ángel Lobato (mayo). El autor publicará en breve un nuevo poemario.
-Pasos en la piedra, de José Manuel de la Huerga (junio). Como es ya conocido, esta novela ha obtenido el XV Premio de la Crítica de Castilla y León, fallado el pasado día 8 en Ávila, lo que da mayor interés, si cabe, a su lectura.

Entrada del Club de lectura cada jueves, en este blog.



El viernes 10 tuvimos el encuentro mensual habitual del club de lectura presencial, en este caso para cerrar el comentario de Patria, la novela de Aramburu que nos ocupó en febrero. La novela ha gustado a la mayoría de los lectores y suscitó un buen debate sobre lo que ocurrió y ocurre en el País Vasco y la manera en la que el autor lo relata. Mª. Ángeles Merino ha pubiclado su crónica habitual del encuentro.



Como estaba previsto, el pasado viernes día 10 se celebró la sesión del Seminario de Literatura y Danza organizado por la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos y nuestro Club de lectura. Resulta súmamente interesante esta fusión de perspectivas. Vimos y analizamos El sombrero de tres picos, el ballet de Falla basado en la novela de Pedro Antonio de Alarcón. Mª Ángeles Merino asistió e hizo de relatora en una entrada en su blog.

jueves, 9 de marzo de 2017

En el charco de sangre de mi país. A sangre y fuego de Manuel Chaves Nogales y noticias de nuestras lecturas


Como un charco de sangre ve España Chaves Nogales. Un charco de sangre en el que se han desatado los instintos más primarios del ser humano tras el golpe de estado fallido de los militares sublevados contra el gobierno republicano legítimo y la guerra civil que siguió. En el Prólogo de A sangre y fuego afirma que quien salga vencedor de la barbarie que aún continuaba será un dictador, de una o de otra ideología, revolucionario o fascista y que de forma inevitable contará con el apoyo de unas potencias internacionales y la oposición de otras:

En lo interior, un gobierno dictatorial que con las armas en la mano obligará a los españoles a trabajar desesperadamante y a pasar hambre sin rechistar durante veinte años, hasta que hayamos pasado la guerra. Rojo o blanco, capitán del ejército o comisario político, fascista o comunista, probablemente ninguna de las dos cosas, o ambas a la vez, el cómitre que nos hará remar a latigazos hasta salir de esta galerna ha de ser igualmente cruel e inhumano. En lo exterior, un Estado fuerte, colocado bajo la protección de unas naciones y la vigilancia de otras. 

Afirmaba eso después de comprobar lo ocurrido en los primeros meses de la guerra civil y de su conocimiento directo de la Rusia soviética y la Italia fascista. No se equivocaba demasiado en su pronóstico el autor, solo que aún no había llegado la II Guerra mundial y la guerra fría, que prolongó cuarenta años y no veinte al dictador que salió vencedor.

Habitualmente se simplifica la guerra civil española convirtiéndola en un choque entre dos bandos: nacionales y rojos, leales y sublevados, revolucionarios y fascitas. Ya durante la misma guerra. En todo conflicto resulta más fácil y útil para la propaganda de uno y otro lado construir de forma maniquea el enfrentamiento que andar en disquisiciones que debiliten las fuerzas. Las guerras no entienden de sutilezas. También le fue muy útil este maniqueísmo al dictador que gobernó España las décadas siguientes. Esta simplificación hace que se nos olvide que la mayor parte de la población suele encontarse en el medio de las fuerzas extremas y que su adhesión a uno de los bandos es más fruto del azar, del instinto de supervivencia o de las debilidades humanas. Quizá aún no estemos en condiciones de aceptar plenamente que la realidad fue más compleja a pesar de que ya hay suficientes documentos, testimonios, libros de historia y obras de arte que lo demuestran. Ni siquiera sé si hoy se le ocurriría a alguien una película como La vaquilla de Luis García Berlanga (1985).

Chaves Nogales se declara "un pequeñoburgués liberal, ciudadano de una república democrática y parlamentaria". Con su trabajo intelectual se hacía la ilusión de motivar el espíritu de sus compatriotras y provocar en ellos el interés "por los grandes temas de nuestro tiempo". Pero la sublevación de los militares contra la república le pone en situación de riesgo porque con su posicionamiento contrario a los movimientos revolucionarios y fascitas "había contraído méritos bastantes para haber sido fusilado por los unos y por los otros". Fiel a la república liberal, sigue por sentido profesional al frente del diario Ahora incluso después de haber sido colectivizado por los obreros y gracias a la tolerancia con la que se le permitía trabajar a pesar de ser conocido su rechazo hacia la revolución. Cuando el gobierno republicano abandona el Madrid cercado por las tropas franquistas para trasladarse a Valencia, él no lo sigue y marcha al exilio, convencido de que entre los dos bandos que se le ofrecen "es preferible meterse las manos en los bolsillos y echar a andar por el mundo, por la parte habitable de munco que nos queda". Ninguno de los dos extremos se lo ha perdonado aún. Gracias a su condición de intelectual y a sus contactos, encuentra acogida en París y dedicarse a la escritura.

Salió de España a mediados de noviembre de 1936 y da por concluido el manuscrito de A sangre y fuego en mayo de 1937. Para entonces ya tenía una reconocida trayectoria profesional como periodista y como escritor. Al abordar A sangre y fuego pretende combatir precisamente los extremos de ambos bandos. Denuncia la irracionalidad desatada por las grandes ideologías enfrentadas. No estaba ni España ni el mundo -cerca ya del conflicto mundial- para estas posiciones intermedias y su personalidad y su obra se fue diluyendo en el olvido salvo su biografía del torero Juan Belmonte, que siempre se puso como ejemplo del género y parecía escrita por un nombre sin persona detrás. No interesaba oficialmente ni al régimen de Franco ni los movimientos de oposición. Su recuperación se dio a partir de la transición hacia la democracia, en medio del postmodernismo, que miraba la historia reciente desde un ángulo alejado de las ideologías que habían sembrado el siglo XX de muertos y desde entonces el interés no ha hecho sino crecer.

A sangre y fuego es una colección de once relatos (los nueve de la mayoría de las ediciones y dos más rescatados de las ediciones mexicana y cubana por María Isabel Cintas) sobre la crueldad de aquella guerra. Son once historias abordadas de manera realista y cruda. Aparentemente, el narrador es objetivo y da el testimonio de lo que vio o de lo que investigó y se separa por igual de los bandos extremos enfrentados. Chaves Nogales busca la denuncia de la irracionalidad, de las actividades criminales en un intento de mostrar al mundo la perversidad de los dos bandos. No es su pretensión entrar en juicios sobre la legalidad histórica entre otras cosas porque todavía llevaba encima el recuerdo abierto de lo que había visto y de lo que seguía ocurriendo en España. Quizá de una forma un tanto ingenua pretendía llamar a las conciencias liberales del mundo occidental para que evitaran el desastre. Por eso buscó que su libro se tradujera rápidamente para aumentar la difusión. No se dio cuenta de que ese mundo al que apelaba también llevaba el camino de entrar en una devastadora guerra.

A lo largo del mes de marzo veremos cómo lo hace.

Noticias de nuestras lecturas

Luz del Olmo cuenta su experiencia inicial en la lectura, abrumada por el dolor que le provoca un relato tan crudo como halla en las dos primeras historias. Seguro que podrá seguir con la lectura. No os perdáis las imágenes con las que ilustra su entrada.

Mª Ángeles Merino nos regala todo un testimonio personal. Su madre dialoga con el texto de Chaves Nogales recordando lo que ella vivió de niña en aquella guerra civil.

Comenta Pancho el primer relato de la serie, que nos lleva a los primeros días de la guerra y al despertar de los sentimientos más primarios. Excelente forma de afrontar el comentario.

Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos. 

Durante el resto del curso leeremos:
-Media vida, de Care Santos (abril). Esta novela ha obtenido el último Premio Nadal y su lectura se programa en conjunto por varios clubs de lectura de Burgos.
-Brillante, de Luis Ángel Lobato (mayo). El autor publicará en breve un nuevo poemario.
-Pasos en la piedra, de José Manuel de la Huerga (junio). Como es ya conocido, esta novela ha obtenido el XV Premio de la Crítica de Castilla y León, fallado el pasado día 8 en Ávila, lo que da mayor interés, si cabe, a su lectura.

Entrada del Club de lectura cada jueves, en este blog.

Seminario de literatura y danza



El curso pasado, la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos y el Club de lectura de La Acequia inauguramos nuestro Seminario de Literatura y danza con el ballet Don Quijote como parte de las conmemoraciones del cuarto centenario del fallecimiento de Cervantes. Continuamos con la idea, que tendrá próximas ediciones.
Mañana viernes día 10 de marzo veremos y comentaremos El sombrero de tres picos, el ballet de Manuel de Falla con coreografía de Léonide Massine estrenado en Londres en 1919 con un rotundo éxito. Los decorados y figurines eran obra de Pablo Picasso. El ballet está basado en la novela de igual título de Pedro Antonio de Alarcón, publicada en 1874. El acto tendrá lugar en el Salón de actos de la Facultad de Humanidades y Comunicación de la Universidad de Burgos (antiguo Hospital Militar) y dará comienzo a las 19:00 horas. Entrada libre hasta completar el aforo.
El sábado 11 tendrá lugar un seminario de ballet clásico de nivel intermedio al que hay que apuntarse según instrucciones del cartel que copio arriba.

jueves, 2 de marzo de 2017

La novela que es Patria de Fernando Aramburu y la novela que no es, noticias de nuestras lecturas y anuncio de la próxima


Casi al final de la novela, Xabier acude al hotel María Cristina de San Sebastián. Se celebran unas Jornadas sobre Víctimas del Terrorismo y Violencia Terrorista, organizadas por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco. El personaje no era muy dado a estos actos, entre otras cosas porque a las víctimas llega a pesarles psicológicamente ser eso, víctimas, a todas las horas, aunque no puedan negarlo ni negárselo: Por la mañana, víctima; por la tarde, víctima; por la noche, víctima. A ese acto sí acude porque encuentra en el listado de participantes al juez que dictó sentencia en el caso del asesinato de su padre. Cuando entra, le toca el turno a un escritor del que no nos da el nombre. El escritor habla de la novela que le ha crecido como una necesidad, del relato de los tiempos de violencia etarra que se enlaza también con su biografía:

- A fin de cuentas yo también fui un adolescente vasco y estuve expuesto como tantos otros chavales  de mi época a la propaganda favorecedora del terrorismo y a la doctrina en que este se fundamenta. Pues bien, he pensado muchas veces al respecto y creo haber encontrado la respuesta. [...] Escribí, pues, en contra del sufrimiento inferido por unos hombres a otros, procurando mostrar en qué consiste dicho sufrimiento y, por descontado, quién lo genera y qué consecuencias físicas y psíquicas acarrea a las víctimas supervivientes.

En los fragmentos de este discurso que se reproducen está gran parte de la base ideológica y narratológica de la novela, tanto la condena a los crímenes cometidos en nombre de una patria sostenida con la violencia como el espíritu del relato: Escribí sin odio contra el lenguaje del odio y contra la desmemoria y el olvido tramado por quienes trantan de inventarse una historia al servicio de su proyecto y sus convicciones totalitarias. Quien desee conocer el espíritu que anima esta novela debe leer con calma estas páginas porque en ellas encontrará, gracias al recurso metaliterario, tanto la esperanza hacia lo bueno del ser humano como la huida del patetismo y de la toma de opciones políticas en la novela.

Desde que se publicó, Patria ha gozado del éxito de ventas y del aprecio de los lectores no solo porque haya contado con el apoyo publicitario suficiente para convertirlo en una de las novelas más vendidas de las últimas décadas en España como afirman algunos maliciosos, sino porque ha encontrado el tono requerido por estos tiempos. Patria busca la esperanza, la forma más adecuada de curar las heridas provocadas en la sociedad vasca por el terrorismo etarra. Y lo hace huyendo de las grandes palabras y de los personajes históricos, de grandes declaraciones y de venganzas, de retóricas políticas y oscuridad en la narración. Centra la acción en personas normales, con vidas normales y sentimientos comunes. Cualquiera de los lectores puede reconocerse en ellos. Se equivocan aquellos críticos que piden otra cosa a Patria. Esta novela es la narración que ha escrito Fernando Aramburu, no la que les corresponde escribir a otros. Ha encajado en los sentimientos mayoritarios de una sociedad necesitada de seguir adelante pero sin olvidar a los que sufrieron. Las épocas duras del terrorismo etarra han dado otras obras literarias (también en el cine, teatro y en las artes plásticas) y seguirán apareciendo más en el futuro, como es lógico. Pero Patria tendrá siempre una posición privilegiada porque ha contado la historia de los acontecimientos desde los sentimientos que podemos hallar en las familias normales, esas con las que nos cruzamos todos los días en nuestro caminar por las calles. Y lo ha hecho con un tono narrativo acertado, dando una pluraridad de focalizaciones que cubren gran parte de las posiciones sociológicas, apostando por el realismo narrativo sin truculencias y acertando incluso con los aspectos más costumbristas.


Noticias de nuestras lecturas

El próximo viernes 10 de marzo tendremos la sesión presencial del Club de lectura para comentar la novela de Aramburu. Los participantes han sido convocados de la manera habitual.

Concluye Luz del Olmo sus aportaciones sobre la novela de Aramburu hablando de dos personajes secundarios, los únicos a los que el autor no salva...

Mª Ángeles Merino, con la ayuda de su amiga Austri y la compañía de los recuerdos de su estancia en el País Vasco en los tiempos narrados por Aramburu, aborda el comentario del personaje de Gorka, un secundario que significa muchas cosas en esta novela.

Recojo en estas noticias las entradas que hasta el miércoles han publicado los blogs amigos. 


Seminario de Literatura y danza


El curso pasado, la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Burgos y el Club de lectura de La Acequia inauguramos nuestro Seminario de Literatura y danza con el ballet Don Quijote como parte de las conmemoraciones del cuarto centenario del fallecimiento de Cervantes. Continuamos con la idea, que tendrá próximas ediciones. 

El viernes día 10 de marzo veremos y comentaremos El sombrero de tres picos, el ballet de Manuel de Falla con coreografía de Léonide Massine estrenado en Londres en 1919 con un rotundo éxito. Los decorados y figurines eran obra de Pablo Picasso. El ballet está basado en la novela de igual título de Pedro Antonio de Alarcón, publicada en 1874. El acto tendrá lugar en el Salón de actos de la Facultad de Humanidades y Comunicación de la Universidad de Burgos (antiguo Hospital Militar) y dará comienzo a las 19:00 horas. Entrada libre hasta completar el aforo.

El sábado 11 tendrá lugar un seminario de ballet clásico de nivel intermedio al que hay que apuntarse según instrucciones del cartel que copio arriba.


Nuestra próxima lectura

Durante el mes de marzo leeremos A sangre y fuego. Héroes, bestias y mártires de España, de Manuel Chaves Nogales. Los nueve relatos que componen el libro son considerados por muchos como la mejor obra literaria sobre la guerra civil española. Parten de acontecimientos presenciados por el autor y en ellos se encuentra una denuncia clara de la brutalidad de la guerra sea cual sea el bando que los cometiera. Fueron escritos entre 1936 y 1937 y publicados en Chile en 1937. Declarado republicano y antifascista pero combativo también con los errores cometidos por la izquierda, Chaves Nogales se exilió en París y de allí marchó a Londres para escapar del avance de las tropas alemanas. Su nombre figuraba en los listados de la Gestapo.

Pancho se adelanta -y hace bien, que yo prolongué una semana más a Patria- y comienza el comentario de A sangre y fuego. Lo hace por derecho y sin pararse en nada. Excelente entrada que nos ayuda a comprener las razones para leerlo.

Durante el resto del curso leeremos:
-Media vida, de Care Santos (abril).
-Brillante, de Luis Ángel Lobato (mayo).
-Pasos en la piedra, de José Manuel de la Huerga (junio).

Entrada del Club de lectura cada jueves, en este blog.