lunes, 16 de noviembre de 2020
Soy mi descampado
sábado, 28 de junio de 2014
La Residencia de Estudiantes. La cultura de la Edad de Plata y Valladolid
sábado, 30 de julio de 2011
La vanguardia en provincias: Revistas vallisoletanas de vanguardia (1928-1978)
Muchos de esos grupos de provincias publicaron revistas en las que se pueden leer los textos y apreciar los dibujos no solo de los artistas locales sino también de los que comenzaban a ser tenidos en cuenta como modelos nacionales y que solían residir, por unas u otras circunstancias, en Madrid. La mayoría de ellos pertenecían a lo que hoy llamamos Generación del 27. Hemos de recordar que muchos de los del 27 venían de esas provincias de las que hablamos y mantenían contactos de amistad con los artistas que no dieron el salto a la capital. Se estableció así una interesante red de artistas que cubrían toda la geografía nacional, lo que promovió una difusión de las novedades de una forma eficaz. Sin estas revistas la historia del arte español del siglo XX sería completamente diferente. No es un fenómeno nuevo: recogen el fruto de una realidad que durante todo el siglo XIX ha venido creciendo y que traspasa las fronteras nacionales, pero sí adquiere, por su generalización e intensidad, unas dimensiones que hasta ese momento no habían sido conocidas.
Sin embargo, algunos permanecieron en sus ciudades y se convirtieron en referentes locales de la vanguardia en todo el siglo XX. Durante décadas, su obra estuvo olvidada cuando no despreciada, oculta por el fulgor de los grandes artistas del período con mayor proyección nacional o internacional. Hay que reconocer que la España de las autonomías surgida de la Constitución de 1978, a fuer de vendernos en muchas ocasiones gato por liebre en lo cultural y favorecer la aparición de todo tipo de endiosados que pretenden controlar la vida artística con el beneplácito, en muchas ocasiones, de los concejales de los ayuntamientos y los consejeros de los gobiernos regionales, trajo la necesaria recuperación de la infatigable labor de estos artistas, muchos de los cuales no solo tienen una obra más que apreciable sino que también significaron el necesario eslabón para dar a conocer en toda España la tarea de otros, contribuyendo a la extensión de un tipo de arte que será, al fin y al cabo, el del siglo XX. Además, los que se mantuvieron al pie de la vanguardia sirvieron de conexión con las nuevas formas de experimentación que aparecieron en la España de los años sesenta. Y todo ello, fundamentalmente, a través de estas revistas que surgieron en todas las provincias españolas, no todas hoy disponibles en imprescindibles ediciones facsimilares.
sábado, 24 de abril de 2010
Una exposición insuficiente: Escrito está. Poesía experimental en España (1963-1984)

Sale uno de esta exposición sin comprender su necesidad y lamentando su insuficiencia tal y como está mostrada. Escrito está. Poesía experimental en España (1963-1984) se clausura mañana en el Patio Herreriano, de Valladolid, un museo de arte contemporáneo que no termina de arrancar, lamentablemente, y que urge potenciar. El comisario es Fernando Millán y ha sido organizada por el Museo Patio Herreriano y Artium, en donde se expuso con anterioridad. Las obras proceden de la colección privada del propio Fernando Millán (aquí puede verse una visita guiada por él en Artium y aquí su prólogo al catálogo de la exposición).
Millán, que es un personaje significativo en la vanguardia de aquellos años y desde hace tiempo estudioso y divulgador de sus logros, ha recopilado en la selección para esta exposición, una serie de documentos de interés indudable pero no ha sabido explicarlos ni prescindir de los redundantes. Y es un tanto extraño que haya sido así, porque es uno de los mejores conocedores de la poesía experimental española de la década de los sesenta y los setenta. Ni la forma de exponer los materiales ni la estructura elegida aporta más que cierta curiosidad del producto al visitante, sobre todo si éste desconoce la materia de la que se trata. Uno intuye que en esta exposición hay un guión de una exposición importante, un primer borrador de algo que sí es necesario: la explicación de los diferentes movimientos, intentos y logros de la poesía experimental española de aquellos años, tal y como uno se espera bajo ese título. Ni siquiera el pequeño muestrario monográfico dedicado a Francisco Pino y Felipe Boso les hace justicia.
No se puede decir que sobre nada de lo que está, pero la repetición de las formas hubiera podido simplificarse para dar paso a otros ejemplos y autores: quizá el problema está en que la muestra expuesta no responde a un título tan genérico y hubiera sido mejor ajustarla a los orígenes y primeros años del grupo al que perteneció el mismo Millán, puesto que uno intuye que es su verdadero objeto. Sin duda, la exposición hubiera ganado en claridad. Pero como se nos ofrece como una muestra ambiciosa, hay que decir que es muy pobre la sección de la poesía objetual o la muestra de formatos nuevos en revistas y libros, que faltan autores y obras de los autores sí presentes, que no se abre a nuevas posibilidades que fueron apareciendo, en especial en los años ochenta. Y que tal y como está, uno comprende el inicio temporal (1963) pero no el final (1984). Los videos expuestos son oportunos pero escasos. Por otra parte, en las dos ocasiones que fui a verla, no funcionaban correctamente los ordenadores ni los audios de los poemas sonoros.
El visitante de la exposición no podrá sacar conclusiones acertadas de ella si no tiene conocimientos previos: podría malinterpretarla y pensar que es producto de un grupo de colegiales, lo que sería muy injusto con el esfuerzo realizado por los pioneros de la poesía experiemental de aquellas décadas.
Y es una lástima, porque todavía está por hacer la historia de la poesía experimental española de la postmodernidad. Quizá haya un desenfoque general: se ven demasiado las más que obvias relaciones con la vanguardia de la primera mitad del siglo XX y no tanto el contexto de una nueva época histórica que se gestó a finales de los años cincuenta y que ha llegado hasta nuestros días. Y ese desenfoque provoca confusión porque la poesía experimental en parte es heredera de la poesía de vanguardia, pero no pertenece al mismo tiempo histórico.
Quizá el problema de esta exposición proceda del exceso y desenfoque entre el título y su realidad. Posiblemente en los tiempos de bonanza económica ninguno de los muchos museos de arte contemporáneo que han proliferado por estas tierras la hubiera programado de esta manera. Pero desde hace unos meses observamos cómo las exposiciones temporales buscan formatos baratos para llenar varias salas: se acabaron los tiempos del derroche aunque suponga una reducción en la calidad de la forma de exponer. Es un error que va en perjuicio de lo mostrado. Esta exposición hubiera sido más digna con una tercera parte del espacio físico que ha ocupado, lo que hubiera obligado a centrarla.
lunes, 30 de junio de 2008
De la creación de Sancho Panza, con algunas gotas de narratología, y noticias de nuestro Quijote
Antònia se fija también en una expresión muy significativa del capítulo y ve en la sobrina una jovencita despierta, además de comentar con acierto los matices de la parodia inquisitorial y dejarnos una perla magnífica con la anécdota que relata en ¿Loco o cuerdo? That's te question.
Josegura publica un sugerente apunte, a partir del Quijote, sobre la poca relevancia que ha tenido la heterodoxia española en su presencia en las lecturas tradicionales. Animo a verla en La cara B de la literatura española.
Devin Town, autor del blog El círculo de las almas perdidas -qué nombre más sugerente-, promete sumarse a la iniciativa y la divulga en su entrada El Quijote en Internet. ¡Gracias, bienvenido y aquí están las entradas ya publicadas, esperando tus comentarios!
Dianna, en Quijote en la playa MP3, nos regala un quijote playero y audible. No, no está mal la idea: descargarse en el cacharrito los capítulos del Quijote e irlos escuchando mientras uno se broncea. Podéis apuntaros, que no me enfadaré.
Manuel-Tuccitano se fija en la creación de Sancho como parodia y en los Doce Pares en El Quijote, el escudero y los 12 pares. Además, en su entrada colabora su hija con una hermosa ilustración, llena de humor y gracia.
Javier García Riobó ha vuelto a regalarnos una obra maestra en su comentario visual al capítulo VII. Era muy difícil de resolver el problema de la quema de libros en su opción de buscar los reflejos en los escaparates. Y lo ha hecho de forma magnífica. Atentos a su escudero postmoderno y la visión actual de Barataria.