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miércoles, 4 de julio de 2012

Miénteme

 
Cuando la pasión llega al punto en el que los labios no pueden retener más lo que se lleva dentro, se claudica. Decir amor desde las entrañas del sentimiento es ya desbordarse y entregarse al otro. Dos amantes se han reencontrado tras cinco años en los que han intentado olvidarse en otros cuerpos, desesperadamente, como si la vida ya no les perteneciera desde el instante justo en el que se separaron y destruirse fuera el alcohol de todos los olvidos. Quien no ha sentido ese desgarro que convierte el dolor en piel dada la vuelta, no lo comprende.

Se miran, por primera vez después de tanto tiempo, frente a frente como si, a la vez, se desafiaran, se protegieran y desearan, al fin, arrojarse el uno en brazos del otro. Todo el temor del mundo, toda la rabia del mundo, todo el deseo del mundo. No va más: después de años cicatriz, todo se juega en la próxima frase y ambos son conscientes.

- Dime algo bonito.
- Claro, ¿qué deseas oír?
- Miénteme. Dime que me has esperado estos cinco años. Dímelo.

Todo estalla en un juego de mordiscos y besos, de mentiras que son verdades, de reproches y sueños, de deseo retenido en el que parece anularse el tiempo sin que sea eso posible porque el tiempo tiene sus propias normas y juegos.

- Miénteme. Dime que nunca me harás daño.
- Te haré daño. Mucho daño.
- Miénteme. Dime que todas y cada una de tus caricias serán auténticas.
- Los besos que te dé no los sentiré jamás. Cuando acaricie tu cuerpo no te haré sentir nada.
- He estado perdido y ciego. No me daba cuenta de que todos los caminos me conducían hasta aquí aunque parecieran alejarme.
- Cómo te he esperado. ¿Por qué has tardado tanto?

Hay momentos en los que se siente un nudo en la boca del estómago y desatarlo solo es posible en los brazos de la persona a la que se ama, aunque se juegue la vida en el gesto. Pero qué pequeño precio es la vida en algunas batallas.

Es curioso. Cada vez que veo esta película tiene un final diferente. Debería volver a verla para saber cómo termina ahora porque en cada etapa de la vida todo es diferente. Y cada relación es nueva y marca sus propias normas.He comprado una copia que me llegará en unos días.