Aspiro a la nada fértil, como el pensador que medita para evitar que sus acciones causen desgracias.
Echo en falta mi tiempo, pero quizá mi tiempo ya haya pasado, entregado a otro. Si es así, ¿qué habrá sido de él?
Mihura dijo que era un vago que trabajaba mucho. Supongo que a él y a mí nos gustaría ser simplemente vagos.
Siempre me sorprende la tozudez de los que hacen ruido.
Y así estoy, advierto, de un lado para otro. No sé ya si el atardecer es diario, cuando me quiero dar cuenta es de día.
13 comentarios:
Habrás oido decir en estas fechas que los españoles somos unos vagos, que tenemos que trabajar media jornada de 12 a 12 o bien que las ayudas que la administración da no hace vagos, la verdad es que esos pensamientos causan desgracias, mejor es pasar por la vida sin hacer ruido y reflexionando lo que se dice.
Se trata del "dolce far niente", la quietud creativa.
Salud.
Francesc Cornadó
El tiempo ordena nuestro caos de sensaciones pero el muy cabrito corre que se las pela. Y eso que no existe. Nos sorprende cada día, un poco más...
O tempo esvai-se como água por entre os dedos de uma mão cerrada...
Amigo mio, te abraço.
De un lado para otro no es lo mismo que estar dando tumbos. ¿O acaso puede que sí?
Veo que andas muy ocupado: ¿Qué es lo urgente? ¿Qué es lo importante? ¿Todo te requiere de tu presencia? ¿Hay formas de delegar o derivar a otros? A veces nos creemos imprescindibles, pero no lo somos; el mundo seguirá rodando después de nosotros. SI el tiempo ha sido entregado a otro, eso se llama generosidad pero cuando se pasan los limites (de lo soportable), se llama abuso. Me gusta esa aspiración a la NADA FERTIL. Amén, que se te de.
Besos.
Tengo también la sensación de que se nos escapa el tiempo...
Un abrazo enorme, Pedro.
Claro que hay vagos y vagos, no es lo mismo un vago ignorante que uno sabio, no es lo mismo un vago millonario que uno pobre. Hay gradaciones.
Pero nunca, jamás, en toda la historia de la humaidad, ha existido un vago que sea al mismo tiempo millonario y sabio, no señor.
Saludos,
J.
Mejor estar de un lado para otro que en "punto muerto", ¿no?
Un abrazo desde Barcelona
Las cosas que pasan no siempre son lo que pensábamos, pero hay que adaptarse.
La mal llamada "productividad constante" de hoy en día nos está matando.
Y cuanto más ruido... menos nueces que compartir :)
Besos, Pedro.
Es difícil llegar a la nada. ¿Será que allí se encuentra el todo?
Es tan veloz el tiempo que no se entretiene en rendir cuentas.
La vagancia y el trabajo, quizás no sean tan opuestos.
La tozuded necesita gritar mucho, para así esconder su inconsistencia.
El atardecer está lleno de vaivenes.
Besos
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