A mediados de julio, tiene la rosa tentación de sentirse eterna.
En las mañanas de verano, la casa de mis padres olía a luz de rosas y hierbabuena recién cortada.
Hay suficiente luz
en este amanecer
-abierta la ventana
que busca el frescor
del final de la noche
en el incierto julio-
para saber tu ausencia.
5 comentarios:
Ausencias, añoranzas y presencias, forman parte de nuestra existencia todos los meses del año, aunque en cada estación del año tal vez se perciban de forma diferente...
El olor a "luz de rosas y hierbabuena", todo el año. Así son los recuerdos.
A cierta edad siempre echamos de menos algo.
Las mañanas de verano siempre tienen un olor especial.
Saludos,
J.
Ventana abierta,
por si la ausencia vuelve
y quiere entrar.
Besos
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