A mediados de julio, tiene la rosa tentación de sentirse eterna.
En las mañanas de verano, la casa de mis padres olía a luz de rosas y hierbabuena recién cortada.
Hay suficiente luz
en este amanecer
-abierta la ventana
que busca el frescor
del final de la noche
en el incierto julio-
para saber tu ausencia.
Ausencias, añoranzas y presencias, forman parte de nuestra existencia todos los meses del año, aunque en cada estación del año tal vez se perciban de forma diferente...
ResponderEliminarEl olor a "luz de rosas y hierbabuena", todo el año. Así son los recuerdos.
ResponderEliminarA cierta edad siempre echamos de menos algo.
ResponderEliminarLas mañanas de verano siempre tienen un olor especial.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Ventana abierta,
ResponderEliminarpor si la ausencia vuelve
y quiere entrar.
Besos