viernes, 11 de octubre de 2024

Dieciocho años de escritura en este blog, La Acequia.

 


El 11 de octubre de 2006, publicaba mi primera entrada en este blog. Los números son los que son: 4.342 entradas publicadas, la mayor parte con imágenes que he tomado con diferentes sistemas digitales, he recibido unos setenta mil comentarios y dos millones seiscientas mil visitas. Aquí he tratado de diferentes temas, pero especialmente de literatura. He participado de proyectos colectivos, sobre todo al inicio, cuando el mundo de los blogs se construía como un espacio ilusionante (¡cómo no recordar la Burgosfera!) y he lanzado mis proyectos personales (como el club de lectura que comenzó con la primera experiencia colectiva de acercamiento colectivo al Quijote cervantino que utilizaba los sistemas propios de la web 2.0). Gracias a este blog he conocido mucha y muy buena gente. Algunas personas, lamentablemente, ya no están, pero siempre serán recordadas. Por el camino, son muchos los que han abandonado el mundo de los blogs para pasar a redes sociales más inmediatas y, quizá, de menos exigencia en la argumentación, o para optar por el silencio. La Acequia ha tenido muchos años de entrada casi diaria, en los que toda una comunidad de lectores pasaban por aquí de forma habitual y generosa, pero también -como en los últimos tiempos- de entradas sin regularidad periódica.

Sin embargo, sigo en la incertidumbre de aquel 11 de octubre de 2006 y, ahora, acogido a una desilusión contra la que lucho permanentemente. A veces he tenido la tentación de cerrar este blog, tantas como he pensado en regresar a las entradas diarias aunque no tengo tiempo o, quizá, no tenga el hábito.

El entorno de las redes sociales y de los blogs se ha enturbiado mucho desde aquel año de 2006. El mundo ha pasado por varias crisis, el final de la postmodernidad y la entrada en otra época preocupante en la que parece imperar la violencia, el control de la opinión pública y los mensajes que excluyentes. A veces, me siento viejo. Quizá lo sea ya. 

En mi vida se han producido tantos cambios desde 2006 que puedo afirmar que este blog es lo más estable que tengo.

Por ahora, sigamos.

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Breve historia de La Acequia (pincha sobre los enlaces para acceder):


18 comentarios:

Sor Austringiliana dijo...

Y aquí sigo siguiéndote desde un día de otoño de 2008. Y te pido que sigas. Los blogs son el eco de nuestras soledades, son necesarios.
María Ángeles Merino

Fackel dijo...

Vaya, creo que ambos tenemos la misma edad, si bien te gano un par de meses. Larga vida y, aunque mañana cesaran los blogs, ya ha sido bastante larga hasta le fecha, ¿no? Por cierto, soy vago para cuantificar entradas y hacer balance. Pero hay un dato no cifra que a veces me ronda: lo que uno ha cambiado en el pensamiento y en la manera de exponer sus pensamientos (en sentido amplio) a lo largo de tantos años. Dejo de lado los cambios celulares, que esos llevan otro camino no solo paralelo pues uno sabe que convergirán antes o después.

Salud y constancia, Pedro.

Emilio Manuel dijo...

Hay que seguir, FELICIDADES con letras grandes, pese al cansanció que sientes. Como tu me encuentro en la misma tesitura.

La seña Carmen dijo...

Yo me incorporé tarde, pero fue un muy buen hallazgo. Gracias por todos estos ratos de buena lectura.

Francesc Cornadó dijo...

Dieciocho años ya son años, esta veteranía ya te da una autoridad, Bravo, te felicito.

Campurriana dijo...

En mi vida se han producido tantos cambios desde 2006 que puedo afirmar que este blog es lo más estable que tengo.

Me quedo con esta frase y deseo fervientemente que no dejes este blog, Pedro. Lo sentiría muchísimo. De verdad.
Aunque pases con menos frecuencia. Aunque tu ánimo se arrastre de vez en cuando (como el de todos). Aunque tengas esa tentación que también comprendo...
No quiero que lo dejes, Pedro.
¿Te lo he dicho ya?
:)

"En el país de las últimas cosas" es muchísimo más modesto pero nació el mismo año. Ese 2006 que queda tan lejos ya...

Y yo sigo pensando muchas veces que soy la misma. Otras, que esa mujer ya no regresará jamás...
Cumplimos años y daños, como he leído en algún sitio...
En el fondo, continúo identificándome con esa portada y con lo escrito. Quizá no hayamos cambiado tanto.

Los blogs son las madrigueras de nuestras almas. Así lo siento. Me refugio en los blogs cuando todo lo que tengo alrededor parece derrumbarse de alguna manera.

El tuyo facilita el conocerte, Pedro. Casi como si te conociésemos en persona los que no hemos llegado a hacerlo.
Es un rincón acogedor y lleno de sensibilidad. Porque las letras son lo que nos queda. La literatura, la lengua... Es biología pura también. Por eso agradezco tanto tu trabajo, tu esfuerzo, tu gran generosidad.

Un abrazo muy fuerte.
Y muchísimas felicidades.
Gracias.
Y ese recuerdo especial para los que no están pero están.

José A. García dijo...

Primero, felicitaciones por tantos años de constancia.
Segundo, es cierto que le mundo blogger cambió bastante en todos estos años, muchos "migraron" hacia plataformas de moda, otros simplemente lo dejaron, para mi lo importante es seguir escribiendo.

Saludos,
J.

Víctor Colden dijo...

¡Enhorabuena, Pedro!

Literatura y tercer milenio dijo...

Lo has llevado bien, a tu propio ritmo: prima la honestidad y el buen ánimo. Gracias por tu trabajo y la buena letra.

Ele Bergón dijo...

Ese 2006, fue un año inolvidable para mí y en el mal sentido de la palabra. Este blog donde me expresaba como Sanchico, fue una tabla de salvación.

¡¡FELICIDADES Y GRACIAS!!

Aprendí mucho y escribí más. Siempre te estaré agradecida.

Ele Bergón dijo...

Cuando llegué a este tu blog, no era una buena época para mí y sin embargo, me fue de mucha ayuda el adoptar el personaje del Sanchico, en las lecturas y comentarios de nuestras del libro universal : "El Quijote".
Así que GRACIAS, GRACIAS, por aquellos años inolvidables, donde mis conocimientos de Literatura, se fueron enriqueciendo.
ENHORABUENA, por tu constancia.

Besos

São dijo...

Primeiro que tudo, te felicito por este espaço de excelente qualidade que tenho o gosto de frequentar desde que eu própria abri o "são".

Lembro-me dessa tão interessante leitura colectiva de D. Quixote de la Mancha, por exemplo.

Acompanho-te nessas tuas reflexões sobre as mudanças que ocorreram no mundo e na maneira como as pessoas se relacionam nas redes sociais.

Tu não estás velho, mas eu tenho 75 anos ... não há como ter dúvidas, mas continuemos, Pedro, continuemos!

Te deixo abraço de parabéns e que durante muitos anos o possa renovar com a mesma amizade e carinho, querido amigo.

Rita dijo...

Felicidades por estos dieciocho años querido Pedro. La Acequia sigue siendo un maravilloso regalo, gracias por seguir.

Un abrazo enorme.

Luis Antonio dijo...

Encarecida ENHORABUENA por tu blog y me alegra saber que seguirás ahí.
Un abrazo

Paco Castillo dijo...

Pues soy de tu quinta, un 20 de enero del 2006 abrí un blog (con Blogger), pero en 2009 lo dejé inactivo... Pobre, y aunque lo tengo localizado, anda por ahí náufrago, será por eso que Blogger me ha rejuvenecido tres años, y en el perfil mi antigüedad se registra no cuando lo inicié, en 2006, sino cuando lo abandoné; el 2009, curioso.
Un blog veterano es un reflejo de la evolución personal de su autor; "La acequia" es un buen lugar para echar un rato en el tránsito del camino.
Sigamos pues.

Luis Antonio dijo...

Sigue, sigue...SIGUEEEEE. Un abrazo

LA ZARZAMORA dijo...

Mantener un espacio tantos años y de tanta calidad como la tuya requiere de tenacidad, sensibilidad, y un saber hacer con el que sigas deleitándonos.
Besazo de vuelta, y enhorabuena por tantos años compartidos y saboreados gracias a tus letras.

Susana dijo...

Este blog es un diamante único en el páramo polvoriento de la blogosfera. Lamento mucho la desilusión que confiesas. Yo le temo más que a una vara verde. Ojalá pudiera poner aquí una fotografía preciosa, obra de una fotógrafa, amiga mía, que yo tengo siempre a la vista porque me rescata de esas rachas en que siento la desilusión al acecho. En la imagen, en blanco y negro, aparece de perfil un hombre muy viejo, de pelo y barba blancos, sentado en un banco, al lado de un estanque, con las piernas cruzadas, inclinado sobre un cuaderno en el que escribe o dibuja (creo que Pepa me dijo que dibujaba aves). Se titula "Keep playing".
Un abrazo y muchas gracias.
Susana