viernes, 10 de marzo de 2023

Ni siquiera llegamos a ser árbol

 


Estos días todo está a la espera de que suceda algo. Hasta la acequia va seca.

Pasamos junto a ellos, encogidos,

como nada que somos, quizá menos.
Solo resta el asombro:
ni siquiera llegamos a ser árbol.

 © Pedro Ojeda Escudero, 2017.

8 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Siempre pasa algo, pasa el tiempo que no es poco.

Fackel dijo...

Bien lo calificas como asombro. Estemos a la expectativa. Que la recurrente contemplación de las arboledas a medida que se dotan de su nuevo florecimiento nos encoja un poco menos de lo que estamos.

Sor Austringiliana dijo...

Siempre vivimos a la espera de algo o de alguien.Los árboles conocen su ciclo y no esperan.

São dijo...

Nada para e o tempo menos ainda...

Besos, excelente fim de semana , meu amigo.

Francesc Cornadó dijo...

Contemplar, que no es poco.
Saludos
Francesc Cornadó

Ele Bergón dijo...

Pasan las estaciones, al ritmo de sus pájaros, flores... y paisajes con sus árboles desnudos que poco a poco el tiempo los va vistiendo.

Besos

Alvaro Medina deToro dijo...

Tus versos sobre los árboles me han traído a la memoria los desvelos y el amor que el escritor Chateaubriand sentía por todos ellos. En su obra Memorias de Ultratumba hay una pasaje (que no he logrado localizar) en el que, con su habitual delicadeza, cuenta cómo los iba plantando. Los fue llevando desde de lejanos países que visitó hasta su jardín, y, al caminar entre los frágiles plantones, les dedicaba sus cuidados y pensamientos. Uno de tales pensamientos era recurrente: les “decía” que cuando ellos crecieran y fueran altos y fuertes, él, quizá, podría protegerse bajo sus sombras y disfrutar del espectáculo de sus altas copas y coloridos. Adelantándose así al asombro y al placer futuros. Ese mismo asombro que tú deslizas en tu verso > Solo resta el asombro
Un abrazo, amigo
Álvaro Medina de Toro

LA ZARZAMORA dijo...

Ni imaginas, ¡Cuánto me gustaría, que el asombro y la tormenta, volviesen a sorprenderme...!