La ciudad celebra sus fiestas patronales y las noches refrescan. Ha llovido. El sábado, en pocos minutos, cayó tanta agua como para que algunas calles recordaran su vocación de cauce. Estas fiestas de septiembre marcan un extraño límite: todavía es verano, pero indican ya el camino del otoño. La gente se resiste a regresar a la rutina sin más, pero el tiempo continúa su marcha.
Recuerdo a mi madre forrando los libros escolares. Me asombraba ante la pila de los libros nuevos, los cuadernos sin estrenar, los lápices afilados, el olor de las gomas. Después de que mi madre dejara perfectamente lisos los forros, hojeaba aquellos volúmenes, miraba las ilustraciones, la rareza de las fórmulas matemáticas. Los libros nuevos olían de tal manera, que entraba en casa septiembre.
El verano se acaba, no queda otra, quizá sea mejor así. El calendario nos da un nuevo inicio, lo que hagamos con él es otra cosa. Que el resto del año nos sea tan sencillo como aquel camino que nos regresaba a la casa familiar después del primer día de clase.
9 comentarios:
Ten un buen otoño.
El año nuevo de verdad comienza en septiembre, al menos a los que contamos la vida por cursos, incluso cuando ya no los hay, ay. Huele a lluvia y los erizos de los castaños de Indias lucen sus púas, pisamos barro. Sí, esto ha dado la vuelta. Que todo sea así de sencillo y de inofensivo.
Un abrazo de bienvenida, Pedro
Y aquellas canciones con septiembre como protagonista.
Recuerdo yo también a mi madre diciendo en la segunda mitad de agosto que ya se estaba acabando el verano, en esa época venian tormentas que regaban las aceras y los campos, el cambio climático ha cambiado todo o casi todo.
El año académico comienza en septiembre: llevo, como tú, toda la vida pensándolo y experimentándolo. Este año cambia: me jubilo totalmente el 12 de septiembre, ya cerca.
Mezcas el pasado y el presente. A cierta edad eso es más que normal.
Espero seguir regularmente tu blog, incluido el club de lectura
El comienzo del curso nos trae colores más tranquilos, el olor de la madera de cedro de los lapiceros y las gomas de borrar inundan los días que cada vez son más domésticos.
Saludos
Assim seja, querido amigo!
Beso, feliz Setembro.
Por aquí también han caído buenas tormentas.
Sí, las noches ya empiezan a refrescar, y las golondrinas se están marchando estos días... fin del verano.
Me alegro de tu regreso, Pedro.
Bienvenido septiembre, bienvenido Pedro, profesor y amigo! Benditos sean tus recuerdos, porque estás honrando a tus padres, quienes hasta tu último suspiro, estarán contigo.
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