domingo, 22 de diciembre de 2024

Debería nevar

 


Le sienta bien al campo este frío. Debería escribir: me sienta bien esta mañana fría. Lo pensé apoyado en el tronco caído del chopo grande. Lo ha debido tirar el último vendaval de hace unos días. Allí sentado, me serví un café del termo y con la taza calenté las manos antes de beber. A mi espalda, graznaba una urraca solitaria desde la rama de otro árbol. Ayer fue el solsticio de invierno y se supone que ya las noches se achican, pero aún no se nota. Por Reyes, lo conocen los bueyes, aún falta.

Con el café, entoné el pecho y estuve un rato largo sin moverme, mirando las cosas. En los últimos meses, apenas unos rasguños en el diario, nada. La escritura necesita músculo y, como los que han tenido que guardar reposo, apenas me sostiene el cuerpo. Es como este campo, todo a la espera. Debería nevar, sería una hermosa calma.

De todas las formas, es bueno guardar silencio en medio de un mundo en ruido. ¿Hace cuánto que no me siento a ver cómo se consume la leña de encina en una chimenea?

9 comentarios:

Fackel dijo...

La escritura necesita músculo, dices. ¿Y cómo se tiene músculo? Ejercitándolo.

El silencio es cada vez más una exigencia en medio del ruido estruendoso que quiere sustituir a la palabra.

Francesc Cornadó dijo...

El paisaje es frío y el frío entumece, no queda otro remedio que el café calentito.
Ya he visto fotos de paisajes nevados por esas tierra. Seguramente nevará pronto.
Salud.

Emilio Manuel dijo...

¿Esos músculos se ha repuesto?, hay que estar preparado para la Navidad y su continuo meneo, por cierto el sabado me senté junto a una chimenea a ver como se consumia la leña de todo tipo.
Feliz Navidad.

la seña Carmen dijo...

... y para San Sebastián lo conoce el gañán. Las tardes empiezan a ser más alegres.

Ele Bergón dijo...

Tengo entendido que cuando hay esa calma en el campo y es invierno, está muy cerca la nevada, al menos eso dicen en mi pueblo, por donde también anda ese refrán de los bueyes, pero en su variante: Hasta Reyes, el paso de los bueyes.
¡Qué bien sienta el otear los campos castellanos en la soledad de sus inmensos horizontes¡

Felices Fiestas y una bonita salida y entrada en ese Año Nuevo que está a punto de comenzar .

Besos y seguimos caminando.

Sor Austringiliana dijo...

El silencio del frío y el silencio del calor y a escribir. Hay cafés que son un milagro. Disfruta de esta tregua navideña y a por el año que viene, que viene como viene. Un abrazo, Pedro.

Sor Austringiliana dijo...

El último reducto de calor en un mundo frío
En este silencio que añora las hadas del hielo
Un sonido en mi pecho harto de la avaricia de estar vivo
Ojos de invierno en las negras alas de la Urraca y del negro humo
Manos de invierno que esperan y al cielo imploran
Cubre de blanco mi pecho y hazme sementera de verde esperanza
Agustín Merino

Literatura y tercer milenio dijo...

Qué buena fotografía, se siente la calma de una atmósfera quieta y expectante. Buen café.

São dijo...

Um período de repouso interno é sempre precioso neste mundo de aflições e velocidade.

Gostei muito do teu texto muito bem ilustrado por uma bela foto.

Querido Pedro, para ti e quem amas serena quadra natalícia, um Natal com amor e um 2025 melhor do que 2024.

Carinhoso abraço.