Apuntan ya los almendros de esta tierra a flor. Los vigilo en mis paseos como si me fuera la vida en ello. Me va la vida, en realidad, apostada.
¿He contado ya que mi primer beso fue bajo un almendro en flor rodeado de hormigas aladas? Qué he hecho de mí desde entonces...
Si cierro los ojos veo cinco almendros en flor. Cuando los abro, es invierno.
Cuando el mundo se terminó, yo tenía en la mano una flor de almendro. Qué precisión de belleza última.
15 comentarios:
Buscaré un almendro para esperar y vigilar por su florecimiento.
Bellísima prosa.
Abrazos Pedro
Te decía que tú eres la voz hablada de cada rincón, de cada árbol, arbusto, de cada hoja con rocío al amanecer... "que precisión de belleza última" son tus escritos.
Bendito seas Pedro, saludos,
Beso,
Ali
Por aquí ya llevan unos días en flor.
Saludos
Es como si la pena, la desilusión o ambas cosas te oprimieran y en lugar de desatar el nudo de la garganta con lágrimas...
Te saliera de dentro poesía.
Muy bueno!!
La flor de almendro, junto con el azahar, son las flores de árbol más preciosas q existen , como si los vistieran de gala ; )
Un beso y una sonrisa q se te contagie ; )
Sabemos de tu vigilancia. Por aquí florecen tarde y son pocos. Estaremos atentos.
No salir de las grandes ciudades supone la ausencia de espectáculos de esa naturaleza. Echo a faltar la vida del pueblo. Solo lo disfruto durante el mes de agosto...
"Qué precisión de belleza última" esto es de antología. Es tan hermoso como la flor precipitada del almendro.
Abrazos
Muito belo, este teu texto...
Amigo mio, que tenhas sempre amendoeiras floridas junto a ti!
Besos
Tenías, en ese último suspiro, la vida entre las manos...
Besos, Pedro.
Qué belleza de mirada ... se vuelve nostalgia el recuerdo del primer beso a la sombra de un almendro.
Me ha gustado conocer tu espacio
Un abrazo, Pedro
Y cuando admiras el brote de la flor, brota tu pensamiento embelesado al unísono, bello y preciso también como ese instante último.
Los almendro debieron ser para ti como los ábacos. Con ellos empezarías a contar, y seguirías contando.
Huele a primavera y esperanza.
Un abrazo, Pedro.
que belleza
Por aquí, ya despunta alguna que otra flor rosa y blanca.
Recuerdo muy bien cuando presentaste mi novela “La fuente de los pájaros”, donde lo mencionaste y creo que coincidimos en las preferencias por esa flor.
Mejor es imaginar la primavera que ya está a punto de venir, para dejar atrás el frío invierno.
Cuando esos mundos van terminando, es esta flor la que anuncia buenas nuevas.
Besos
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