jueves, 12 de enero de 2023

Leemos Solo triste de oboe de Yolanda Izard.

 


No es la primera vez que Yolanda Izard asoma a este club de lectura. Comentamos su magnífica novela La hora del sosiego en octubre de 2021 y su escritura dejó tan buen sabor de boca que traemos aquí esta novedad editorial -salió al mercado el pasado mes de diciembre-, Solo triste de oboe (Castilla ediciones, 2022), para comentarla en este mes de enero. Sobre esta escritora también he hablado en otras ocasiones en este espacio con motivo de otras obras suyas, lo que me ahora hoy presentaciones.

Solo triste de oboe se publica en la exitosa colección Cuentenario narrativa dirigida por José Ignacio García, que se iniciara con una recopilación que ya ha marcado un hito en la historia del relato breve en Castilla y León y sin la cual es imposible contar la historia reciente de este género, Cuentos pendientes. Cuarenta y tres voces del cuento castellano y leonés del siglo XXI (2021). 

El volumen de Yolanda Izard recoge treinta y dos relatos breves, incluyendo el que da título al libro, que la autora sitúa acertadamente en la parte central estructurando un certero ritmo de lectura. Se inicia con una cita de Rainer María Rilke que sirve casi de declaración poética de la autora y no solo para este libro: Pues lo hermoso no es otra cosa que el comienzo de lo terrible en un grado que todavía no podemos soportar. Esta forma de entender la vida -o la vida a través de la literatura o la literatura a través de la vida-, queda clara desde el primer relato, El barranco. En él hay una transición luminosa hacia la belleza y la infancia (la nostalgia de lo perdido en Yolanda Izard es una categoría estética y moral), una transición no exenta de dolor físico y espiritual que culmina en el sosiego, casi como en un camino ascético hacia la iluminación.

Abran las páginas de este libro y déjense sorprender. Lo comentaremos las próximas semanas.


Noticias de nuestras lecturas



Paco Cuesta acierta con su lectura de la obra plenamente, sobre todo al marcar lo autobiográfico y el amor del poeta por su propio amor más que por Teresa.

Luz del Olmo asistió a la presentación en el Museo del Romanticismo de Madrid de la edición ilustrada del Canto a Teresa que nos sirve de base para nuestro comentario, celebrada el pasado 9 de diciembre. Lo cuenta en esta entrada de su blog y la lectura del texto le provoca el reto de escribir en verso su comentario. ¡Gracias por este regalo!

María Ángeles Merino acomete de nuevo el trabajo de dar cuenta fiel de lo acontecido en nuestra reunión mensual del formato presencial del club. Fue alegría volvernos a ver, desde luego. Para quien no pudo acudir, aquí dejo el enlace a su magnífica entrada.




3 comentarios:

Fackel dijo...

Lo tendré en cuenta para echar un vistazo al menos.

Bertha dijo...

Si, que es una estupenda novela La hora del sosiego-Que bueno por dejar un enlace para poder seguir su magnifica entrada.
-Muchas gracias Maria Angeles y Pedro :)

Sor Austringiliana dijo...

Poquito a poco fue saliendo la crónica de la última reunión del club presencial, acometida por María Ángeles Merino. La invocación a Pentapolín del arremangado brazo unió fuerzas con las artes del fisio. Alifafes fuera.
He leído los dos primeros cuentos del libro de Yolanda Izard. El sueño de volver a la infancia, el mejor de los sueños. Seguimos.