Tras la contextualización histórica, Larra lanza la narración de forma vertiginosa para buscar rápidamente el conflicto de partida de su historia. Centra estas primeras páginas en don Enrique de Villena, que es descrito hasta el capítulo IV de una forma muy teatral: primero, con la relación de los acontecimientos protagonizada por Ferrus y Fernán Pérez de Vadillo que contribuye a poner en situación al lector; segundo, con la acción más que con las palabras del propio don Enrique quien, tras recibir una visita inesperada que le anuncia la llegada de un caballero negro, interrumpe bruscamente la montería en la que se entretenía y acude a uña de caballo al alcázar de Madrid, que estaba siendo construido por Enrique III. Allí conversan, en la intimidad de sus aposentos, la esposa de don Enrique, doña María de Albornoz, y Elvira. Y aquella plantea rápidamente el conflicto: es infeliz porque sufren de amor y la causa es la ambición de poder desmedida del de Villena: ¡maldita razón de estado!, exclama. Sus palabras y temores se confirman. Su esposo viene a pedirle el divorcio. Aunque ella cree que es porque existe otra mujer, en el capítulo IV -que se desarrolla en la legendaria cámara en la que, según la creencia popular, don Enrique de Villena desarrollaba conjuros mágicos y experimentos propios de la alquimia-, sabremos la razón. Dado que el maestre de Calatrava acaba de morir, Villena debe desprenderse de su mujer lo antes posible porque es incompatible el cargo al que aspira con su condición de casado.
Este conflicto entre la razón íntima y la razón de Estado es clave en el romanticismo. Los sentimientos se cruzan con el deber o las ambiciones de poder y desestabilizan la vida de todos los individuos que se cruzan con ellas. Hay una radical incompatibilidad entre ambas cuando se desatan las pasiones negativas y los románticos sitúan exactamente en ese punto el conflicto histórico que termina afectando a cada uno de los personajes.
De esta novela hay suficientes ediciones en el mercado y tenéis una buena edición digital de acceso y descarga gratuita en este enlace de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Con este título damos por terminado el curso.
Noticias de nuestras lecturas
Mª del Carmen Ugarte propone una lectura ciertamente interesante de la novela de Larra desde la perspectiva de género y desde la biografía del propio autor. Más que recomendable.
Mª Ángeles Merino se adentra entre las pelusas de los chopos para comentar el arranque de la novela de Larra, fijándose en la construcción inicial de los personajes. No os perdáis las ilustraciones.
Pancho sigue padaleando esta novela de Torrente Ballester que nos ocupó hace tiempo en nuestra lectura. A pequeños sorbos: ya dije en su día que era la mejor forma de disfrutarla. Haciéndolo así nos encontramos ahora con otro JB que se ríe con sorna de todo lo que les ocurre en aquella provincia que no existe pero sí existe. Quizá la más real de todas...
Mª Ángeles Merino se adentra entre las pelusas de los chopos para comentar el arranque de la novela de Larra, fijándose en la construcción inicial de los personajes. No os perdáis las ilustraciones.
Pancho sigue padaleando esta novela de Torrente Ballester que nos ocupó hace tiempo en nuestra lectura. A pequeños sorbos: ya dije en su día que era la mejor forma de disfrutarla. Haciéndolo así nos encontramos ahora con otro JB que se ríe con sorna de todo lo que les ocurre en aquella provincia que no existe pero sí existe. Quizá la más real de todas...
Comienzo a recoger sugerencias de lecturas para el
próximo curso. Recordad que leeremos en común diez títulos -uno al mes-,
alternando autores vivos con clásicos, siempre en español. Podéis dejar
vuestras sugerencias como comentario a esta entrada, a través de correo
electrónico o en mi muro de Facebook o en el del Club de lectura (os invito a seguirlo a través de este enlace).
4 comentarios:
La pasión del poder y la pasión del amor. Para Villena nada como el poder, ser Maestre de Calatrava era la expresión máxima de poder que podía alcanzar, su mujer sólo era una piedra en el camino. En contraposición, el trovador Macías era el amor...
El amor de doña Elvira, doña Elvira es mucho más que un personaje para Larra.
Otra pasión reflejada en esta novela es la pasión del conocimiento. Enrique de Villena la vivió intensamente en una época en que la ciencia se veía como algo secreto y diabólico. Villena se quedó con la fama de hechicero, el Nigromante.
Veremos qué hacen con la pobre doña María y qué pasó con el trovador. Nos meteremos en las espesuras donde habitaba el oso feroz.
Un abrazo, Pedro.
a leer lectores, que el profe ha dado la pauta
un abrazo
Parece que Larra se interesa por las ciencias ocultas. Enrique de Villena Y Calatrava suenan bastante por aquí en relación con las ciencias paralelas y el diablo.
Don Gonzalo utiliza el humor, pero no deja títere con cabeza, arrea estopa de veras. Yo creo que la censura lo dejó en paz porque el lector encargado debió de leer sólo por encima tanto disparate junto. Es impresionante la cantidad de recursos que utiliza, todo le viene bien para hacerlo literatura e incorporarlo a la novela. Un collage de todos los géneros literarios.
Un abrazo.
Ya leí completa la novela y me dio mucho gusto
hacerlo, es literatura y de la buena.
El personaje que más me gustó es el de Beatriz,
lo encuentro muy bien desarrollado.
Hay una pregunta que ella formula a Macías
que en sí misma, para mi, vale toda la novela:
"¿Y ese es amor tan grande?
¿Me amáis vos comprometiendo mi honor y mi existencia?"
Otro que me gusta es el de Hernando, fiel, fuerte, valiente,
descrito en pocas y certeras pinceladas.
El físico y alquimista judío: avaro, siniestro, manipulador etc, etc, etc.
correspóndese muy bien con los estereotipos antisemitas tanto
de la época medieval en que el personaje cobra vida, como en la época
romántica en la que escribe el autor. Creo que este es un buen ejemplo de "antisemitismo de arrastre". Lo señalo, porque hay que hacerlo. Hacerlo es tomar conciencia de que este fenómeno existía en la época de Larra (o en los neonazis de hoy en día).
Está claro que a Larra no le gustaba el personaje histórico de
Enrique de Villena porque lo pinta de forma muy negativa, ambicioso
y capaz de hacer cualquier cosa por lograr su cometido. No se si se corresponde
minimamente con el personaje real, que tengo entendido era una persona muy culta, etc. Igualmente, está muy bien planteado el conflicto y el suspenso.
Una vez que comienzas a leer, no puedes parar hasta terminarla.
Besos y abrazos
Publicar un comentario