Algunos piensan que se escribe mejor desde el rencor o desde la rabia, desde la decepción y el escepticismo. Solo por ser eso, rencor, rabia, decepción y escepticismo. Hay quien aprecia solo la escritura que nace desde los sentimientos más destructivos y que encaran el mundo con ferocidad como si siempre se estuviera en guerra. Como hay quien todavía cree que el alcohol y otros tipos de droga inspira a los artistas. Esto no tiene nada que ver, por supuesto, ni con la capacidad de crítica ni de denuncia ni de adentrarse en los campos más oscuros del ser humano, a donde se puede llegar igual desde muchas perspectivas diferentes.Yo, que no soy un santo precisamente, he pasado por muchas fases de emoción y de experiencias, he conocido a muchos y diferentes artistas. El viejo modelo del artista bohemio, maldito, desclasado, heterodoxo y alcoholizado, es eso, un modelo propio para ser retratado por el arte. El tanto por ciento de artistas notables que escriben desde el rencor no pienso que difiera del porcentaje de los que no lo hacen. Y el tanto por ciento de personas en un lado o en otro con quien tomarse un café en una tarde de lluvia o de sol apacible. La atracción que ejercen estos artistas sobre muchos procede más de sus biografías que de sus obras artísticas. O, como mucho, de una desigual mezcla de ambas que suele ser interesadamente fabricada con fines publicitarios -esto de ser un poeta maldito o desclasado es un buen truco publicitario- o para construir una leyenda. Y algunos artistas arrastran sus leyendas como si fueran piedras atadas al cuello de un suicida al que todos empujan para que salte del puente. Por lo demás, que cada uno haga con su vida lo que se le antoje.
10 comentarios:
Sabes que estoy muy de acuerdo, largar veneno, rencor, resentimiento u odio es eso y no arte. Y lo demás, un buen truco publicitario.
Besos
No me gusta la gente eternamente cabreada. Artistas tampoco. Un abrazo.
No me gustan ni el rencor ni la rabia... no creo que escribir desde esa ubicación proporcione la mejor perspecitiva... pero de todo hay en la viña del Señor... ¡y qué se le va a hacer!
Abrazo.
Es verdad, a veces parecemos incentivar o desear un destino maldito para un artista. Atentos, con la mirada fija en ese final, como tricoteuses.
Desde el momento que un autor pone fin a una obra, bien haya sido escrita por los vapores del alcohol y por deseos de venganza, será el público el que determine la calidad de esos libros, cada uno llama a sus musas de manera diferente y se suicida de la manera que mejor quiere.
Saludos
Lo mejor es que cada uno haga de su vida lo que se le antoje, ¿no?
Hay textos nacidos desde la rabia y el rencor, y el odio y la incomprensión magistrales... pienso en un Quevedo, en J´accuse de Zola, y en tantos otros. Y en los poetas llamados malditos, Baudelaire, Rimbaud, Verlain, Artaud, A. Poe, Nerval, Villon, la Beat generación Ginsberg, E Cowen, Kerouac... y la lista es larga...
No todo es negativo dentro de la bilis que uno a veces descarga.
Sé que no te referías a eso, pero me puse del lado del abogado del diablo ;)
Besos, Pedro.
Me quedo con tu última frase ..."que cada uno haga con su vida lo que se le antoje". Siempre claro, que no perjudique a los demás.
Creo que se escribe por necesidad de comunicar nuestros sentimientos, emociones y demás y también para con ello seducir a los otros y así nos van queriendo un poquito más.
También creo que nos gusta la literatura o el arte, según nuestro estado anímico coincida o no, con aquello que miramos, leemos o escuchamos, pero no hay que olvidar los modelos que de una u otra forma, las sociedades nos quieren imponer. Y ya sabes, lo que permanece quizás sea y no siempre, lo más autentico.
Besos
Yo sí creo una cosa. Y es que los mejores versos de amor surgen tras el desamor.
Siempre me he preguntado si los escritores malditos en algún momento desearon dejar de serlo, y no se lo permitieron. Tiene que ser duro vivir cargando con tu propio personaje.
Saludos.
Parece que el interés en arte ha pasado de ser, al principio, la obra, luego la reflexión sobre el arte en sí y al final, el artista, su vida. Y en eso estamos. pero es importante verlo, o que te lo hagan ver.
Un abrazo
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