martes, 24 de julio de 2007

La peste entra por las ventanas.

[Uncastillo, Aragón]

En Uncastillo, cuando el cólera de los siglos XVIII y XIX, los habitantes encalaban los marcos de los vanos de las casas para evitar que la enfermedad entrara en ellas. Aparecen así los edificios con los ojos y las bocas pintadas mirándonos asombrados, mientras unos topes de madera, artesanales pero eficaces, impiden que la fábrica se venga abajo. En un ingenioso alarde de burla a la ley, que imponía impuestos por superficie medida al nivel del suelo y que obligaba a una distancia mínima en las calles que permitiera el paso a los carros de ruedas grandes, las fachadas se ensanchan en el primer piso y sobresalen de la planta baja en una arriesgada curvatura. Esa prominente barriga, que tira el peso hacia afuera, se contrarresta con el sistema de vigas que se ve en la imagen. Como si al coser, la costurera se hubiera dejado olvidada la aguja en la última puntada.
El inventor del sistema no ganó nunca un premio de arquitectura, pero solucionó un problema, a diferencia de nuestros premiados arquitectos de hoy, que los crean. La sabiduría popular que encaló puertas y ventanas sólo calmó la ansiedad y el miedo. ¿Qué encalamos hoy nosotros en nuestros miedos?
Arriba, en el voladizo, anidan los ruidosos vencejos y las golondrinas, como en la época del cólera. Igual que cuando el miedo hacía rostros de asombro en estas casas.

6 comentarios:

PeSeTuCa dijo...

Me ha encantado el post, me has tenido enganchada la verdad, muy interesante !!!! ;D

Alatriste dijo...

Conocía el motivo del porque se realizaban las fachadas con esa peculiar curvatura, todavía hoy visible en casa antiguas. Pero desconocía que los motivos verdaderos se debieran para evitar mayores pagos de impuestos por utilización del suelo, sin duda muy ingenioso.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Gracias a los dos por vuestras palabras. Alatriste: lo que comento sucedía en Aragón, desconozco si la misma ley regía en Castilla. Esto es una cosa que deben comprender los que se preocupan tanto por la unidad de España: aquí casi siempre han regido leyes diferentes, lenguas diferentes, culturas diferentes. España, como entidad, sólo funciona con proyectos que sumen, no que resten, no que se impongan. Así ha sido desde siempre.

Rui dijo...

Un excelente mensaje. Como ya te dije me encanta como pones poesía en tu prosa.

Y por cierto un excelente comentario. La riqueza de España se encuentra en la pluralidad no en la unicidad de todo. Hay que sumar como bien dices y también recordar que algunos de los pueblos de esta tierra, están sobrerepresentados mientras que otros ni siquiera aparecemos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Gracias, Rui. Gente como tú hacen presentes las voces de tierras menos atendidas por los medios de comunicación tradicionales.

jg riobò dijo...

Los ojos de las casa.
La mirada.
Proteger los ojos.