No se puede entender bien Los pazos de Ulloa sin ponerlo justo después del interés y la polémica suscitada por la serie de artículos publicado por Emilia Pardo Bazán en La Época en el invierno de 1882 a 1883 bajo el título de La cuestión palpitante y que pronto pasaría a distribuirse en libro (1883), contando con varias ediciones en pocos años. La publicación en 1886 de Los pazos de Ulloa y en 1887 de su continuación, La madre Naturaleza, son la puesta en práctica de lo que en aquellos artículos escribiera.
Como se sabe, La cuestión palpitante contiene la reflexión de la autora sobre uno de los temas candentes en la literatura de su tiempo: el naturalismo tal y como fuera definido y puesto de moda por Zola. Sin estar totalmente de acuerdo con la propuesta del novelista francés, la Pardo Bazán contribuye a la divulgación del modelo. Es decir, actualiza la literatura española de una manera que el mismo Zola o Clarín le reconocerían (Clarín escribió el prólogo a la segunda edición de La cuestión palpitante) aunque pudieran matizar su adhesión al naturalismo. Y no solo la actualiza sino que deja impronta en la escritura posterior. Otro de los notables efectos de esta reflexión y de la acalorada polémica que siguiera, es que Emilia Pardo Bazán modificó sustancialmente su estilo previo y adquirió definitivamente el carácter de gran novelista en el panorama literario de la España de su momento.
Varias son las razones que le llevaron a redactar esa serie de artículos. En primer lugar, algunas derivadas de su carácter, independiente y fuertemente comprometido con su condición femenina y su decisión de traspasar los límites que convencionalmente se atribuían a una mujer que escribía en la España del momento. De hecho, aquellos artículos fueron la última causa de su separación.
En segundo lugar, su interés como escritora por introducir en España las novedades más apreciables del panorama europeo (que, en aquellos tiempos, se identificaban con lo francés), aunque no fueran las más aceptables socialmente.
Sin embargo, su adhesión al naturalismo no fue total. Ella misma manifiesta en su análisis de la obra de Zola su disconformidad con el determinismo y alguna otra de las características de esta acentuación del realismo hacia los aspectos más crudos del ser humano. Como veremos en Los Pazos de Ulloa (y también se recoge en La madre Naturaleza), se puede luchar contra las fuerzas que determinan la forma de actuar del ser humano. Precisamente en eso consiste ser humano, viene a decirnos la autora. Y se puede luchar solo desde una alta consciencia y una gran capacidad de civilización.
Es interesante ver, después de leer La cuestión palpitante, cómo la Pardo Bazán nos propone su propia adaptación del naturalismo frente al seguidismo ciego de otros novelistas europeos del momento. A doña Emilia no le bastaba ya con el realismo al uso: se le quedaba corto para evidenciar la forma de actuar del ser humano. De ahí que necesite dar ese paso.
Puede consultarse el interesante y documentado portal sobre la escritora alojado en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (en este enlace), en el que puede hallarse una buena edición de la obra (aquí).
También aconsejo ver la excelente serie de televisión que adaptó la novela (en este enlace).
La lectura de Los pazos de Ulloa nos ocupará hasta el jueves 14 de enero.
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Noticias de nuestras lecturas
Coro Entreaguas analiza cómo penetra el lector en la textura de la obra a partir del personaje de Sabel. Excelente análisis que os recomiendo.
Mª Ángeles Merino nos contextualiza la lectura de Los pazos de Ulloa y para empezar, nos lleva a doña Emilia desde Calderón... Para animar a la lectura.
Gelu nos hace entrar en Los pazos de Ulloa como lo hace el protagonista: sin saber bien lo que nos espera en esas tierras en las que somos forasteros...
Mª del Carmen Ugarte escribe una oportuna y sagaz entrada sobre la violencia contra la mujer en esta novela. Esclarecedora.
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Gelu nos devuelve al lirismo y el enfrentamiento entre humildes y poderosos que vertebra El mudejarillo... y nos regala a Amancio Prada. Deliciosa entrada.
Recojo en estas noticias las entradas que hayáis publicado hasta el miércoles anterior. Si me he olvidado de alguna, os agradezco que me lo comuniquéis.