miércoles, 19 de febrero de 2014

Te debía esta entrada


Te debía esta entrada para decirte que estoy bien, que todo marcha con calma. Que las cosas van en el orden adecuado y que no tengo sobresaltos. Que la vida es alegre y triste. Que el invierno trascurre lluvioso y se anuncian ya las yemas en las ramas de los almendros. Y que te echo de menos pero sigo adelante.

16 comentarios:

Rita dijo...

Que bonito, Pedro. Que bonito.

Anabel Rodríguez dijo...

Y a ti también te la debías. Un abrazo

Pamisola dijo...

Hay que seguir adelante.

Besos.

lichazul dijo...

echar de menos es reconocerse humanos e imperfectos
saber que donde quiera que esté quien nos interesa demos con la palabra para hacérselo saber

Bss Pedro

El Deme dijo...

En el horizonte, si te fijas bien, hay algo por descubrir.

María dijo...

Siempre hay algo por lo que hay que seguir caminando.

Un beso.

Abejita de la Vega dijo...

Sigamos caminando.

Montserrat Sala dijo...

Mas que un post,este és un mensaje bien especial. La persona que se dé por aludida, lo tiene muy claro.

Llega la primavera... y recuerdo de otros años que a ti te afecta mucho.
Que te sea leve, profesor.

Emilio Manuel dijo...

Lo más importante, seguir adelante.

Saludos

Edurne dijo...

Nunca se dejará de echar de menos!
Besos.
;)

Gelu dijo...

Buenas tardes, profesor Ojeda:

Aunque exista diálogo in mente, qué bonito es dejar constancia por escrito.
Y el agua de la acequia siguiendo su camino.

Saludos.

Esther dijo...

El cielo cerrado y algo gris todavía, una maravilla el contraste con ese calor retratado que parece desprenderse de la tierra, y el árbol ahí, testigo desafiante de todos los planos. Hermosa la foto, hermosos pensamientos, todo está equilibrado e irradia paz, seguro que toda esa buena energía con el lamento llegó al punto del universo a donde estaba destinada.

Pedro Carcedo dijo...

Me sigues debiendo un café .....

Kety dijo...


Hermoso homenaje, aunque él, ¡seguro! lo daba por hecho. Somos nosotros los que tenemos la sensación de no haberle dado más. Al menos yo, así me sentía, y creo que nos pasa a todos.

Un abrazo

Estrella dijo...

Somos deudores, siempre, de quienes dejaron su dulce huella en nosotros.

Y a quien tanto quisimos.

Myriam dijo...

Que palabras tan sentidas, Pedro. Vive en tu corazón y Zijronó le berajá: Bendita sea su memoria, como decimos los judíos.

Besos