jueves, 26 de junio de 2025
Copla del sueño del mar
miércoles, 25 de junio de 2025
Especies extrañas de peces
lunes, 23 de junio de 2025
Viborera
domingo, 22 de junio de 2025
Tres miradas a la violencia y la paz en el Museo Patio Herreriano de Valladolid que apelan a quien hoy las contempla juntas
Alberto Sánchez. Monumento a la paz, 1960-1962. Madera.
El Museo Patio Herreriano de Valladolid propone una nueva mirada a su colección permanente bajo el título de Es solo una sensación. La Asociación Colección Arte Contemporáneo y la ciudad de Valladolid, 25 años juntos. En la Sala 0 se exponen tres piezas: Monumento a la paz, 1960-1962 de Alberto Sánchez (escultura en madera); Pegasus dance, coreografía para camiones antidisturbios, 2008 de Fernando Sánchez Castillo (DVD HDI); Ciudad Universitaria, 1939 de José Caballero (gouche sobre papel). La sala sigue la propuesta de esa nueva mirada con la que se muestra ahora la colección y que me ha parecido un acierto pleno en un museo que necesita de este tipo de riesgos, buscando las sensaciones y los ecos que suscita la contemplación de las piezas fundamentales al reorganizarlas. Se juntan así obras de diferentes artistas, métodos y épocas para generar un nuevo diálogo entre sí y con el visitante.
La tres piezas de la Sala O corresponden a artistas de diferentes épocas y condición. Alberto Sánchez (1895-1962) es uno de los grandes autores de la vanguardia española. Procedente de familia humilde se afilió a las Juventudes Socialistas y acabó exiliado en la Unión Soviética, en donde falleció. José Caballero (1913-1991) también es uno de los miembros más significativos de la vanguardia española. Se alistó en el bando de los militares sublevados, colaboró en revistas falangistas y en proyectos institucionales durante el franquismo. Ya en la Transición, fundó el grupo Ruedo Ibérico, dedicado a potenciar la experimentación en el arte. Ambos coincidieron en Madrid y trabajaron con Federico García Lorca en La Barraca. Fernando Sánchez Castillo nació en 1970 y desde finales de los noventa es uno de los artistas experimentales más reputados de España, con amplia proyección internacional.
Cada uno tiene su lenguaje artístico: Alberto Sánchez la monumentalidad de la reflexión, José Caballero la interrogación a través del surrealismo y Fernando Sánchez Castillo provoca el pensamiento a través del humor, la coreografía y la música. José Caballero nos muestra un soldado de espaldas ante la Ciudad Universitaria destruida por el bombardeo franquista, con lo que nos propone un punto de mira en el que el espectador participa obligatoriamente: en la parte inferior del cuadro, la muerte y la destrucción; en la parte superior, dos ángeles anuncian la victoria y el final de la guerra. Alberto Sánchez, a través de la estilización de las figuras, levanta una proclama para la paz. Fernando Sánchez juega con la descontextualización de unos camiones antidisturbios para invitarnos a mirar el uso de la violencia institucional desde un acercamiento irónico que la supere al mostrarla como algo ridículo y descoyuntado. Evidentemente, en las tres piezas hay ideología: la propia de cada autor y de cada época. Proponer la contemplación de las tres juntas en un inteligente diálogo, más en los tiempos que corren en los que la paz peligra y la violencia parece regresar a la política internacional como un valor, es toda una magnífica lección de lo que debe hacer un museo de arte contemporáneo en nuestros tiempos.
jueves, 19 de junio de 2025
Tilos en flor
miércoles, 18 de junio de 2025
Lo que hay en un puñado de flores de acacia
martes, 17 de junio de 2025
Nosotros y la vida
¿He contado ya el número de los que fui? ¿Sé de su paradero? Estoy melancólico esta noche y quiero darles cuenta de los que vinieron después cuando nos separamos. Al menos una nota para cada uno, unas líneas. Quizá no encuentre al más tierno y amable, aquel que me dejó olor de hierbabuena en las manos.
Huye siempre de los que afirman que son los mismos de antes. Ni la piedra permanece. Son seres extraños a los que les crecen setas en los poros de la piel.
A todo bronce le hacen justicia las palomas.
Acompañad, no indiquéis el camino.
Contempló desde la terraza el bello espectáculo de los jardines. En el centro, el laberinto de setos cuidadosamente recortados. Sonrió. Siempre había pensado que el verdadero laberinto era el ovillo que entregó la muchacha a Teseo, no el hogar del Minotauro. Pobre hijo de Pasífae.
martes, 10 de junio de 2025
Después de todo, solo queda el gesto del que lo ha intentado
de la huella de luz que agitó el mundo
domingo, 25 de mayo de 2025
Cuánta vida en nuestras ruinas
En doscientos palominos estimaba el escudero del Lazarillo de Tormes el rendimiento anual del palomar del que era propietario. También tenía un buen solar de casas y otras cosas que se callaba. De vez en cuando se quedaba pensando en todo lo que poseía desde que naciera en la calle de la Costanilla de Valladolid. Se recordaba, de chico, bajar la calle desde la colina del centro de la villa hacia la plaza del mercado, parándose un momento en el puentecillo que pasaba la Esgueva. Si cerraba los ojos, le venía hasta Toledo el recuerdo del sabor del pastel relleno de aquellos palominos los domingos. Hace tanto ya, que quizá ni existieron.
Cuánta vida así, en nuestras ruinas, sobre las que el tiempo ha labrado el silencio. En su adobe, pronto, las amapolas, las lagartijas, las hormigas, la avena silvestre y el zumbido del abejorro. De lo desaparecido nace el futuro.
sábado, 24 de mayo de 2025
Vivimos en un tiempo sin subjuntivo
Pocas flores tan perfectas como las del cardo. Arquitectura de la belleza absoluta. Es difícil de comprender que demos su nombre a los ariscos.
El gran problema de las guerras es pretender que alguna sea justa.
La humanidad entera debería vivir en tierra de nadie.
Esta horrible época en la que nadie comprende que la incertidumbre es el mejor estado de ánimo.
Tomemos el ejemplo de un tiempo en el que se tenga el conocimiento, la riqueza y la tecnología para hacer que todo el mundo viviera mejor. Califiquémoslo según el nivel de cumplimiento.
Por desgracia, se ha perdido el subjuntivo.
miércoles, 21 de mayo de 2025
El sueño de los vencejos
miércoles, 14 de mayo de 2025
Palimpsesto