lunes, 23 de junio de 2025

Viborera

 


Hay una ley no escrita en la existencia humana: toda idea concebida será desarrollada antes o después. Detrás de la idea vendrá el sistema y el ingenio técnico para su desarrollo. Para el bien común, pero también para el mal. Así con los derechos humanos, las libertades civiles, la justicia social, la democracia; así con la capacidad para dominar y destruir a quien no piensa como nosotros, la esclavitud o el ejercicio absoluto del poder. Procurar bienestar al otro está tan cerca de crearle la obligación de comprar la fórmula con la que se lo facilitamos...

Echium vulgare. Esta planta herbácea, muy común en Europa, es conocida como viborera común porque la forma de sus semillas tiene un vago parecido con la cabeza de estas serpientes. De ahí la creencia popular de que con ella se podía elaborar una cataplasma que protegía de las picaduras del reptil. Hoy sabemos que sus hojas son muy tóxicas. Lo que no te mata, te hará más fuerte. Así la vida.

El otro día estuvimos en Amberes, algo fugaz y no previsto. Tus ojos tenían la hermosa placidez del tiempo después de treinta años, la calma del mar que llega a puerto. Todos los viajes que merecen la pena duran casi una vida.

6 comentarios:

Sor Austringiliana dijo...

Crecen ideas tóxicas como víboreras, no matan pero envenenan. También de las que matan directamente. Y unos locos las ponen en marcha.

Fackel dijo...

Siempre me había encontrado con esta planta, ignoraba su nombre pero me preocupa más el lado viperino de los hombres.

Emilio Manuel dijo...

¿Cuantas cosas no se han desarrollado aún?

São dijo...

Estamos num período em que existem demasiadas ideias tóxicas...

Beso, amigo mio.

Ele Bergón dijo...

Parece ser que en este mundo en el cual habitamos, todo tiene su cara y su cruz. ¿Llegaremos algún día a saber equilibrarlas? Todavía no lo hemos conseguido.
Vaya con la "plantita", no sabía que fuese tan tóxica.
Conocí Amberes hace unos cuántos años y algo recuerdo de sus casas de distintos colores en especial blancas y rojas y cómo el mar rodeaba las casas que por todos los lados.

Besos

Ele Bergón dijo...

Parece ser que en este mundo en el cual habitamos, todo tiene su cara y su cruz. ¿Llegaremos algún día a saber equilibrarlas? Todavía no lo hemos conseguido.
Vaya con la "plantita", no sabía que fuese tan tóxica.
Conocí Amberes hace unos cuántos años y algo recuerdo de sus casas de diferentes colores y el mar por toda la ciudad.
Besos