viernes, 29 de agosto de 2025

Esas cosas que ahora ya no me pasan

 


A diferencia de la vida, la adelfa avisa de su toxicidad: es amarga.

Vivir es lo único importante mientras estás vivo, luego decae su interés.

Caminabas
como si nunca hubiera caminado
nadie.
Hacías así todo:
besarme en la mañana,
despejarte la frente
con la mano
mientras me sonreías,
buscarme de soslayo, 
dejar que te abrazara.
Esas cosas
que ahora ya no me pasan.

© Pedro Ojeda Escudero, Del desconsuelo, 2025.


3 comentarios:

Sor Austringiliana dijo...

Y no es grano de anís vivir, con el regusto amargo y la memoria del sabor dulce. Así se vive.

Fackel dijo...

Todo debe tener su tiempo, por lo que se ve. Hay fechas de caducidad, o simplemente de abandono, de cese de significados, de olvidos. No creas, hay mucho de adelfa en la vida, y nos impregnamos de su toxicidad sin medida y con alto riesgo.

andandos dijo...

Me fijo en el conjunto de poemas: "del desconsuelo"