lunes, 22 de agosto de 2022

Un jardín puede caber en una mano

 


Un jardín puede caber en una mano. Una mano vacía que se llena de cosas delicadamente colocadas en ella. Es la naturaleza ordenada para que la belleza tenga sentido en el cosmos. En la mano caben senderos que van a algún sitio y de que algún sitio vienen, pero que están aquí porque es el momento de transitarlos; cabe un monte que sea el eje del mundo que la mano muestra; caben delicados puentes que cruzan la mano hacia sus valles. En este jardín que que cabe en una mano cabe también otra mano que la toca, que acaricia los caminos, que mueve una piedra, abre un surco de agua. A veces los jardines flotan solos, en una nube que se encuentra entre el suelo y el cielo, en ningún sitio concreto. Qué hermosos, hasta que el jardinero falta.
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En los tiempos convulsos, aquellos en los que el individuo se ve desbordado por una sociedad incomprensible y violenta, pedía Voltaire en Cándido que cada uno debía cultivar su jardín, pero si este es demasiado pequeño y no lo compartimos, acabará agostándose ante nuestros ojos. Deberíamos recordar siempre que las abejas que lo polinizan vienen de más allá de los muros.
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No he podido salvarla. Esta semana se me ha muerto una de las plantas de casa. La he renovado hoy y, cuando escribo esto, todavía tengo el recuerdo del sustrato en las palmas de la mano, el pequeño afán de cambiar la nueva de la maceta del vivero al tiesto vacío. El mundo, por un momento, me ha parecido comprensible.


4 comentarios:

Alimontero dijo...



Que hermoso el primer párrafo...poesía pura.
Gracias, es un regalo y reconocimiento a la naturaleza y al hombre.
Un Jardín es pura vida,...yo así vivía el hermoso jardín de casa, que un día habité. Diálogos secretos con cada una de las plantas, arbustos y árboles...siempre ensanchando caminos. ¡Qué deleite!

Bueno, y como todo tiene vida, esa que no se pudo salvar de seguro requería de más cuidados...en una nueva vasija y con nuevos cuidados resurgirá en primavera.

Querido Pedro, beso,
Ali

impersonem dijo...

Bueno, los jardines en los que yo me meto no caben en una mano...

Curiosa y "verde" forma de describir la anatomía de la palma de la mano; dicen los quirománticos que en ella está escrito nuestro destino...

Supongo que sí, que debemos cultivar nuestros valores y aportar nuestro granito de arena en empujar para que el mundo mejore... Alguien lo resumió más o menos así: "El mundo está oscuro, ilumina tu parte"... tal vez intentando mejorar lo más cercano consigamos crear una onda expansiva o efecto mariposa que mejore este mundo que habitamos...

Yo soy un manazas con las plantas, aunque lo que me resulta incomprensible del mundo es el orden humano, el natural me es más comprensible...

Abrazo



Sor Austringiliana dijo...

Un jardín puede caber en una mano con su eme más o menos trazada. Los hay muy chiquitos, el mío vive entre dos cristales, dos ventanas, es más que una mano. A veces, las plantas se mueren y no podemos hacer nada. A veces, las manos dejan de buscarse. Cambiamos la tierra, las cambiamos de lugar, a ver.
Un lujo, un jardín.

Emilio Manuel dijo...

Ni tu maceta se ha salvado y al paso que vamos no dejamos ni una sola zona verde en este país.