martes, 4 de enero de 2022

Cómo ilumina tus labios


Protégete de la noche,
de los aullidos del viento
que buscan herir el cuerpo
como los perros feroces.

Tengo un gran cardo en las manos
para colgarlo en tu puerta.
Como el sol, que te proteja
cuando no estén mis abrazos.

Que  nos sorprenda la noche
abrazados en la sierra,
rodeados de las fieras
con todas sus muchas voces:
la voz de la jauría,
la voz negra del cuervo,
la del pino quemado,
la oscura voz del niño,
la de la madre muerta,
la voz entre los chopos,
la espesa voz del sapo,
la de la estrella triste,
la de la sucia charca.

¿Ves el cardo entre mis manos,
cómo ilumina tus labios?

©Pedro Ojeda Escudero, 2022

 

8 comentarios:

José A. García dijo...

Y yo aquí sin saber para qué servían los cardos... En fin.

Saludos,
J.

Emilio Manuel dijo...

Los cardos acompañan bien con muchas cosas y siempre acompañados con una copa de buen vino.

Buenos Reyes Magros.

Sor Austringiliana dijo...

Hay cardos buenos.
Feliz Noche de Reyes y que todas sean de Reyes.

São dijo...

A tua sensibilidade até os cardos toca...

Besos e feliz Noite de Reis, amigo mio

Francesc Cornadó dijo...

La flor del cardo es hermosa, la delicadeza de sus pétalos filamentosos contrasta con las espinas.
En la noche la oscuridad y las espinas pueden ser peligrosas.
Saludos
Francesc Cornadó

Rita Turza dijo...

Madre mía que maravilla. Lo veo, lo veo.

Fantástico retrato de interior.

Un abrazo enorme, Pedro.

Sor Austringiliana dijo...

La boca del viento evita tus afilados labios
Y la misericordia del sol en ti solo es sombra
Has de esperar que florezca y regalar su flor protectora para mecerse en el vaivén de tu puerta
Destila en el alambique de la noche el dulce néctar de las amorosas palabras
Y ni sapo,ni fieras, ni sucia charca ni jauría hanbrienta
Solo la mágica noche, noche violeta,unas manos una flor y unos labios que se encuentran
(Agustín Merino)

Ele Bergón dijo...

Duele en pinchazos,
las ausencias que dejan
los que antes fueron.

Besos