martes, 4 de mayo de 2021

Que es rama de chopo y canta

 

(El pensamiento al madurar es igual que el sol cuando amanece
instalación de Soledad Sevilla en la Capilla de los Condes de Fuensaldaña. Museo Patio Herreriano.)

Amanece sobre los verdes trigales de abril,
oleados por el viento. Todo es mar,
hasta los chopos de la fuente, mar sonoro.
En los linderos, crecen las malvas.
Me he detenido sobre esta tierra
que han cruzado tantos antes.
En cada espiga, un nombre.
¿Dónde el que me impusieron, en qué rincón cultivado?
¿O cayó mi grano en baldío?
Sobre el campo, juega la luz de la mañana
como la caricia de una mano sobre el cereal.
Se mueve el prado, ondea desde el germen
hasta la mesa en la que se hace pan,
es su destino. ¿Cuál es el mío
si no soy campo,
si no atisbo la luz
que me acaricie el cabello
y no voy de la tierra a la fuente, al pájaro
que es rama de chopo y canta
porque amanece?

© Pedro Ojeda Escudero  (2021)


15 comentarios:

Berta Martín Delaparte dijo...

Buenos días.
Para mi gusto, de lo más bonito que te he leído.
Abrazo.😄

Sor Austringiliana dijo...

Todo es luz, en un principio fue ella.

Amanecer de pensamiento.

La seña Carmen dijo...

No sé qué fiebre, y no sé qué doctrina forestal, porque no soy ambientalista, recorre nuestra Castilla, nuestros pueblos, y hasta nuestros caminos, decretando que los chopos son peligrosos. Árboles del pueblo, que crecen con apenas mimo, árboles en fin.

¿Podremos decir lo mismo, pasado un tiempo, de los cerezos chinos?

Fackel dijo...

Yo, que no tengo nada de campo, me he sentido afectado por el poema. Habría tanto que preguntar sobre cada uno de nosotros a las espigas, a los tallos, a las raíces de cualquier cereal.

Amapola Azzul dijo...

Es mar es libertad, a veces música.

Besos.

Amapola Azzul dijo...

Otras lamento, queja, siempre libertad.

São dijo...

Precioso texto o teu, amigo mio, precioso mesmo!

Pelas tuas belas palavras transportaste-me às largas planícies do Alentejo com as suas searas de trigo ondulando sob a brisa. Te agradeço tanto ...

Besos, querido Pedro .



Alimontero dijo...


Maravilloso Pedro... conmovida total.

gracias gracias, gracias...me siento en un estado maravilloso, así he quedado!
beso,
Ali

Myriam dijo...

¡Precioso! ¡Preeecioso!

Quizás sea cuestión de ser consciente de la Luz y ser capaz de reconocerla.

Besos x2

El Deme dijo...

Si cierras los ojos, el sonido de las ramas de los chopos cuando las acaricia el viento, se parece al que producen las olas en el mar.

XuanRata dijo...

Qué decir ante la música exacta del poema. Callar. Qué hacer, salvo volverlo a leer. En voz alta.

impersonem dijo...

¡Cómo me gustan a mí los trigales oleados por el viento"

Me gusta este poema de terruño y de identidad...

Abrazo

Luis Antonio dijo...

Gracias por traernos paisajes y sensaciones poéticas ausentes en las urbes

Saludos

Doctor Krapp dijo...

Bello y sugerente.

Ele Bergón dijo...

Pronto veré ese mar de Castilla que tanto me emociona y del que espero disfrutar, como ya lo he hecho al leer tu poema y contemplar tu fotografía, donde el verde y la luz son las protagonistas.

Besos