sábado, 23 de enero de 2021

Qué para poco te has quedado

 


Miro la ciudad desde la ventana. Atardece y llueve y el paisaje se ha llenado de pequeñas luces que la humedad difumina y ennoblece. Desde hace unos diez días, tengo un dolor en el costado izquierdo, abajo, más hacia la espalda. No es demasiado fuerte, pero sí constante, o quizá yo no me queje lo suficiente. Estoy esperando a que remita, las recomendaciones son las de no acercarse al centro de salud o al hospital salvo en caso de extrema gravedad. Esta noche me ha despertado de madrugada y tardó en algo en pasarse. A veces, cuando el dolor se rebrinca un poco, me da la risa floja. Es algo que me pasa también cuando tengo lumbago o tortícolis, que no es el caso. Me echo a reír aunque esté solo y me digo, qué para poco te has quedado. La risa suele aumentar el dolor y el dolor la risa y así estoy un rato, entretenido.

Como todos, anoche, cuando me desperté, he mirado en un buscador de internet qué puede causar el dolor y es una lista tan larga que para cuando llegaba a la mitad, me ha entrado el sueño. Está bien eso, leer las cosas de las que puedes morirte para entrar plácidamente en el sueño. No suelen agobiarme estas búsquedas, porque luego no voy con ellas al médico, digo, cuando se podía ir al médico. No soy de los que dicen qué tiene uno antes de saludar al entrar en la consulta. Me limito a describir lo que siento, porque para eso ellos son los profesionales de esta cosa. Incluso ahora, que todos los médicos que visito son más jóvenes que yo. Se me han ido jubilando los médicos de siempre. Ahora, además, la mayoría están poco tiempo en la misma consulta. Desde la precariedad de los servicios médicos públicos y la política de negocio duro de las empresas privadas de seguros, cualquier día te cambian al médico cuando lo acabas de saludar, antes de que le puedas decir qué te pasa y luego, antes de que te extienda la receta o el volante. A veces da un poco igual, porque la tensión laboral les obliga a no levantar la vista de la pantalla del ordenador en la que escriben lo que les cuentas.

Es tan precario todo en estos tiempos, que lo más estable de estas noches de dolor son estas luces de la ciudad bajo la lluvia.

12 comentarios:

Fackel dijo...

Tratar de indagar en internet sobre las propias molestias es entrar en un laberinto del que solo se sale más aprensivo. Que se te pase y haya servido siquiera para una reflexión más. (Este tiempo que vivimos nos va a terminar volviendo tarumbas)

Emilio Manuel dijo...

Ese dolor es signo de que el cuerpo está entrando en años jodidos, si yo te contara.

Berta Martín Delaparte dijo...

Los seres humanos no estamos diseñados para estar sentados, sino para llevar una vida activa. La naturaleza nunca tuvo la intención de sentarnos en una silla de oficina durante 8 horas al día. Nuestro cuerpo necesita moverse y mantener una posición erguida para respirar bien y oxigenar nuestra sangre. El movimiento es natural y necesario para el ser humano.

Olvidarse de escribir, leer y pensar demasiado suele ser una buena medicina.

Respecto a los medicos de cabecera, recuerdo uno en especial, que al entrar yo en la consulta ,me saludó con un : ¡ Qué le pasa!; yo le contesté con otro improperio :¡ si lo supiera no estaría aquí!.

Ánimo y salid a respirar aire fresco, nosotros es lo que vamos a hacer después de escribir yo este comentario. Feliz domingo. 😘✔

Rita Turza dijo...

Espero que estés bien querido Pedro y no sea nada lo que cuentas. El mundo está cambiado demasiado rápido y eso no puede ser bueno.

Cuídate mucho.

Un abrazo enorme desde el norte.

La seña Carmen dijo...

Madrecita, madrecita, que no me coja un simple catarro.

LUISA M. dijo...

Pedro, espero que ese dolor remita pronto. Pero, si no es así y continúa, deberías ir al médico (no sé si te darían cita presencial o telefónica) o, en caso necesario, acudir a urgencias... a pesar de cómo está la situación con la covid. Ya decides tú lo que creas más conveniente. A mejorarse. Un abrazo.

Sor Austringiliana dijo...

Consultar al doctor Google es poco recomendable. Consulta a tu médico, aunque sea por teléfono.
Evitábamos al médico antes y lo evitamos más ahora, yo consejos vendo para mí no tengo.
Ánimo, que el dolor pasará. Esos dolores de costado suelen pasar solos o con un buen físio.
Besos

Myriam dijo...

¡Qué feo! Ojalá puedas ver pronto al médico si el dolor no remite. Qué te mejores pronto. Besos

Ele Bergón dijo...

Siempre digo que en estos tiempos, tenemos que aprender a curarnos a nosotros mismos.Igual nos funciona y después de la pandemia va a sobrar el personal sanitario. No creo que esto suceda, pero al menos ahora, nos damos cuenta del lo que ha supuesto el desmantelamiento de la Sanidad Pública, al menos en Madrid y su poca inversión. ¡Cómo lo echamos de menos!

Cuidarnos mucho, mimarnos y querernos es los principal, en estos días tan complicados.

Besos

LA ZARZAMORA dijo...

Cuídate mucho, Pedro.
Espero que ya vayas a mejor.
Besos.

andandos dijo...

Cuídate mucho. Es imposible que no me haya encontrado aquí a nadie, o casi nadie, de los que estudiamos juntos hace mucho tiempo. ¿Tanto hemos cambiado? ¿Han muerto todos? ¿Están todos en casa con dolencias?

Un abrazo

Alimontero dijo...


Hola querido Pedro, espero a la fecha se te haya pasado la molestia o decubierto el origen.Un abrazo,
Ali