Por si el tiempo lo impidiera los próximos días, nos hemos echado a la sierra. En el prado de los centauros, unas vacas rumiaban sus cosas y nos miraban como no haciéndonos caso. Un ternerillo dormía al sol de la mañana, tendido sobre la hierba. Está la sierra otoñal y a la espera, como estas reses. Lo que tenga que venir, vendrá.
Por ahí se ha decidido salvar la Navidad a medias en la lucha contra la pandemia. Con resignación, las autoridades admiten que no se les haría mucho caso, así que arbitran medidas cuyo cumplimiento no podrá ser controlado de ninguna de las maneras. Todo queda, así, en manos del comportamiento ciudadano. Levantaremos la lista de pérdidas a partir de enero, pero eso ya será otra cosa.
Ayer tuve una idea brillante, pero esperé el suficiente tiempo para que derivara en antigualla. Estos días primeros de diciembre no tienen más sentido que ese, el de la espera. Hay que pasarlos como sea y cuanto antes. Son días a título de inventario.
9 comentarios:
Comportamiento ciudadano, jejejejeje, rio por no llorar.
Pobre ternerillo, no le dejarán al sol, en su sierra.
Lo que tenga que venir,vendrá.
Hay nieve en los altos, deseamos más vida y menos Na vida d.
Siempre nos ha inquietado, nos inquieta y nos inquietará el futuro, para eso lo es, pero en los tiempos que transitamos, ¡buf!, mucho más. Ya lo iremos viendo, cuando ese futuro se haga presente, si es que existe, y en especial pasado.
Ánimo y adelante.
Besos
Al final estamos en Adviento.
Esperar, no queda otro remedio.
Las autoridades hacen dejación de su responsabilidad mientras nosotros esperamos.
Saludos
Aqui se passa o mesmo.
Estamos num oceano sem saber muito bem que rumo tomar, amigo mio...
Besos e bom fim de semana
¡Qué bueno que andan por ahí!.
Añoro el campo, no hemos podido cruzar a Argentina.
Besos
Esperemos que el comportamiento ciudadano sea ejemplar... aunque hay precedentes poco esperanzadores... Tal como dices, ya veremos en enero los efectos del comportamiento ciudadano... Veremos si, una vez más, se cumple la Ley de Murphy o logramos cambiarla... Veremos si lo de salvar la Navidad nos procura más beneficios que perjuicios o es al contrario...
Bueno, yo voy a comenzar tu libro, luego ya veremos qué nos depara la Navidad, aun teniendo todo el cuidado del mundo.
Un abrazo
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