viernes, 27 de noviembre de 2020

Palomilla de muro

 


¿Esta palomilla de muro vino aquí como simiente traída por el viento o un pájaro? ¿Aquella semilla prendió en una grieta o fue plantada por la mano de alguien? En todo caso, el dueño de la ventana respetó su crecimiento. Supo ver, en la sencilla maravilla de esta hierba, toda la belleza futura de este callejón.  Es curioso su movimiento: crece hacia la luz hasta la fecundación. Entonces, la huye para buscar el refugio de la sombra, en donde caen las semillas buscando el amparo de cualquier hueco mínimo. Con el cuidado atento, la pared asombra, como si se hubiera dibujado el más hermoso de los paisajes. Llegada la primavera, aparecen minúsculas flores que salpican de violeta el fresco verde de la planta. En las tardes calurosas de verano, merece la pena sentarse a contemplarlas a la sombra.

Busco, cada día, una pausa para fijarme en lo más sencillo: la hierba más pequeña, la mirada de un niño cuando juega, el paso de una nube, el leve vuelo de un gorrión, la ondulación de un charco. Hay noches en las que me doy cuenta de que no he podido, que me ha sido imposible o no he sabido detener el día para ganarlo. Qué mala forma de adentrarme en el sueño.

7 comentarios:

Sor Austringiliana dijo...

Lo busqué anoche en la Wikipedia. La palomilla de muro es la corrihuela, mala hierba para los jardineros, buena hierba para quien se detiene a mirar.

Emilio Manuel dijo...

Una planta que rompe la monotonía de muro y lo hace algo más bello.

Francesc Cornadó dijo...

Es impresionante el afán de la vida, en cualquier grieta puede aparecer un jardín vertical. La germinación y la vitalidad son sorprendentes, de esta realidad deberíamos tomar enseñanza.
Salud
Francesc Cornadó

Fackel dijo...

Me sigue admirando el crecimiento de plantas por los espacios más sorprendentes. Rejillas de la calle, bordes de aceras, bocas de desagüe...No sé por qué algunos las llaman salvajes. ¿Porque no están dirigidas por la mano del hombre hacia unas macetas, por ejemplo? Las plantas no tienen quien las dirija. O acaso el aire que transporta su simiente.

Bertha dijo...

Que sabia es la naturaleza como esta planta aparte de de lucida cada primavera la anuncia con sus florecillas.

Observando o curioseando se descubren muchas cosas que nos pasan por alto.

Abrazos feliz finde

José A. García dijo...

El mundo es de las plantas, nosotros sólo nos dedicamos a destruirlo.

Saludos,

J.

Ele Bergón dijo...

Cuando se esparce o esparcimos una semilla, no sabemos, para bien o para mal, hasta donde llegará y cuál ha de ser su crecimiento.

Es muy posible que el sueño, en su caótica libertad, te dé la respuesta del porqué no te has detenido en esa búsqueda de lo sencillo.

Besos