Elvis, con un collar de flores, vive
sabiéndose morir todas las noches.
Al atardecer, sale a la terraza
con una cola muy fría en un vaso
y un sándwich de tocino y cacahuete.
Elvis Aaron Presley recuerda Berlín
mientras piensa que no tiene sentido
vivir sin vida más de lo sensato.
Se sienta frente al mar y nos espera.
© Pedro Ojeda Escudero, 2019
3 comentarios:
Que se espere sentado.
Estoy leyendo las entradas en el sentido contrario a su publicación y qué diferencia esta con las dos anteriores. Como dice Sor Austringiliana, que nos espere sentado. No hay prisa.
Besos
Demasiada grasa en el Sándwich y demasiado azucar en la cola... debería cuidarse mejor si quiere aguantar la espera...
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