Se me olvidó decirte que no dejaré que el tiempo destruya aquellas cosas que me enseñaste: dar los buenos días a la gente, ir con los zapatos limpios, sonreír con la boca y la mirada, ceder el paso en la acera, tener la palabra amable en el momento justo, entrar con respeto en una casa ajena, recibir en la propia, abrazar a quien lo necesita. Se me olvidó decirte, ensimismado como estaba en tantas cosas que no importan, que no dejaré de tratar de la misma manera a un poderoso y a un mendigo. Se me olvidó decirte, porque la vida es así de puñetera y no nos dio tiempo a hablar de tantas cosas, que tenías razón cuando mostrabas dignidad y me decías que no me vieran llorar y que no fuera cobarde y que a la muerte hay que ir con la cabeza muy alta y la mirada limpia.
32 comentarios:
Hermosa carta...
Los consejos de nuestro mayores.Siempre hay que echar mano de ellos en muchos momentos de la vida.Preciosa reflexión!
Un abrazo.
qué sonrisa más bella tiene!!!
eres su orgullo
besos querido Pedro
Que diferente sería el mundo si recordáramos estos pequeños detalles de vida, que hacen nuestra calidad de vida enorme. Un Abrazo.
¿Sabes? yo tuve tiempo de decirle de palabra cuánto le quería...
un abrazo grande :)
Yo prefiero pensar que no se dejó nada por decir, sino que entonces, cuando ahora creemos que tocaba, se dijeron cosas más importantes -o necesarias-. Lo que se dice ahora es lo que necesitas decir ahora. Y por eso lo dices. Y está bien dicho. Cuanto se dice está bien dicho si brota del corazón como agua de manantial.
bello texto para ir a dormir, y bella textura
Buenas noches, profesor Ojeda:
...pero lo sabía. Le conocía muy bien.
Un abrazo
Seguro que ya se ha dado cuenta que lo habías entendido.
Tan emotivo, Pedro, tanto.
Otra carta hermosa, si cabe msabonita que la anterior. Cuanto cariño desprenden todas.
Gracias por compartir, querido profesor.
Un saludo especial y respetoso
Como siempre, me he dejado un montón de letras. Soy una atolondrada. Discúlpame.
Muy sabio tu padre. Besotes fraternales, M.
Ya se lo habías dicho...sin palabras.
Hermosa carta en barquitos de papel.
Besos
Tampoco él necesitó decírtelo porque lo verdaderamente importante rehuye las palabras.
La foto, extraordinaria, con esa corteza que va cediendo al empuje del aire y de la luz.
A mi se me olvidó decirles, que me convertí en la mujer que ellos deseaban... fuerte, capaz, sensible a la par.. pero con la capacidad de ir siempre hacia delante, aunque el mundo se empeñe de a mi alrededor hacerme girar. Un beso
La sencilla sabiduría de la buena educación y del sentido común.
Un gran hombre quien te enseñó así.
Un abrazo.
Tantas cosas que es preciso recordar, que no se den por sabidas.
Gracias a Dios, yo sì pude decìrselo.
Y me contestò que no esperaba menos de mì.
Espero que Dios lo tenga en su gloria.
Un abrazo.
¿ves? a la hora de los premios de la vida, somos humildes
.
tu pensabas en alguien en especial,
pero lo que dices es más inclusivo aún,
hay mucha gente noble a la que deberíamos decirle sobre como abrigamos su enseñanza
.
siempre es un honor visitarte 'Profe'
un abrazo
Hay cosas que parece que no hacen falta decir, por que todo parece evidente,y puede que sea así.
Hasta que ya no hay ocasión.
Ay... pero quedan las cartas.
Saludos,
A mí todas etas cosas, dichas así, tan de verdad, tan cargadas de pesar por haberlas dejado en el tintero antes de la partida... me emocionan, y será que soy sensible, que estoy muy sensible, pero me hacen llorar, qué quieres?
Y me alegra saber que los verdaderos sentimientos están ahí en lso corazones de las buena gente.
Un fortísimo abrazo, Pedro!
;)
(Cada vez estoy más contenta de venir a remojarme en esta acequia... se aprende mucho, oiga!)
Buenas enseñanzas para andar por el mundo como una buena persona.
Seguro que aunque no se lo llegaras a decir él ya lo sabía.
Muy emotivas palabras, Pedro.
Un beso.
Siempre nos quedan cosas por decir y hacer. Lo importante es lo aprendido de ellos y que nunca lo olvidemos. Isabel.
pero él sabía que tú habías aprendido todas esas cosas que él te enseñó.
y que ahora que él ya no está, vas a seguir esforzándote por ser mejor cada día.
biquiños,
Algunas palabras no deben nunca de olvidarse, para eso esta el recuerdo. Otras nunca se pueden olvidar, para eso este el respeto.
Un abrazo
"A la muerte hay que ir con la cabeza muy alta y la mirada limpia"
Un epítome a una vida que sin duda ha sido digna. Y la nuestra debiera serlo, o aspirar a ello. No sé si todas las personas llegan a ese momento decisivo y final con esa mirada limpia y llevan la cabeza alta, muy alta.
Si, se nos olvidan tantas cosas Pedro...
Qué gran herencia te dejó quien te legó esas enseñanzas. Un gran ser humano debió ser.
Son hermosas tus cartas, Pedro. Van cargadas de amor.
Tantas cosas se nos olvida decir que prefiero mostrar mi amor y respeto...ahora que puedo.
Son cosas tan importantes que podemos llegarlas a menospreciar.
Sencillamente hermoso
Un abrazo
Luz
Nunca olvidaré una sonrisa a tiempo
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