viernes, 20 de abril de 2007

Anónimos y otras cosas

"Me alegro de comprobar que olvidas lo inútil y vas preocupándote de ti mismo", decía un comentario anónimo que me dejaron en la entrada de ayer. Como era un comentario que parecía continuar otro que también de forma anónima se puso en una anterior y podía entorpecer la comprensión de la entrada-reseña del libro sobre el teatro en la época de la Guerra de la Independencia, decidí no ponerlo allí y traerlo aquí. Por su brevedad, guarda algo de clave enigmática. ¿Cuál era la intención del anónimo comentarista? ¿Felicitarme por decidirme a salir, a su juicio, del abatimiento? ¿Criticarme por lo que juzga como egoísmo? ¿Es un comentario de ánimo o de crítica? En cualquiera de los dos casos, ¿hasta dónde se merece el sujeto de La Acequia estas palabras? Supongo que, como La Acequia es joven, aun medito sobre esto. La ventaja de estas cosas es que pueden servir para pensar el camino a seguir en este género.
Evidentemente, este no es un blog de noticias, ni de opinión política ni uno con muestrario de intereses personales, sino un diario personal construido con afán literario que, en cualquier momento, se puede derivar hacia las fórmulas mencionadas pero que intenta mantener un tono. Es la ventaja del fenómeno blog: que es tan amplio que podría dar lugar a una variante de la taxonomía. Sobre eso escribo unas notas.


Hoy ha sido un día melancólico hasta las cinco y media de la tarde. Mientras tanto, el Arlanzón seguía su camino, inevitable. A su alrededor creí ver algunas grullas, pero podría ser una alucinación. ¿Llevaban en sus picos hatillos con bebés-concejales? ¿Huían del espectáculo que se daba río abajo? Quizá Blogófago nos podría sacar de la duda, si ha conseguido dominar la técnica del origami.
Y para los que preguntan: no, no estuve.

3 comentarios:

Administrador dijo...

Pues no, soy un torpe absoluto con eso del pliegue del papel, asi que a mi casa no ha llegado aun la plaga de grullas.

Por cierto Javi, desde Japon, ha dejado en los comentarios a la entrada sobre las grullas enlaces a dos bellas historias, y Kirai cuenta el motivo por el que las japonesas se cubren la boca cuando rien en http://www.kirainet.com/%C2%BFporque-las-japonesas-se-cubren-la-boca-con-la-mano-cuando-rien/

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Recuerdo aquellas jóvenes japonesas riendo con los ojos mientras con sus manos se cubrían la boca. Hace más de 20 años.

lichazul dijo...

cito este párrafo casi terminando tu exposición querido Pedro

"...este no es un blog de noticias, ni de opinión política ni uno con muestrario de intereses personales, sino un diario personal construido con afán literario ..."

ha pasado mucha agua en la acequia sin duda, pero me gusta que hayas dado libertad a tu pensar socio-político, pero sobre todo que sigas en tu norte pedagógico en la literatura como eje central

besitos