domingo, 6 de mayo de 2007

Insomnio y libros

Un amor perdido, una enfermedad, una tragedia familiar, una contrariedad económica, puede conducirnos al insomnio. O un café tomado a deshora. Esta noche me desperté, como me pasa con cierta frecuencia en las últimas semanas, después del primer sueño profundo. Como la mente giraba alrededor de los mismos temas, después de desesperarme dando vueltas en la cama y tratar de aburrirme con la televisión nocturna, me asomé al balcón de casa y el frescor de la noche acabó por desvelarme. Volví a la habitación y tomé entre mis manos el libro redescubierto ayer, que estará a la vista durante semanas, hasta que un nuevo impulso misterioso me conduzca al encuentro de otro volumen. Dionisio Ridruejo fue un hombre con biografía, mucho más de lo que se puede decir de la mayoría de nosotros. No sé si le tocará o no el rescate de la memoria, como dice en un comentario generoso Francisco, el autor de Caminando en el desierto. ¡Cómo se disfruta leyendo los textos de sus Materiales para una biografía! Por ahora, sin saber muy bien por qué, el azar me ha conducido, de nuevo, a sus páginas. Ayer abrí el volumen en un poema de Primer libro de amor (1935-1949), hoy hojeo los Cuadernos de Rusia (1941-1942), que escribiera durante su estancia como miembro de la tan apasionante como equivocada División Azul, que tanto supuso en la evolución de muchos de los que participaron en aquella intervención. Y me encuentro con ese olor a naturaleza viva del romance:
Anteayer dormí en el prado
sobre el olor de la hierba,
ayer entre los pinares,
hoy en la tranquila selva,
mañana, raso con raso,
solo entre el cielo y la tierra.
Doy un salto, tan enérgico casi como el suyo, y me planto décadas después, en su deslumbrante Casi en prosa (1968-1970), en las páginas de Cuadernos de Madison:
Hoy el silencio es blando. Todavía
cae la nieve en la nieve
con muelle de vaguedad. El horizonte
es sólo una sutura en la campana
del entresueño. La materia sorda
y ofuscada de luz vacía el mundo
al llenar el espacio. De repente
el bulto vivo con su fuerza umbría
de piedra y concreción brota en la nada (...)
Y el arranque de Heme aquí ya, profesor, que tanto me dice ahora, más que la primera vez, hace veinte años:
Me levanto temprano, casi al tiempo
que el raro cargador de mi osamenta
arrastrada con médula de sueño (...)
que versos después se hace casi cotidianeidad de prosa irónica:
La tarde será larga y sin hastío.
Mañana leeremos a Gustavo
Adolfo que comprende el mundo
como el verso final de la Comedia
pero siendo infeliz. Y por la tarde
sonsacaremos a Baroja -bueno,
si se deja- algún tema discursivo
de Seminario. Con los libros viejos
y amigos ya, las horas pasan fáciles (...)
Es lo que me pasa a mí con este viejo libro mío, que lleva mis huellas de joven, anotaciones y señales de tanto que bebí en él. Pero qué poco podía comprender entonces, y cuánto comprendo esta noche... Anoto ahora, como entonces. Y termino con unas exclamaciones ante la belleza y rotundidad de Cementerio:
Negar la muerte es imposible. Viene
por todas partes. Como hielo crudo
que desdora el otoño y como rayo
que raja el tronco de la primavera.
Con qué sencillez Ridruejo retrata nuestra condición de mortales:
(...) La llevamos
en las horas contadas o nos tiende
su trampa en el descuido. (...)
Parece sentarse sobre una lápida a anotar los versos, en un mayo como éste, mientras cae la tarde, percibiendo aquello que nos espera, que indudablemente nos iguala:
Los hermosos jardines de la muerte
sobreentendida, entre los hitos pulcros
sin patetismo, chicos como el ara
de alguna ninfa, donde queda impresa
la cruz, la estrella, el nombre, como un llanto
de manantial sin énfasis que enjuga
la pidadosa alegría de las flores.
Esta noche de insomnio de hoy, qué productiva.

11 comentarios:

Administrador dijo...

Reconozco publicamente, y algo avergonzado, que mi prejuicio hasta este autor - por causas que me parecian evidentes - me ha motivado a evitar su obra....

Tras tu entrada, tengo proposito de enmienda.

Blogofago

Un insomne habitual

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Querido Blogófago:
He de reconocer que a mí también me pasaba a menudo, hasta que me di cuenta de que debería prescindir de prácticamente la totalidad de autores. Y también de que aquellos que me parecían los puros -los "míos"- también tenían sus lados oscuros: unos cerraron los ojos ante las matanzas de los suyos, otros en su vida privada habían sido unos indeseables o unos apoquinados. Incluso nuestro gran Cervantes tiene en su biografía cosas que ocultar. Sin embargo, en Ridruejo, debemos admirar la capacidad de evolución de las ideas falangistas a la defensa de la democracia. Y su escritura, por supuesto. Lee los Materiales para una biografía que enlazo en el texto -acceso gratuito en PDF de la Cervantes Virtual-. Presta atención al Informe a Falange sobre febrero de 1956, con aquella afirmación del segundo párrafo: "No deseo ser inventado". Y las Explicariones para Escrito en España, con aquella afirmación tan clara: "De este libro, en cambio, surge la figura de un hombre que somete la guerra civil a juicio severo, que denuncia la insuficiencia teórica y la duplicidad práctica del falangismo, que reduce el fascismo a un catastrófico expediente de apuro y que sólo en la afirmación de una Democracia, concebida como proceso de autorrealización, pone su esperanza para resolver los problemas de su país y los de la humanidad en una buena parte del mundo". Aquel debate que tuvieron los que habían sido jóvenes falangistas y derivaban a una crítica abierta al régimen -Ridruejo, Laín, Tovar-, permitía puentes hacia los que estaban en el exilio. No soy un entusiasta de las ideas políticas de Ridruejo, pero ya es hora de distinguir los tonos de gris entre aquella negrura. Por lo demás, la vida, te hace mirar con calma las cosas. Y Ridruejo escribía muy bien.

J.R.Justo dijo...

Casi siempre Blogofago me ahorra escribir a la hora de poner comentarios

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Querido J.R.Justo: Insito. No soy un entusiasta de las ideas de Ridruejo, pero hay que apreciar el valor de su cambio en unas épocas en las que todos pasaban a recoger el premio por los servicios prestados. Para Burgos guarda interés cómo ve su estancia en esta ciudad en el capítulo "Memoria de Burgos y Cataluña" recogido en Materiales para una biografía.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Me escriben un correo electrónico pidiéndome más datos. Cedo, aunque no deseara ahora pasar por panegirista del autor: Ridruejo,a su vuelta de Rusia, rompe en 1942 con el régime de Franco, acusándolo de torcer los orígenes de las ideas falangistas; desde ahí inicia un camino hacia ideas liberales -él llegó a definirse en algún momento como partidario de una izquierda moderada-; sufrió destierro y prohibiciones -de las que le protegieron antiguos compañeros como Torrente Ballester, Edgar Neville, Luis Escobar, Pedro Laín Entralgo...-, se le encarceló en 1956 por participar en un movimiento junto a miembros del PCE (él no lo sabía); volvió a ser encarcelado implicado en la fundación de "Acción Democrática". En 1962 participó en la reunión en Munich de los grupos políticos de oposición al régimen de Franco (el "contubernio de Munich"), lo que le ocasionó el exilio; en 1974 fundó la Unión Social Demócrata Española. Sólo la muerte en junio de 1975 le privó de participar activamente en la transición a la democracia tras la muerte de Franco.

Francisco O. Campillo dijo...

Quien se acerque a la figura de Ridruejo con la mente libre de prejuicios, descubrirá un ejemplo de evolución personal y de compromiso a favor de la Democracia en los momentos más duros de la dictadura de Franco.
En los campos de Rusia se enfrentaron dos totalitarismos igual de deleznables. ¿Qué vio allí el joven Ridruejo que le provocó una evolución tan profunda? Posiblemente algo similar a lo que vio Orwell en la guerra civil española y que le llevo a escribir “1984” y “Rebelión en la granja”. Son dos obras que presentan la cara más ruin de los regímenes de partido único que pretenden anular al individuo. Como dice el propio Orwell “todos somos iguales… pero hay unos más iguales que otros”.
Durante mi primera infancia, creía que los “rojos” tenían rabo y cuernos. Uno de los amigos de mi padre –miembro del PCE y comprometido sindicalista- me hizo ver una realidad muy diferente ¿Por qué, hoy en día, hay quien se empeña en cargar aquel sambenito a sus rivales? La verdad nos hará libres. Pero el camino hacia esa verdad es un proceso personal, no una píldora que nos receta el gobierno de turno.
Otro compañero de armas de Ridruejo fue el padre Llanos, fundador del movimiento de curas obreros que ejerció el apostolado en el Pozo del Tío Raimundo, en el cuarto mundo del Madrid desarrollista de los 60 y 70. Otro referente ético. Y podríamos seguir, pero creo que ya es excesivo para un comentario en un blog ajeno.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Querido Fran: Que este espacio no os sea ajeno a nadie.

Anónimo dijo...

El 'mirlo blanco' del fascismo

Pasó de gerifalte del falangismo a enemigo acérrimo del régimen. En vísperas del 18 de julio, aniversario del alzamiento de Franco, resurge la figura del escritor Dionisio Ridruejo a través de su intensa correspondencia

Ésa es la hoja de ruta del vertiginoso viaje vital de Dionisio Ridruejo (El Burgo de Osma, Soria, 1912-Madrid, 1975) que puede recorrerse en El valor de la disidencia (Planeta), donde el profesor de literatura española de la Universitat de Barcelona Jordi Gracia ha reunido 500 páginas de cartas, la mayoría inéditas, tras espigar entre las 64 cajas de documentación del escritor político. El ingente número y la calidad de los corresponsales implicados (de Gómez de la Serna y Serrano Súñer a Camilo José Cela, Carles Riba, Enrique Múgica, y Tierno Galván, entre muchas decenas) dibujan un inédito -por sincero- contorno cultural e histórico que, como autos de choques, acabaron marcando a encontronazos una personalidad tan compleja como atractiva.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Buena recomendación de lectura, que debe completarse con algunas de las obras del autor (pueden valer los que recomiendo en los dos textos y en uno de los comentarios). Es agradable, después de tantos días en los que escribí la entrada que alguien se acuerde de ella y deje un comentario. Gracias.

Anónimo dijo...

Viendo el título de esta entrada, aunque con algún retraso, me gustaría aprovecharme (con perdón) de tu sabiduría literaria para plantearte el tema de literatura e insomnio: las mejores novelas que traten del insomnio, célebres escritores que lo padecieron, etc...
No sé si este comentario será digno de respuesta o no, pero en cualquier caso felicidades por tu blog

Pedro Ojeda Escudero dijo...

ANÓNIMO: Gracias por visitar una entrada antigua y por dejar tu comentario. Siempre agradan estas cosas.
Anoto tu sugerencia y cuando esté un poco más libre que ahora la haré.
Saludos.