domingo, 5 de mayo de 2024

La flor del cardo y los haters.

 


De entre las flores, algunas de las más hermosas son las de los cardos, tan abundantes, tan pródigos en recursos para el ser humano y los insectos. La planta y la flor poseen la arquitectura perfecta de las cosas que son en sí mismas.

¿Qué placer da el ataque y el insulto? Sobre todo ese tan de moda hoy, que se da por las llamadas redes sociales de internet. ¿Cómo han conseguido los odiadores una bula de superioridad moral sobre la otra persona para maltratarlo así, quién se la ha expedido? Me intrigan esos casos en los que el odio proviene solo de una parte puesto que nunca hubo ofensa previa, los casos en los que nace de la mente obsesiva del odiador que actúa de forma continua y sañuda desde el teclado de su móvil, quizá alimentado por un puñado que se creen poseedores de la verdad y alimentan su resentimiento. ¿Son como aquellos niños que en los colegios practican el acoso a los que piensan más débiles sin darse cuenta del daño que pueden causar en la víctima? ¿Es la envidia lo que les mueve, el rencor, la fe ciega de los que se creen superiores a los demás, un trauma de la infancia? ¿Ya adultos pertenecen a esos movimientos sectarios -religiosos, políticos; da igual, en esto son iguales-, que son incapaces de comprender más contexto que el de su grupo? ¿Quién les ha dado la representatividad que asumen? ¿Estos que hoy odian tanto de forma gratuita serán mañana los comisarios políticos, los que integren las brigadas del amanecer y los tribunales militares de urgencia en la próxima guerra, los miembros de los comités de linchamiento, los que torturen en las cárceles de uno y otro lado?

Con las lluvias, las hierbas de los caminos y de los prados ha crecido como hacía años que yo no había visto por estas tierras. El otro día, junto a la acequia, el sendero casi había desaparecido entre las hierbas, algunas de casi dos metros. Me detuve un rato ante un grupo de cardos. Qué perfecta belleza la de su flor. Cuántas lecciones en ellas.

5 comentarios:

María dijo...

Tienen carencias afectivas, por eso arremeten contra todo lo que se les pone por delante ¿ qué le vamos a hacer? en el mundo vegetal y en el humano hay de todo, unos tiene púas, otro pétalos y los mejores son musgo, no tienen nada y viven siempre abrazados : )

Francesc Cornadó dijo...

Me preocupa el aumento de insultos que leemos y publican los medios y las redes sociales, así no vamos bien. Sólo demuestran una incultura supina y una intolerancia que les anula la capacidad de pensar de forma positiva.
Son gente que odia y del cardo solo ven las espinas y se olvidan de la flor.
Salud.

Emilio Manuel dijo...

Cardo burriquero es una planta que, entre otros lugares, crece en terrenos baldíos, basureros,etc..., en el basurero de las redes sociales, sin embargo, nacen malas hierbas que habría que extirpar.

Sor Austringiliana dijo...

Las púas acechan agazapadas, les estorba todo lo extraño a su estrecho mundo, atacan sin provocación, el odio les alimenta, sueltan el veneno, están ahí, no sabemos dónde, son un misterio.
Vamos con los cardos tan perfectos y los musgos abrazados.


Fackel dijo...

Preguntas análogas me hago. Ante el ataque furibundo que, mayormente, viene desde un determinado espcetro político, frustrante y frustrado, y que comprometen los criterios de los ciudadanos, procuro mantener la calma y no dedicar tiempo a dejarme afectar. La última pregunta que te haces me obsesiona a mí también. Ese tipo de gente tiene parte de odio, parte de boutade política oportunista del momento y parte de carencia de formación política democrática e incluso cívica.

Conozco personas que no tienen carencia afectiva y sin embargo son monstruos. Los monstruos que asesinan a los pobladores de Gaza y ocupan y roban territorios, ¿todos tienen carencias afectivas?