martes, 5 de septiembre de 2023

El frenesí de las hormigas aladas

 


Antes de la lluvia, se desató el frenesí de las hormigas aladas copulando. Solo algunas lograron enterrarse aprovechando la blandura del terreno, a la espera de la próxima primavera. La ciudad amaneció cubierta con los cadáveres de las que no lo consiguieron, barridos después por el aguacero. Te brotan hermosas alas para levantar el vuelo como anticipo de tu muerte. Así la vida.

Atardecer y darte la mano, brotar de alas. En tus ojos, la luz de la pospuesta como antorcha.

Aún niño, me besaron bajo los almendros en flor mientras volaban las hormigas. La curiosa cronología estacional de los recuerdos.

Sé que otoñea ya, pero es invierno.

12 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Con lo de las hormigas aladas me has recordado un libro leido este verano es de David Safier. "Maldito Karma", como libro no es ninguna gran cosa, pero te aseguro que me he meado de la risa en unos momentos en que la cosa es casi para llorar.

Sor Austringiliana dijo...

No les nacieron las alas para su mal sino para cumplir el ciclo de la vida. Vuelven.
Aquellas que volaron bajo tu almendro, también. De otra manera.

Francesc Cornadó dijo...

La naturaleza marca el tiempo y el ciclo vital. Como las hormigas aladas, nos movemos con frenesí.
Estamos a las puertas del otoño, esperando el ocre de las hojas, su caída y podredumbre.
Saludos

Literatura y tercer milenio dijo...

Llueve sobre tus hormigas, sobre tu almendro; sobre esos ojos de luz de antorcha.

Myriam dijo...

He visto muchos seres alados pero nunca hormigas, ¡qué extraño! Tantos siglos llevo encima y aún me queda mundo por conocer.

Besos

Pablo Jesús Gámez dijo...

La maravilla de la vida.
He creído percibir una pizca de tristeza en esta linda entrada.
Me ha gustado mucho.
Espero que estes bien.
Un abrazo.

Rita Turza dijo...

"Sé que otoñea ya, pero es invierno".
Bellísimo.

Un fuerte abrazo, Pedro.

José A. García dijo...

¿Qué tiene más importancia el deseo o la supervivencia?

Saludos,
J.

Fackel dijo...

Vivimos las especies tantos tipos de freneasí... Del frenesí humano hay variantes satisfactorias y otras desesperadas, aunque acaso sea único, y no sé si es el clima o la manera de haber establecido las relaciones sociales o nuestros altibajos personales lo que nos tiene fuera de nosotros mismos. Pero tú lo expresas tan bien en tu prosa poética...Va a ser un otoño cargado de contradicciones, no sabremos bien dónde está su frontera.

Ele Bergón dijo...


Así es la vida: un intermedio entre el principio y el final.

Lo de después y más después,tiene distinta belleza, a veces es mejor y otras..no.

Recuerdos que guardamos para volver siempre a ellos.

Las estaciones del año las marca el tiempo y no siempre estamos en sintonía con ese tiempo.


Besos

Campurriana dijo...

Disfruto del otoño, que evoca sabor a setas y tierra, a agua salada solitaria, a pies que se niegan a ocultarse en el largo invierno que asoma.

Adoro esta época del año.

LA ZARZAMORA dijo...

Hoy, podría hasta decir que ha llegado el invierno y me ha helado el corazón...
Besos, Pedro.