sábado, 14 de enero de 2023

Como si no pudiera hacer otra cosa

 


Amanece, como si no pudiera hacer otra cosa.

Es el ruiseñor, no la alondra, lo que se escucha, posado en aquel granado del jardín, todavía queda noche y podemos seguir abrazados, no marches, dice ella. No, no , es la alondra porque ya amanece y me anuncia que si me quedo aquí, moriré, dice él. No, no es el alba, es solo un cometa que la finge, no te vayas, insiste ella. De acuerdo, si tú lo pides, porque se me da encontrar la muerte aquí. Sigamos, aún dura la noche, responde él. No, amor, vete, es la alondra, la fea y ronca alondra la que canta y anuncia la luz del día, se duele ella. ¿Luz? No. Amanece lo más oscuro y triste de nuestro destino, se desespera él.

Hay un momento, antes del amanecer, en el que las aves despiertan al horizonte y descosen los abrazos.

La mayoría piensa
que sucederá el fin
en el último día
(la mañana de un lunes
seguramente).
Se engañan:
todo ocurrirá cuando
en la primera hora
del domingo siguiente
no haya quien te retenga
entre las sábanas.


10 comentarios:

Sor Austringiliana dijo...

Te has despertado muy Romeo. La alondra tan traidora y ellos tan críos. Si hubieran llegado a mayores jugarían por la luna y así de inconstante sería su amor.

Sor Austringiliana dijo...

De albas y soledades saben tanto nuestras sábanas como nuestras lágrimas.
Y tal vez el desamor sea la propia condición humana que no acaba de entender que todo lo que un día fue otro día ya no es.
Y tal vez resuene la voz de nuestro propio Segismundo.
Que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
(Agustín Merino)

María dijo...

Es una pena que el amanecer descosa abrazos, los abrazos deberían no tener costuras para no poder ser descosidos y tb es una pena que al amanecer, sintamos el vértigo de los lunes y lo que nos deparará la semana, pero tienes razón, aun es más terrible esos domingos en los que aun queriéndolo , aun deseándolo, al otro lado de nuestra cama no hay nadie a quien abrazar.


Precioso, como siempre.
Las fotografías a juego con las letras!
Mil gracias y que este domingo te abrace, como mínimo hasta el lunes; )

São dijo...

Magnífica foto !

Também gostei muito do que li.

Amigo mio, fuerte abrazo, boa semana

Ele Bergón dijo...

A veces, cuesta empezar la jornada, pero ya sabes, la naturaleza va a lo suyo, sin preocuparse de nosotros.

Alondra y ruiseñor no se ponen de acuerdo, pero eso al tiempo no le importa porque sigue su rumbo, aunque nunca deja de acompañarnos en nuestro propio desconcierto.

A veces esas aves de la amanecida las oímos, porque no dormimos profundamente.

Besos

Campurriana dijo...

No haya quien te retenga entre las sábanas...

Bello y triste. Como la vida.

Un abrazo sincero y cálido a todos los que tienen el otro lado de la cama vacío.

¿De quién?
Pues pongan a funcionar la imaginación.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Todo lo que se inicia, en algún momento se termina. Esa es la condición de la Naturaleza y la vida humana. Si no lo fuera así, quizás no existiría la poesía, porque del lamento por el final están labrados los mejores versos. Un abrazo

Mavi dijo...

Como siempre genial. Abrazos.

Myriam dijo...

Un texto que me transmite ternura al leerlo.
¿Qué importa si es ruiseñor o alondra? ¿Qué importa si es domingo o lunes mientras se tiene al ser amado para abrazar?

Besos x 2

LA ZARZAMORA dijo...

Y así, cada domingo, la alondra gorjea y el sol le hace un guiño, y los enamorados acaricician su trémula lejanía.
Me recordaste el Romance del Enamorado y la muerte.
Besos, Pedro.