martes, 20 de septiembre de 2022

Hasta llegar a la palabra nuez

 


Ojalá nuestras esperas tuvieran la recompensa del nogal. Ya se adivina el momento de recoger las nueces. La definición de nuez es bien complicada puesto que se le niega su verdadero carácter de nuez botánica a la semilla que nosotros llamamos nuez, pero si vamos ya no a la etimología latina que designaba así cualquier fruto recubierto por una cáscara, sino a lo que daba lugar, la nuez es, por antonomasia, la del nogal. Y tanto rodeo para decir nuez, para abrirla y llevarla a la boca. Qué complicada espera la nuestra desde que florecen los nogales en los primeros días de la primavera hasta que recogemos las nueces al inicio del otoño. De marzo aquí, cuántas cosas mientras el nogal se ha dedicado a lo suyo, a madurar el fruto y ofrecerlo.

Hoy he hablado de la envidia con un amigo. Creo no haber sentido nunca eso que llaman envidia, codiciar lo que otros tienen o logran, pero he visto enfermar de envidia, sentir envidia hasta el punto de perder los nervios. También envidiosos aparentemente serenos, los peores, que con la envidia afilan las calumnias y los desprecios. Líbrate de los envidiosos, son capaces de poner puertas al campo y dagas a las palabras.

¿Llegaré a tiempo de las nueces maduras en el nogal junto a la acequia? He tenido ganas de llevarme una silla para sentarme junto a él, pacientemente, como el árbol, viéndolo hacer día a día. Nada más, solo ver cómo el nogal es nogal hasta llegar a la palabra nuez.

3 comentarios:

Tatiana Aguilera dijo...

El nogal es nogal, así como el almendro, el ciruelo, el cerezo y tantos árboles que nos entregan sus frutos. La sabiduría de la vida está al alcance de la mano, al que desee esperar pacientemente un fruto debajo de una silla, porque saber hacerlo es cosa de sabios y la envidia, es de aquel que no sabe perseverar y no sabe más que afilar sus dientes para intentar morder lo que a otros les corresponde.
Muy bella reflexión.
Abrazos Pedro

Emilio Manuel dijo...

No se, pero me parece que tu envidias a la nuez.

Sor Austringiliana dijo...

Llegarás a tiempo al fruto y a la palabra. La mona que subió a un nogal y mordió el fruto verde sería también envidiosa y le supo muy mal. Así suele suceder..