Ha bastado la humedad de estas últimas noches para que aparezcan algunas flores en el campo, aunque no haya llovido por estas tierras. Como Quirón, me he agachado a recoger esta. Plinio el Viejo cuenta que andaba el centauro manejando las armas de Hércules y una flecha se le cayó sobre el pie, hiriéndole y usó esta flor para curarse y que por eso lleva su nombre. Dice el saber popular que la centaura sirve para sanar heridas y bajar la inflamación. También para las digestiones lentas, la fiebre, la falta de apetito y un puñado más de cosas. Como no sé si sirve para los males de amor, la he dejado en su lugar. Me he limitado a admirarla, tan pequeña y tan hermosamente exacta.
Ahí estaban las plantas en el campo sediento, esperando un poco de humedad y otro tanto de esperanza. La que nos falta a nosotros. Deberíamos aprender más de las flores y menos de los agoreros. Cuánto gusto por llevarnos siempre al borde del precipicio. Como el centauro Quirón herido por las armas de un dios, arrodillarnos ante la flor más humilde.
6 comentarios:
La naturaleza siempre nos enseña con su sabiduría. En mi país (Chile) tenemos en el norte el desierto más árido del planeta. Sucede que cada seis, siete, incluso hasta diez años ese mismo desierto florece por acción del fenómeno de El Niño. Ver todo ese desierto florecido con plantas sencillas es todo un espectáculo. Lo maravilloso de todo esto radica en que esas semillas duermen su esperanza de florecer por años. La naturaleza nos enseña humildad, esperanza, dos elementos que bien extraviados tiene el ser humano.
Abrazos.
Es la misión del agorero, llevarnos al precipicio, y si puede, lanzarnos por él.
Los agoreros interesados no tienen remedio. Nos tapamos los oídos, sabemos de qué pie cojean, y nos vamos a admirar florecillas como la centaura. Ayer, en mi paseo, me salieron al paso las bayas de los escaramujos y las vizcodas, tan rojas con tan poquita agua como ha habido, la esperanza que no nos abandone.
Cada día me gustan más estos apuntes tuyos del natural, querido Pedro. No dejes de darnos alegrías como esta a tus lectores. Un gran abrazo.
Además de los males que citas, alguien me dijo que la centaura sirve para equilibrar los humores y que reduce el exceso de bilis negra.
Saludos
Francesc Cornadó Estradé
Con el tiempo y su paso, logramos por fin sentir ese aroma humilde que huele a calma, serenidad y paz.
Besos, Pedro.
Publicar un comentario