sábado, 9 de abril de 2022

Sobre la muerte

 


Procura morirte después que tus enemigos.

Fue un muerto aséptico: tiró antes todo lo que le delataba como vivo.

La danza de la muerte es un género literario medieval en el que muchos se consolaban de las miserias de la vida creyendo o soñando un juicio justo tras la muerte. Servía como advertencia ante la maldad, un aviso para que se recondujera al bien antes de la inevitable muerte. De tanto repetirlo, los malvados lo escuchaban como quien oye llover. Francisco de Quevedo elevó el tiro en el Sueño del juicio final: todos acabamos condenados. Además, en el valle en el que se celebró, no llovía.

No hay muerte justa, tampoco vida.

Le extrañó que oliera, solo había visto la muerte a través de la televisión.

En la morgue se acumulaban los cuerpos de las víctimas. A él solo le interesó la palabra morgue, se quedó días dándole vueltas después de la visita, era un esteta.

En una guerra, los muertos son siempre los mismos.

Morir nos salva de la vida ajena.

No es la muerte la cruel, sino los vivos.

Desde que se extendió el uso de internet, no hay manera de morirse en paz.

Por mucho que los entierres muy hondo, los asesinados tardan en morir.

©Pedro Ojeda Escudero, 2022

5 comentarios:

Sor Austringiliana dijo...

A la danza mortal vamos los nacidos, no entendemos la muerte porque no entendemos la vida, ni la entenderemos nunca, tal es el misterio. Y es una ignorancia anunciada que duele.
A la danza de los ramos, iba a morir, lo sabian y lo jaleaban.
Feliz domingo de Ramos, aparcadas las reflexiones...un rato.

Emilio Manuel dijo...

¡¡coño!! que os pasa a algunos blogueros con la muerte, he leído varias entradas hoy sobre el tema.

Saludos

São dijo...

A morte não me assusta por aí além.

Em contrapartida , o sofrimento em qualquer das suas formas me aterroriza!

Besos, amigo mio, bom domingo

Myriam dijo...


Me he preguntado a veces ¿Pedro escribiría, llegado el momento en que estire la pata, un obituario sobre mi? y en caso afirmativo ¿Qué diría? ¿Sería más largo o más corto que para otros amigos? ¿Con o sin panegérico? ¿Me consideró su amiga? ¿Hubo comunicación intuitiva y profunda o me lo imaginé? ¿O diría que fui una loca de siete suelas, excéntrica, que pasó por la blogosfera y que tuvo el gusto o el disgusto de conocer en persona?

(Que sepas que si nada escribes, vendré desde el más allá a tirarte de las orejas). Así que te lo encargo, te encargo mi obituario. No me olvides, por favor.

Campurriana dijo...

Por mucho que los entierres muy hondo, los asesinados tardan en morir.

¡Me ha dejado!

Es así.

Me ha encantado Myriam. :)