Estos días, en la sierra, la maravilla del agua bien de mañana. Fría, nueva y sin nosotros.
*
Recién nacido, el Cuerpo de Hombre baja sobre las peñas y su rumor me acompaña. Impulsivo, como si el mundo estuviera por descubrir, corre en busca del misterioso Alagón (es un río sin tiempo), al que se entrega cerca de Sotoserrano. Él tan joven, fresco y poderoso, yo tan cargado de mí y fatigado.
*
Besa el reflejo
la levedad del agua
la levedad del agua
que baja de la sierra
como si el mundo hablara
a través de ese beso
en la más frágil lámina.
Lo miro con temor,
no tiente la mirada
que se me quiebre
su luz esta mañana.
©Pedro Ojeda Escudero, 2022
5 comentarios:
Me quedo con el poema, gracias.
La maravilla del agua y de la luz.
Muy buen poema, aplausos.
La levedad del agua y el paisaje puro, bellísimo.
Saludos
Hay besos y besos... El que describes es hermoso
Lindo retrato.
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