Comenzamos las lecturas de este curso con la novela de Yolanda Izard La hora del sosiego (Ediciones Espuela de Plata, 2021), que nos ocupará todo el mes de octubre.
Yolanda Izard (Béjar, 1959) comenzó pronto en la literatura, pero será desde principios del presente siglo cuando construya su trayectoria literaria de mayor interés. Su poemario Defunciones interiores (2003) abrió un año prodigioso en el que obtuvo el Premio Cáceres de Novela Corta con Paisajes para evitar la noche y el Premio Internacional de Novela Carolina Coronado con La mirada atenta. Estamos ante una autora que trabaja minuciosamente sus textos y, por eso, no es de extrañar que tardara más de diez años en publicar su siguiente título, Zambullidas (2017). Este magnífico libro de microrrelatos la asentó en la primera línea de la mejor literatura española y abrió una feliz etapa de madurez que confirmó con el deslumbrante libro de poemas Lumbre y ceniza, que obtuvo el prestigioso e independiente Premio Internacional Miguel Hernández en 2019. Aunque en toda su producción se observan unas claves comunes, Lumbre y ceniza tiene mucho que ver con la novela que comentamos este mes: el cuidado minucioso del estilo basado en un lirismo personal y muy íntimo, la indagación en el propio conocimiento, la presencia del dolor más profundo para provocar la introspección necesaria con la que atravesar el descubrimiento de la identidad, la aceptación del camino que lleva al presente, la reconciliación con el pasado y con el mundo, la relación de respeto casi sagrado con la naturaleza, etc. Invito a los lectores a leer este libro de poemas y el presente relato juntos y comprobarlo.
El argumento de La hora del sosiego es aparentemente sencillo. Berta, una editora de éxito de unos cincuenta años de edad, decide abandonar todo lo que es su vida en ese momento y marcharse a vivir a una isla desierta en el Pacífico. Por determinadas circunstancias, perderá el contacto con el exterior y deberá vivir en total soledad en la isla. La historia se nos cuenta en primera persona, a través de un diario escrito por la editora en unos cuadernos escolares que se llevó en el equipaje. Pronto pierde la noción exacta del tiempo, pero a través de su escritura en ciento dos fragmentos de breve extensión, conocemos el proceso de autodescubrimiento, reconciliación con su pasado, las incidencias de su vida en la isla y las condiciones de su supervivencia, así como el proceso por el que llegará a lo reflejado en el título de la novela, extraído de Hamlet de William Shakespeare (Pronto va a llegarnos la hora del sosiego. Hasta entonces, la paciencia gobierne nuestros actos).
Yolanda Izard consigue trasmitir al lector todo ese proceso hacia la reconciliación y el sosiego, en un caminar en el que la protagonista se despoja lentamente de todo lo que la vida le ha adherido y que ya no le sirve. El proceso es doloroso, pero necesario. En las próximas entradas veremos cómo.
NOTICIAS DE NUESTRAS LECTURAS
María Ángeles Merino comienza la lectura de esta novela enlazándola con la última vez que tuvimos oportunidad de compartir sesión presencial del club en Burgos. Parece mentira que haya pasado tanto tiempo. Lanzada a la lectura, la conecta con textos clásicos sobre el tema, pero también con opciones personales actuales. Se adivina un mes de grandes hallazgos a partir de esta entrada.
Aquí os dejo el vídeo con la presentación oficial de esta novela, que se celebró en el jardín romántico de la Casa de Zorrilla, dentro del programa Valladolid Letraherido, que coordino junto a Paz Altés. Por desgracia, la lluvia interrumpió el acto a los veinte minutos y, aunque continuó la presentación en el salón interior, ya no pudimos grabar más. Sin embargo, lo grabado es suficiente para tener una idea de la importancia de esta novela:
Y aquí la presentación de la novela dentro de los actos de otoño del Centro de Estudios Bejaranos, del que la autora y yo somos miembros. La presentación se celebró en el Casino Obrero de Béjar, a cuya Junta Directiva doy las gracias.
A los participantes en el formato presencial del Club de lectura, sostenido por ALUMNI UBU, les recuerdo que se les ha enviado un correo electrónico con toda la información. De no haberlo recibido, deben ponerse en contacto con los responsables. Recuerdo que la primera sesión presencial del curso la celebraremos el martes 26 de octubre a la hora habitual.
Recojo en estas noticias las entradas que hayan publicado los blogs amigos (si me he olvidado de alguien, agradezco que se me avise). Entrada del Club de lectura cada jueves (salvo casos excepcionales), en este blog.
Para conocer la forma de seguir las lecturas de este club y sus características y la lista del presente curso, pinchar sobre este enlace.
ADVERTENCIA: Las entradas de La Acequia tienen licencia Creative Commons 4.0 y están registradas como propiedad intelectual de Pedro Ojeda Escudero. Pueden ser usadas y reproducidas sin alterar, sin copias derivadas, citando la referencia y sin ánimo de lucro.
5 comentarios:
La paciencia gobierne nuestros actos y no hay prisa...Que no la perdamos ni las ganas de leer. Seguimos en La hora del sosiego. Gracias por darnos a conocer a Yolanda Izard y su obra.
Hay hallazgos...
“La hora del sosiego” me ha encantado de principio a fin. Si fuera escritor, la novela y Yolanda Díaz serían uno de los referentes.
Se debe tardar los kiries en escribir una novela tan redonda y bien aquilatada a pesar de su brevedad. No sobra nada en la manera de presentar el argumento, la voz narradora, el tono mantenido en todo el relato, el estilo, el ritmo, la distribución ajustada a los gustos de los lectores actuales acostumbrados a leer lo que ocupa una pantalla de móvil y ya etc.
A ver si la vuelvo a leer para escribir algo sobre la novela porque se lo merece.
Sabemos poco de los autores que escriben fuera de los circuitos comerciales masivos, hablo de mí, claro.
un placer volver a dejar algo de huella de carbono escrita por aquí.
Un abrazo
Los circuitos comerciales y los amigos de sus amigos hacen que nos perdamos alguna buenas autoras. De los premios grandes y chicos, mejor ni hablamos. Y eso hablando solo de las que llegan a publicar, pero ¡cuántos originales no yacen en el fondo de los discos duros!
Enhorabuena a la autora porque ha conseguido llegar a este círculo.
Muchas gracias, Pancho, por la lectura de mi novela y por tus apreciaciones. Es cierto que tardé años en rematarla hasta que se publicó, principalmente porque creí necesarios varios reposos que me permitieron crecer con ella. Del mismo modo, me parece que la novela crece con la relectura. Un abrazo.
Es verdad, Carmen, que soy una privilegiada por haber sido elegida y salvada de esa oscuridad invisible donde yacen tantas otras novelas. Muchas gracias por tu comentarios.
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