Junto a los ciruelos de ayer, algunos manzanos silvestres. A diferencia de las ciruelas, a las manzanas aún les quedan varias semanas para estar maduras. A partir de octubre, si el tiempo y las enfermedades se portan y los pájaros no las picotean antes, podremos coger algunas al paso, si no se agusanan. Estas manzanas pequeñas y ácidas las tengo instaladas en mi memoria de cuando no había supermercados ni grandes superficies y muchas fruterías vendían las cosechas de la zona, también porque en muchas huertas y caminos te encontrabas frutales, en los patios siempre había higueras. Hablo de aquellas afueras en las que me crie, tan cerca de las tierras de labor, de acequias, fincas, cañadas. Un espacio en el que convivían las vaquerías con talleres mecánicos, casas molineras, baldíos y solares. A cinco minutos de la ciudad y cinco del campo. A igual distancia, el cine de sesión continua y la manzana en el árbol al alcance de la mano.
Es curioso. De niño, siempre tiraba hacia la ciudad, hoy miro al campo.
7 comentarios:
El niño interno generalmente busca esos recuerdos que lleva en el corazón!
que hermoso Pedro,
beso,
Ali
En efecto, yo también las tengo grabadas de los estíos de mi infancia en el Norte. Vamos a coger manzanicas, decíamos los chicos, y según atravesábamos huertas y mieses crecidas camino del río catábamos gratis las pequeñas y jugosas manzanas de alguna huerta que otra.
Busqué con la vista, arriba, muy arriba, una ciruela roja solitaria, los pajarillos se han dado prisa. Me acordaba de tu entrada.
En las fruterías hay manzanas vete a saber de dónde. Hemos perdido el tiempo de cada fruta.
Mi infancia fue muy urbana, el cine Rex estaba muy cerca, menos mal que en Burgos teníamos, y todavía tenemos, muy a mano las arboledas. Tuviste mucha suerte con tu infancia equidistante
Al campo. Buen verano.
Hoy ni hay manzanas con sabor a manzana, ni cines de sesión continua, dicen los modernos que eso del sabor y del cine es de catetos.
O mundo mudou e os sabores - assim como o resto - já não são os mesmos....
Segundo os muito jovens , estas memórias são "cosas de viejos" : lá lhes chegará a vez.
Besos, querido amigo
"A igual distancia, el cine de sesión continua y la manzana en el árbol al alcance de la mano" qué buena manera de ilustrar las dos cercanías!
Un abrazo
Me gusta eso de estar a cinco minutos de la ciudad y a cinco del campo... da mucho juego, mucha libertad.
Añoranzas de nuestra infancia, nuestra adolescencia.
Y que hace pensar el estar y no estar...
Besos.
;)
Y, ¡feliz cumple!, que creo que ha sido uno de estos días, ¿no?
Que los vientos te sean leves y permitan que la nave no zozobre.
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